Texto publicado por Camilo Ortiz

Noche diaria 5: Ctrl+Alt+Supr.

En un salón comienzo, vaya a saber uno de qué manera… con algún comentario doctoral de dudosa relevancia. Una luz aparece, sucia, limpia, como sea. Pues bien, ¿acaso podemos acceder al administrador de tareas de nuestra alma? Lo primero lo conozco, lo segundo tal vez, así que con esto proseguiré:

En mi mente padezco
tormentos tremendos de innegable poder,
y, aunque no me detengo,
la neblina cubre el sentir que puede ser.

Un reinicio, no puedo,
renacer tampoco es alternativa,
solo queda, entonces,
finalizar la tarea,
el proceso,
y así retomar mi mente,
mi presente,
mi gente.

Hasta noche.