Texto publicado por Leandro Benítez

¿Qué les parece si hacemos una rica leche de soja o soya?

¡Hola!
Una de las prácticas hummanas que más sufrimiento provoca, es el consumir leche de vaca. Básicamente lo que hacemos es pagar por que alguien esclavice a una madre, le quite sus hijos apenas nacidos y le robe su leche... Y en estos tiempos es mil veces peor, porque lo que importa es producir la mayor cantidad posible y gastar el menor dinero posible.
Si quieren pueden investigar en internet sobre lo que es la industria láctea.

En vez de promover y financiar eso, podemos consumir bebidas vegetales, que se las llama leche porque su aspecto es muy parecido al de ésta. Y no sólo eso, también se pueden hacer productos como el queso, el yogurt o el dulce que según dicen algunos se inventó en argentina, otros en colombia, otros... en fin, no importa dónde se haya inventado, a todos nos encanta jeje.
La más conocida de estas leches vegetales es la de soja. Es muy nutritiva, barata, sana y con un sabor bastante neutro, así que se la puede usar como reemplazo de la leche de vaca en cualquier receta.

Bueno. Primero, vamos al supermercado y compramos porotos o aluvias de soja. También a la tienda de electrodomésticos y compramos una licuadora, la podemos pagar en 50000 cuotas con muuuucho interés, pero no importa, nuestros tataranietos la terminarán de pagar, jeje. Ah, y un colador o filtro de tela muy ffino, incluso se pueden conseguir en las dietéticas bolsas especialmente pensadas para este tipo de trabajos.
Por cada litro de leche que vayamos a hacer, colocamos media taza de soja en un recipiente con agua y lo dejamos a temperatura ambiente durante 8 a 12 horas. Cuidado para no olvidarse, porque si nos pasamos mucho saldrán brotes. Se pueden comer, pero lo que queremmos ahora es hacer leche, jeje.

Ya tenemos nuestra soja un poco inflada, lista para preparar.

Tiramos el agua que quedó del remojo (verán que la soja absorvió una buena parte). La hervimos durante 30 minutos con agua que sobrepase más o menos dos dedos la soja. Es importante hervirla bien porque si no nos hará mal al tomar la leche, aparte puede que el sabor no sea muy agradable. Yo no lo he probado jeje.

¿ya está? Ahora, volvemos a tirar el resto de líquido. Ponemos la soja hervida en un recipiente con agua fría bastante lleno. Verán que empieza a flotar algo de piel de la soja. La recogemos con los dedos y la tiramos. Frotamos los porotos entre las manos, para que se les salga la piel, o si tenemos mucha paciencia los pelamos uno por uno, como si fueran manises tostados, jeje. Pero no se los coman! No son tan ricos.
No importa si no quitamos tooda la piel, pero mientras más quitemos mejor, porque la leche saldrá con sabor bien suave. Una vez más, deshechamos todo lo que no sea soja.

¡Ya casi está! Ahora falta la mejor parte, porque es la última jiji.

Colocamos el agua y la soja en la licuadora (no se habrán olvidado de hacer el cálculo de los litros, no?). Procesamos durante dos o tres minutos, tiene que quedar bien licuada para que no desperdiciemos nada.

Por último, Filtramos la leche haciéndola caer en un recipiente preferentemente de vidrio, masajeando y estrujando la bolsa de tela para que salga hasta la última gota de líquido. El sólido, llamado okara, se puede usar en muchas recetas, pero yo particularmente lo tiro. Pueden buscar recetas con okara en google si quieren aprovecharlo.

¡Y ya está lista nuestra maravillosa leche de soja! Si tienen muchas ganas de probarla ya, llenen una taza y pónganle azúcar, verán que queda riquísima.

Se conserva en la heladera durante 5 días aproximadamente. Pero claro, a mí no me dura ni 3, jeje.

¡Espero que se animen a hacerla! Les dejo el video con el que aprendí. ¡Dejemos de explotar a las vacas! El humano es el único animal que toma leche después de crecido, encima robada de la peor manera.

https://www.youtube.com/watch?v=I8_6aXjgRk4