Texto publicado por Carinosanto

¡LLORAR!

Llorar es una emoción que resulta muy saludable

El llanto ayuda a aliviar tensiones y aumenta el apoyo social al despertar la empatía.

El llanto puede ser terapéutico porque alivia tensiones.

Salvo síntomas de enfermedad o mayor gravedad, neurólogos y psicólogos coinciden en que llorar es terapéutico y sirve para tranquilizarnos y desahogarnos.

Llorar, como reír, es una expresión emocional y tiene un valor importante tanto para la comunicación, porque decimos al mundo cómo nos sentimos, como para la salud, pues con el llanto expresamos una emoción que si reprimimos no sería saludable.

El llanto puede ser terapéutico porque alivia tensiones y también porque puede aumentar el apoyo social al despertar empatía. Tiene beneficios como el desahogo, la expresión de una activación fisiológica emocional que necesita expresarse y da alivio.

El llanto es sano, aunque hay que recordar que no lo es si se llora para conseguir objetivos, pues nos convierte en personas dependientes, o llorar porque se tiene una depresión, pues lo saludable desaparece.

Llorar puede ayudar a gestionar emociones, tanto es así que a veces, aunque no queramos, no podemos evitar el llanto, pues la expresión emocional está por encima de la voluntad.

Esto se debe, a que tenemos dos partes diferenciadas en nuestro cerebro: una prefrontal, donde tenemos las funciones ejecutivas y donde reside la voluntad, en la que valoramos la realidad y tomamos decisiones, y una parte muy automática e involuntaria, muy poco consciente, que regula una parte del área de las emociones, la amígdala.

Así, cuando surge un peligro, lo primero que se activa es la amígdala, no la corteza prefrontal, y antes de que decidamos si estamos o no en riesgo ya estamos reaccionando emocionalmente, porque es una vía más rápida para salvarnos, incluso cuando hay contradicciones entre lo que se piensa y lo que la amígdala decida realizar, pues hay una parte de la emoción que se expresa en contra de nuestra voluntad.

Los varones lloran menos que las mujeres porque, además de la función que cumplen la herencia patriarcal y cultural, posicionando al hombre como un ser que no debe llorar y relacionándolo con un signo de debilidad, existe también una explicación biológica en algo que nos hace no mejores ni peores, sino diferentes.

Según Cano, “hombres y mujeres tienen distinta necesidad de llorar, pues ellas tienen un sistema hormonal diferente, unas diferencias biológicas que facilitan su expresión emocional”.

Muchas áreas entran en acción

Manuel Arias, neurólogo y coordinador del grupo de Humanidades de la Sociedad Española de Neurología (SEN), resalta que el llanto es “una función cerebral bastante compleja y diferente entre sexos. Las mujeres lloran más que los hombres como una autoterapia que les permite calmarse”, dice este especialista.

Generalmente lloramos ante una emoción de valor negativo. Al sufrir esa especie de disgusto se pone en marcha un proceso en el que, por la acción de llorar, se tienen que contraer los músculos de la cara (situación que depende de la activación a través del nervio facial), también se tienen que contraer las glándulas lagrimales, incluso el sollozo y las vocalizaciones del lenguaje, por lo que intervienen muchas áreas.