Texto publicado por Carinosanto

CLAVES PARA ALCANZAR LO QUE TE PROPONES

Claves:

Experta dice que para empezar a cumplir los sueños pendientes hay que despertar la fuerza interior.

Todos tenemos listas de sueños pendientes. La teoría la sabemos, pero pasa el tiempo y seguimos igual.

A todos nos vienen bien ciertos cambios. Sabemos que nos conviene empezar una dieta o aprender inglés, cambiar de carrera profesional, dejar una relación sentimental, crear un entorno de trabajo con mejores condiciones o dejar de enfadarnos por tonterías.

Todos tenemos listas de sueños pendientes. La teoría la sabemos, pero pasa el tiempo y seguimos igual. El miedo, la comodidad o nuestra propia educación nos llevan a estar siempre en el mismo sitio.

Pero, ¿sería más fácil conseguir lo que deseamos si despertara en nosotros una fuerza que hiciera que nada nos frenara?

1. Adiós a los beneficios ocultos

Todo cuanto hacemos, incluso la queja o el miedo, aporta un beneficio oculto aunque no nos demos cuenta de ello, lamentarnos o continuar en un trabajo, en una relación o en una situación determinada, aunque no nos satisfaga, son ejemplos de este patrón psicológico. Necesitamos primero identificar el beneficio oculto para desprendernos de él, a través de la pregunta qué tiene de bueno para mí esta situación? ¿Hasta dónde estoy dispuesto a sacrificar por mantenerme aquí?

2. Identifique lo que no quiere

Muchas veces no sabemos lo que queremos, por lo que un primer paso es identificar, al menos, lo que no queremos. Cuando no hay vocación o sueño claro que perseguir, darle muchas vueltas a la cabeza no siempre ayuda, por lo que una buena técnica es acudir a las señales indirectas de nuestro cuerpo.

Qué le dice su cuerpo cuando va a trabajar a ese sitio o cuando tiene que hacer determinados proyectos? Tiene hábitos poco saludables por estrés? Cuándo le ocurre? Escuchar nuestro cuerpo nos ayuda a saber lo que nos pasa, aunque no seamos conscientes de ello. Por otra parte, cuando sabemos lo que queremos o tenemos indicios de ello, acariciar esa idea, dejando de lado el miedo y la comodidad, y preguntarnos: me arrepentiría de no haberlo hecho?

3. Diseñe su propia estrategia

Tras saber lo que queremos, debemos pasar a la acción y hacer un plan. Luego determinar el para qué más allá del ‘por qué’ y pensar en un plan B, en caso de una situación adversa. Así se superará el miedo.

4. Dele forma a su deseo

Lo que deseamos pocas veces lo sabremos encerrados en casa. Por ello, necesitamos experimentar, hacer una especie de simulación y lo recomendable es empezar por lanzar los dados, es decir, probar las distintas opciones y ver qué ocurre. Por ejemplo, si tal vez quiero ser empresario, interaccionaré con gente que lo es; si ignoro me gustaría vivir en cierta ciudad, pasaré unos días en ella como si viviera allí, sugiere Jericó. Luego hay que hacerle caso a la intuición, hay que identificar cuál de las opciones equivale al seis ganador del dado.

5. Concentrarse en lo importante

Para conseguir su objetivo, simplifique. Vacíe armarios físicos, mentales o psicológicos. No abra un exceso de frentes y concéntrese en lo importante, en lo que quiere conseguir, anota Jericó. Además, esta experta sugiere definir nuestras propias recompensas: si conseguimos pequeños pasos, ¿cómo nos recompensaremos a nosotros mismos por haberlos logrado? No hay que esperar hasta el final para hacerlo!.

6. Tenacidad

Conquistar cualquier sueño requiere tenacidad y constancia, según explica Jericó. Por ello, hay que identificar qué nuevos hábitos hemos de incorporar en nuestro día a día hasta que apliquemos esas nuevas costumbres de manera inconsciente.

No se lamente de lo que pudo haber hecho y no hizo. Relájese y disfrute con lo que haga en este preciso instante, porque la vida es muy corta para no pasarlo bien.

Como entrenamiento para despertar la determinación, hace un repaso de nuestra vida y recordar aquel momento en el que tuvimos una fuerte determinación, preguntándonos: qué ocurrió?, ¿qué elementos se tuvieron que dar?, me muevo más por un sueño, por un hasta aquí hemos llegado o porque no me quedó más remedio?

Muchas gracias. Feliz día