Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día jueves 19 de noviembre del año 2015.

“Examinando las escrituras.”
Texto del día jueves 19 de noviembre del año 2015.

El deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado
(Sant. 1: 15).

En su afán de romper nuestra relación con Dios, Satanás dirige sus ataques a la cuna de nuestros deseos: el corazón.
¿Cómo ataca el Diablo nuestro corazón?
Sus armas incluyen “las cosas que están en el mundo”
(1 Juan 2:15, 16).
El Diablo lleva miles de años diseñando el sistema malvado que hoy nos rodea. Puesto que vivimos en este mundo, debemos estar en guardia contra sus astutas estrategias
(Juan 17:15).
Satanás se vale de trampas para corromper los deseos de nuestro corazón.
El apóstol Juan mencionó tres de los señuelos que utiliza: 1) “el deseo de la carne”, 2) “el deseo de los ojos” y 3) “la exhibición ostentosa del medio de vida”.
El Diablo recurrió a los tres cuando tentó a Jesús en el desierto. Y los ha estado empleando durante tanto tiempo que hoy es un verdadero experto y sabe cuál usar con cada persona teniendo en cuenta sus debilidades.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower