Texto publicado por Fer

Me he cansado, ya estoy harto

Muchos reniegan de su ceguera o su deficiencia visual. Sigan así, y yo aunque no esté de acuerdo los seguiré apoyando y bancando a muerte porque por eso soy compañero y amigo. Pero lo que no saben, lo que la sociedad que me rodea no comprende, lo que los mismos ciegos no pueden comprender porque no logran imaginarse, es que la hipoacusia es jodida, o tal vez, como en mi caso, cuando te toca discapacidad doble.
La ceguera claro que me trae sus luchas, como a todos, pero la verdadera lucha me la da la hipoacusia. No escucho bien. Dependo de un par de audífonos, ¿saben? Audífonos en término español, es decir, aparatos para la sordera diría la swite de accesibilidad de IPhone. Sin ellos, no escucho más que algún murmullo y a penas entiendo lo que me dicen si me hablan en el oído.
Es esa la discapacidad que me da batalla diaria. Ya tiene desde mis 11 años, y ahora tengo 27. En todo lugar me ocurría lo mismo. No lograba explicarle a la gente el comportamiento de mis audífonos de entonces, que con los años, uso y desgaste no era el mejor. No lograba explicar a los que me rodeaban, de forma que no logro explicar tantas cosas porque me cuesta. Hace 2 meses hasta el día de la fecha explotó todo. He empezado un tratamiento psicológico y no es el primero, tras tantas discrepancias con las 2 personas que viven conmigo e intentan ayudarme a luchar y dar tanto como pueden por mí.
Me da mucha tristeza que los mismos ciegos no puedan imaginárselo y me trataran en algunas ocasiones como cuando las personas que ven nos hacen malos comentarios o nos rechazan para algo o no logran tomarnos en cuenta y ayudar a incluirnos, como ciegos que somos. Ciertos ciegos, no sé si recordando cuando sus semejantes normovisuales los excluían, tomaban mismo comportamiento. Ni se diga ya, lo triste que es aislarte, no poder charlar y comunicarte bien en entorno familiar, lugares de encuentro con gente que apreciás y te cae muy bien, como cuando iba a la iglesia. Lo más torturante eran mis múltiples discrepancias y confrontaciones familiares por esto y por aquello, pero siempre con mi baja audición de la mano. Es horrible que la otra persona, que es otro cuerpo y otra alma y por tanto no puede o no quiere ponerse en tu lugar, atribuya tu falta de comunicación a que no prestás atención.
También he tenido que aislarme, no poder hacer tantas cosas que hacen los ciegos en el ámbito virtual como reunirme entre amigos, charlar, estar en llamada con ciertas amigas y novia cuando las tenía, tener que explicarle a la otra persona a cada rato mi situación y sentirme abrumado ante sus posibles exigencias, o ponerme de mal humor ante una exclusión propia que no sabía cómo manejar. En resumen, me aislaba en el ámbito presencial y virtual por igual. Hoy día tengo muchas secuelas como el rechazo rotundo a los grupos de amigos, el miedo a ciertas conversaciones o posibles explicaciones que tenga que dar, el bloqueo a explicar tal o cuál cosa ya no necesariamente relativa a mi audición, pero todo va de la mano. Con contarles que actualmente toco en un grupo de música y si bien el líder dice ser muy comprensivo y entenderme, también con él tengo bastantes choques cada tanto.
Ahora mismo he comprado audífonos nuevos, con los cuales escucho notablemente mejor Solo espero como me lo demuestran estos últimos días, que las cosas cambien para bien en mí. Pondré mi mayor esfuerzo para que así sea, es decir, voy a seguir luchando, pero estoy realmente arrastrando un cansancio antiguo de más de una década. Hoy voy a renegar yo y de otra discapacidad que no es la ceguera, la ceguera que me vio nacer y con la cual estoy muy bien, sino otra, que adquirí después.