Texto publicado por TifloFernando

La Iglesia de "Los Lascados", los Invisibles de la Sociedad...(UltimaPublicacionQuincenal)(Parameditarprofundamente)

Muy buenas amigos y amigas lectores y lectoras habituales de mis Publicaciones en BlindWorlds:

¡tac, -tac, tac; - ¿se puede?!.

¡Bienvenid@s a mi ULTIMA Publicacion SEMANAL!

-entrad, sentáos y disfrutad de la lectura...

- ¿Os apetece un cafecito virtual MIENTRAS Leéis?...

- Os invito.

Deseo que disfrutéis con la lectura de estas mal hilvanadas palabras...¡¡¡Pero escritas con gran cariño!!!.

Hay momentos en que uno se siente realmente en Comunión con alguien; Es lo que me ha pasado a mí leyendo la Columna Semanal de Leonardo Boff.

Un "rebelde" de la Iglesia tradicional, miembro de la llamada Teología de la Liberación y un PENSADOR de los que casi ya no nos quedan.

En su Columna, nos habla de un Franciscano muy especial, profundo conocedor del Concilio Ecuménico Vaticano II, que constituyó un VENDABAL en los Hombres de Buena Voluntad.

"Fray Lency (Frederico Smaniotto) realizó literalmente lo que el Papa Francisco pidió el 28 de mayo de 2015 a los franciscanos del mundo entero: que viviesen la minoridad."

Y ciertamente al parecer así lo hizo y Boff nos destaca un Libro escrito por este Franciscano "Fray Lency:

De Ecclesia Lascatorum, la Iglesia de los "lascados", la Iglesia de los invisibles de la sociedad...

Hablando de los más Humildes de la Sociedad, los llamados por muchos ¡LOS INVISIBLES!

Leonardo Boff nos comenta, que los humildes y pobres, al nordeste de su Pais, Brasil son llamados «severinos».

Es que hablar de POBRES es un poco "Molesto" para los que son incapaces de hacer algo por ellos...

Creo que muy bien explicado un poco más abajo, el Tema nos hace Reflexionar profundamente.

..Breves Notas biográficas de Leonardo Boff..

La verdad es que desde hace muchos años, cuando era uno de los Hombres de la Iglesia ¡PENSANTES!...Ya me conquistó para siempre.

Fué uno de los defensores y miembro de la llamada "Teología de la Liberación"; Nunca tolerada por la rancia y caduca Iglesia de Italia entre algunos Cardenales y personas de la Curia...Así como entre ciertas "Sectas" con Prelatura personal, laicos Conservadores.

Me refiero al Teólogo brasileño. Fraile franciscano Leonardo Boff (Concordia, Brasil, 1938).

Boff es considerado uno de los mayores renovadores de la teología de la liberación latinoamericana, cuyo referente principal es la figura de Cristo como defensor de los pobres...

Sus problemas con la ortodoxia de la Iglesia católica fueron constantes y en 1991 abandonó la cátedra de teología de Petrópolis por discrepancias con el entonces cardenal Joseph Ratzinger (designado Papa en 2005 con el nombre de Benedicto XVI).

Renunció al sacerdocio en Junio de 1992, para luchar libremente por sus ideas; convirtiéndose en el representante de la llamada "teología de la ecología", una ampliación, a su juicio, de la "teología de la liberación".

Leonardo Boff recibió el "Premio Correcto Modo de Vida" en el año 2001. (Nobel Alternativo instituido en 1980 para premiar las tareas en beneficio de la humanidad)
.

He deseado hacer esta brevísima semblanza del Autor del siguiente Artículo, Leonardo Boff...Pensando sobre todo en mucha Gente Jóven, que quizás no conozca bien a este insigne Personaje.

Y les invito a visitar la Columna Semanal de Leonardo Boff en el Portal Koinonia; ¡NO SE ARREPENTIRAN MAS QUE DE NO HABERLA LEIDO ANTES!
..

Bueno, espero que alguien se muestre interesado en mi Publicación y que le guste el Tema tanto como a mi me ha conducido a una profunda reflexión.

Nada es una pérdida de tiempo si utilizas sabiamente la experiencia.-Auguste Rodin-

Y termino diciendo lo que suelo poner en mi última Publicación ahora Quincenal: ¡Para meditar un Ratejo!

Con gran cariño, TifloFernando.

..

La Columna semanal de Leonardo Boff
Koinonía
(http://www.servicioskoinonia.org/boff)

"De ecclesia lascatorum": La Iglesia de los "lascados"

17 de Junio de 2015

Tal vez algunos se sorprendan ante semejante título: De Ecclesia Lascatorum, la Iglesia de los "lascados", la Iglesia de los invisibles de la sociedad.

Al final de mi libro Iglesia: carisma y poder (1982) prometía una continuación con el título De severina Ecclesia: "la Iglesia severina", es decir, la Iglesia de los humildes y pobres, llamados «severinos» en el Nordeste de Brasil.

Nunca pude escribir tal libro, si bien el Cardenal Joseph Ratzinger, entonces Presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que juzgó aquel libro mío, cada cierto tiempo pedía información sobre si el libro anunciado había sido publicado o no.

Temía por la ortodoxia del texto, pues el tema de los pobres siempre da miedo a los portadores de poder.

Pero hete aquí que ahora aparece un libro que concreta aquel propósito mío de antaño. Ha sido elaborado de una forma profundamente espiritual, cjava-scriptdora y convincente por mi querido y recordado cofrade fray Lency Frederico Smaniotto, llamado en el seminario cariñosamente «Bambio» o «Cascudo», fallecido recientemente.

Quien quiera conocer la radicalidad de un franciscano que tomó en serio el mensaje innovador del Concilio Vaticano II, los documentos del episcopado latinoamericano de Medellín y de Puebla, la opción radical por los pobres y olvidados y la teología de la liberación, que lea este libro. Que contenga las lágrimas porque su saga provoca tal conmoción, por la coherencia, afectuosidad, humildad, coraje y espiritualidad franciscana que sólo encuentra paralelo en el padre Alfredinho, en fray Damián, en el obispo de Barra de Bahia, dom Luiz Fernando Cappio, en el obispo de São Felix do Araguaia, dom Pedro Casaldáliga, y me atrevo a decir que en el Papa Francisco, entre otros.

Fray Lency realizó literalmente lo que el Papa Francisco pidió el 28 de mayo de 2015 a los franciscanos del mundo entero:

que viviesen la minoridad.

Decía el Papa: “minoridad significa salir de nosotros mismos, de nuestros esquemas y puntos de vista personales; significa ir más allá de las estructuras –que también son útiles cuando se utilizan sabiamente–, más allá de los hábitos y de las certezas, para testimoniar una proximidad concreta con los pobres, necesitados y marginados, en una actitud auténtica de compartir y de servicio”.

Fray Lency fue concretamente un fraile menor que se bajaba hasta la altura de los ojos del otro para mirarlo con el corazón.

Escribió el libro De Ecclesia lascatorum sobre una bombona de gas. En él no trata de hacer teología, sino de testimoniar una mística junto a los más humillados de este mundo, los siervos sufridores e invisibles de la sociedad. No ha sido solo escribir sino mucho más vivir, sufrir junto, recibir golpes junto, ser preso junto, arriesgar la vida junto y alegrarse junto con ellos. Mil luchas y cientos de derrotas. Pero, como el Maestro, nunca abandonó a los suyos. Siempre se volvió a levantar y retomó el viacrucis de los humillados, dondequiera que estuviesen.

Pasó por las principales estaciones de la pasión popular en los distintos Estados de Brasil. Efectivamente, Jesús sigue colgado de la cruz, goteando sudor y sangre y gritando oraciones a Dios. Fray Lency se asoció a quienes escuchan las lamentaciones del Maestro. Unido a tantos desgraciados procuró bajarlos de la cruz.

Estimo que este libro es uno de los testimonios más vivos, más fieles y más persuasivos de la Iglesia de los pobres, honra de nuestra Iglesia brasilera y faro que ilumina los caminos de tantos que, compasivos y solidarios, quieren y no siempre pueden seguir esa misma opción.

Pero esta opción está ahí para mostrar que el Evangelio de los olvidados está vivo y puede ser vivido con la radicalidad con que lo vivió Francisco de Asís, actualizada por Francisco de Roma. Su mensaje es tan desafiante que ninguna editorial tuvo el coraje evangélico de publicarlo. Pero habent sua fata libelli decían los antiguos: «los libros, los verdaderos, tienen su destino».

El libro se completa con escritos de otro fraile, fray David Raimundo Santos, que se identificó con la población afrodescendiente, abriendo escuelas y preparando estudiantes para la universidad.

Fray Lency, aunque siempre presente, ya no está visible entre nosotros. Está con sus “lascados”, los que le precedieron en la gloria. Está finalmente junto al Resucitado que no escondió sus llagas de maltratado. Después de tanta lucha, fray Lency no murió, fue a atender una llamada de Dios que le susurró:

“Mi querido hijo, Lency, ¡cómo te esperaba! Vienes cansado, con el cuerpo muy gastado. Ahora estás conmigo y te llevaré a la fuente de la eterna juventud donde todos tus hermanos y hermanas “lascados” te están esperando. Y cual águila que renueva todo su cuerpo, revivirás. Y más aún, resucitarás para estar eternamente con nosotros, con esos ‘hermanos y hermanas mías menores’ en los cuales yo estaba presente y en los que tú me serviste. Ahora ya no padecen, ya no lloran ni se lamentan pues todo eso pasó”.

“Ven, mi querido hijo Lency, ven, te esperaba desde siempre. Cumpliste tu misión como la mía cuando peregrinaba entre los pobres y necesitados de Palestina. Ven, quédate con nosotros para siempre, tiempo que no tendrá fin, en un nuevo Cielo y una nueva Tierra donde ya no habrá más humillados porque serán todos hermanos y hermanas, mis hijos e hijas queridos”.

Leonardo Boff

Portal Koinonia.