Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

¿Qué puede hacer usted si está deprimido?

LA DEPRESIÓN es fuente de graves problemas para millones de personas hoy día.
¿Le afecta a usted o a personas a quienes usted ama? ¿Qué puede hacer, ya sea para usted mismo o para otros, para aligerar la aplastante carga de la depresión?
Probablemente le será beneficioso al deprimido considerar sus circunstancias angustiosas con alguien con quien tenga una amistad estrecha. El ver una experiencia penosa a través de los ojos de otro puede ayudarlo a desarrollar un punto de vista más práctico.
A menudo el hacer tan solo eso produce cierto alivio de la depresión. A veces los individuos llegan a estar deprimidos debido a la frustración que les ocasionan sus tareas diarias monótonas y aburridas.
¿Describe esto la situación de usted?
Si es así, puede que el hacer unos cambios sencillos en el orden de su rutina regular resulte beneficioso. Por ejemplo, el hacer frente a las tareas menos agradables más temprano en el día le dejará las horas más tardes para actividades de las cuales disfruta más.
Otra cosa que puede hacer de vez en cuando es dejar momentáneamente su actividad actual y hacer algo enteramente diferente. Algo tan sencillo como el dar un paseo, un período breve de ejercicio, o el irse por un fin de semana o de vacaciones a una zona de alrededores o ambiente diferente puede ser muy eficaz para disipar la melancolía.
Hay una cosa que las personas deprimidas tienen que esforzarse por vencer y ésta es la tentación de apartarse de otras personas y “vegetar” en un campo de desesperación. El mantenerse ocupadas en algún servicio útil, algún trabajo o estudio hecho por afición o alguna otra clase de actividad ayudará a las personas desconsoladas a alejar su mente de las circunstancias desagradables.

Cuando se sienta indigno y culpable
¿Qué hay acerca de los sentimientos de incompetencia, falta de mérito y culpabilidad que frecuentemente acompañan a la depresión? ¿Pudiera ser que las normas mundanas del “buen éxito” lo hayan hecho creer que de algún modo usted no se eleva a la altura de otros?
Valdrá la pena considerar el punto de vista bíblico de este asunto.
La Biblia nos asegura que lo que el mundo considera popular, relumbrante y atrayente “no se origina del Padre [Dios], sino que se origina del mundo.” (1 Juan 2:15, 16)
Las Escrituras también aclaran el hecho de que todos tenemos cualidades positivas que pueden servir en beneficio de otros.

En cuanto a la actitud correcta que deben abrigar los cristianos, el apóstol Pablo escribe:
“Porque el cuerpo, en realidad, no es un solo miembro, sino muchos. Si el pie dijera: ‘Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo,’ no por esta razón deja de ser parte del cuerpo. Y si la oreja dijera: ‘Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo,’ no por esta razón deja de ser parte del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde estaría el sentido del oído? Si todo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado a los miembros en el cuerpo, cada uno de ellos, así como le agradó. El ojo no puede decir a la mano: ‘No tengo necesidad de ti’; o, de nuevo, la cabeza no puede decir a los pies: ‘No tengo necesidad de ustedes.’ Antes bien, con mucho el caso es que los miembros del cuerpo que parecen ser más débiles son necesarios.”—1 Cor. 12:14-18, 21, 22.

Respecto a la tendencia de hacer las cosas de un modo incorrecto, las Escrituras ponen a todas las criaturas humanas en el mismo nivel. “Todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios.” (Rom. 3:23)
El vocablo bíblico “pecar” significa “errar el blanco” en el sentido de no reflejar perfectamente las cualidades de la personalidad de Dios. Esta tendencia se extendió a toda la humanidad de la primera pareja humana, Adán y Eva. (Rom. 5:12)
Cuando uno tira a un blanco y yerra, poco importa si el error se debió a haber tirado arriba, abajo o a un lado o al otro del blanco. Se calcula que uno simplemente erró el blanco. Así mismo, a los ojos de Dios, las propias debilidades heredadas de uno no lo ponen en un nivel inferior al de sus congéneres.

Respecto al consuelo que se puede conseguir al hablar con un amigo confiable, el rey David, que sufrió muchas penalidades, dijo acerca del Creador: “Jehová está cerca de los que están quebrantados de corazón; y a los que están aplastados en espíritu él los salva.” (Sal. 34:18)
Es especialmente beneficioso acercarse a Dios en oración durante tiempos de angustia.
¿Lo hace usted con regularidad?—1 Tes. 5:17.

¿Qué pueden hacer los parientes y amistades para ayudar a los individuos deprimidos?
Los que desean ayudar deben evitar decir bruscamente tales cosas como: “¡Anda, déjate de eso y anímate!” Sería mucho más provechoso prestar atención al consejo bíblico: “Hablen confortadoramente a las almas abatidas.” (1 Tes. 5:14)
Una manera de hacer eso es notar las cosas que hacen bien y dar encomio. Para ayudar a las personas que han perdido toda confianza en sí mismas, algunos les han pedido que hagan tareas sencillas que obviamente pueden cumplir. Entonces les proveen cosas más difíciles que hacer, así gradualmente volviendo a edificar la confianza de la persona deprimida en sí misma.
¿Hay alguien a quien usted pudiera ayudar de esta manera?

Pero ¿qué hay si estas sugerencias no producen mucho mejoramiento? ¿Qué otra clase de tratamiento hay?
Al tratar a los mentalmente deprimidos se ha probado todo desde la bondad hasta los horrores.
Actualmente, cuando los médicos no pueden ayudar a una persona a tener un mejor estado de ánimo empleando la sicoterapia, puede que recurran a “terapias de choque.” Estos procedimientos datan desde temprano en los años treinta.
Allá en 1933 Manfred Sakel introdujo en la sicoterapia el choque provocado por insulina. Dos años más tarde un siquiatra de Budapest, Van Meduna, empleó metrazol para producir convulsiones parecidas a las de la epilepsia.
En muchos casos estos tratamientos de choque hacían que los pacientes dejaran de tener los síntomas de la depresión grave por un período. Sin embargo, para que el choque de insulina fuera lo más eficaz posible tenía que durar entre 30 y 50 horas y el paciente exigía atención costosa. El choque provocado por metrazol resultó en una alta incidencia de fatalidades y fracturas.

Estos tratamientos han sido reemplazados en gran manera por la “electrochoqueterapia,” que también se llama la “terapia electroconvulsiva.”
En este procedimiento, que todavía es popular, se aplican corrientes eléctricas al cerebro, que convulsionan al cuerpo. Por lo general se le da al paciente una droga antes del tratamiento para que no sienta nada. Sin embargo, después de la electrochoqueterapia el paciente se halla en un estado mental confuso, y en algunos ha producido amnesia que ha durado por varias semanas, y también ha causado daño permanente al cerebro.
Además, como se hace notar en el libro The History of Psychiatry: “Los tratamientos de choque solo efectúan una liberación de los síntomas. No llegan a los disturbios sicológicos básicos que son la razón fundamental de la enfermedad.”

Otro modo de tratar la depresión es la sicocirugía.
En ésta se cortan ciertas fibras nerviosas que unen los lobos frontales del cerebro al tálamo. Si se efectúa esta operación con buen éxito puede resultar en aliviar al paciente de la tensión y ansiedad.
No obstante, ha hecho que algunos pacientes pierdan contacto con su pasado y se hagan pasivos y lleven una existencia casi vegetativa. Y una vez que se haya ejecutado la sicocirugía, no se puede volver al estado anterior.

Puesto que los primeros métodos de tratar la depresión a menudo no dieron buenos resultados, algunos médicos empezaron a considerar la enfermedad desde una dirección enteramente diferente.
¿Qué está envuelto en esto?

Estado químico defectuoso del cuerpo
En un esfuerzo por tratar la depresión desde el punto de vista de la química del cuerpo humano, los científicos han desarrollado ciertas “drogas antideprimentes.” Estas no son sedantes que induzcan al paciente a depender de ellas. Con muy raras excepciones se puede descontinuar o reanudar el uso de estos medicamentos antideprimentes sin efectos adversos.
¿Cómo combaten la depresión estas drogas especiales?
Los científicos han notado que las sustancias químicas que se llaman “aminas biógenas” están muy concentradas en la parte del cerebro que domina los genios. “Hay evidencia bastante sólida,” explica el Dr. Nathan Kline, “de que en los individuos deprimidos ciertas ‘aminas biógenas’ o no se producen en cantidad suficiente o se destruyen con demasiada rapidez.”
Se ha desarrollado un grupo de drogas, que en inglés llaman “MAOI’s” (“monamine oxidase inhibitors”), para dilatar la descomposición de las aminas que parecen ser necesarias para mantener un genio agradable. Un medicamento, carbonato de litio, ha dado buenos resultados en equilibrar los estados alternados de alegría y depresión de los maniacodepresivos.

En cuanto a los méritos de las drogas antideprimentes, el Dr. Kline escribe:
“Ciertamente, cuando la sicoterapia extensa no ha podido mitigar los síntomas, hay razones sólidas para probar el medicamento antideprimente. Un modo de verlo, y uno que se está adoptando cada vez más, es que primero debe probarse el medicamento. En muchos casos resulta que esto es todo lo que se necesita. No es cosa rara el que el medicamento resulte provechoso en combinación con la sicoterapia. Después de todo, una persona deprimida no es el mejor sujeto del mundo para una sicoterapia intensa.”

No obstante, hay muchas personas, tal vez el 40 por ciento de las personas deprimidas, que no responden a estas drogas. Además, los medicamentos tienen desagradables efectos secundarios y pueden ser peligrosos si no se usan bajo la supervisión cuidadosa de un médico.
Una medida razonable de seguridad que se podría tomar con respecto al funcionamiento correcto del cerebro sería asegurarse de que el cuerpo esté recibiendo la nutrición correcta.
Después de citar evidencia de que la depresión resulta cuando hay deficiencias de vitaminas y otros elementos nutritivos, el bioquímico Roger J. Williams hizo notar en su libro Nutrition Against Disease: “La idea que nos parece la más segura suponer es que las células del cerebro necesitan toda sustancia nutritiva esencial y que si no reciben una cantidad adecuada de cualquiera de éstas habrá dificultad.”
Por supuesto, esto de ninguna manera sugiere que una persona simplemente debe atracarse de una variedad de cápsulas de vitaminas escogidas al azar. Los requisitos para una nutrición óptima a menudo varían de persona en persona. Sería prudente conseguir consejo perito en cuanto a cualesquier deficiencias de esta clase que usted debiera corregir. Sin embargo, éste es un modo de abordar la depresión que a menudo se pasa por alto pero que a veces da buenos resultados.

La cura permanente de la depresión
Si usted padece de depresión, tal vez una sugerencia ya mencionada, o una combinación de varias de ellas, le suministre algún alivio. Sin embargo, ya está a la mano una cura permanente de todas las enfermedades de depresión.
¿Qué es?

Como ya se hizo notar, la razón básica por la cual el cuerpo humano es defectuoso y está sujeto a diferentes enfermedades, incluso la depresión, es que toda criatura humana ha heredado el pecado.
Según las Escrituras, el sacrificio de rescate de Jesucristo quitará el pecado heredado y con el tiempo hará que desaparezcan todas las enfermedades que afligen a la humanidad.—Isa. 33:24; Col. 1:14; Rev. 21:1-5.

Las Escrituras también nos aseguran que todo aspecto desagradable de la sociedad humana desaparecerá cuando el gobierno del reino celestial de Dios reemplace los gobiernos políticos humanos con la gobernación divina de la tierra. (Dan. 2:34, 44)
En la profecía bíblica se incluye la depuración de la Tierra entre los acontecimientos que han de realizarse durante la generación actual.—Mat. 24:3-8, 14, 32-34.

Ahora mismo, antes del cumplimiento completo de estas promesas seguras, la Biblia puede ayudar a eliminar la depresión profundamente arraigada.
¿Cómo?
Bueno, las personas que viven en armonía con los principios bíblicos están en condiciones de brindar uno de los elementos más importantes en el tratamiento de trastornos mentales.

Según las Escrituras, las personas que practican el cristianismo verdadero obedecen el consejo: “Vístanse de los tiernos cariños de compasión, bondad, humildad de mente, apacibilidad y gran paciencia. . . . Pero, además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión.” (Col. 3:12-14)
Ciertamente las personas deprimidas hallarán provechoso asociarse con personas que viven en armonía con estos principios.

Un presidente del Fondo para el Estudio de la Salud Mental en Londres dijo:
“Con mucho el descubrimiento más significativo de la ciencia mental es el poder del amor para proteger y restaurar la mente.”

Vez tras vez los testigos de Jehová han notado cuán eficaz es el conocimiento de la Biblia y la aplicación de sus principios para elevar a la gente de su estado deprimido. Por ejemplo, una señora del occidente de los Estados Unidos escribe:
“Estaba en un estado mental muy abatido, deprimida, y había abrigado ideas de suicidarme. Me dirigí a los testigos de Jehová y empecé a estudiar la Biblia seriamente. Fue como si Dios hubiera contestado mi oración. Mis depresiones y solitud desaparecieron y se desarrolló en mí una nueva esperanza, a saber, la de servir a Jehová. Hoy día me siento feliz como testigo de Jehová, pues sé que hay una razón verdadera por la cual vivir y que mis hijos pueden tener la esperanza de una vida mejor. Le doy gracias a Jehová por su bondad amorosa.”

¿Le gustaría a usted saber más acerca de cómo Dios pronto reemplazará este sistema de cosas deprimente con un sistema nuevo de paz y felicidad?
Esta información, junto con principios sólidos para una vida cotidiana feliz, se hallan en la Biblia.

¿Le agradaría a usted familiarizarse más con la Palabra de Dios?
A los testigos de Jehová les dará mucho gusto ayudarle a hacer eso.

[Ilustración de la página 9]
¿Le ayudaría a encararse con la depresión si hablara con alguien en quien confía?

Fuente de consulta:
jw.org