Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día miércoles 4 de noviembre del año 2015.

“Examinando las escrituras.”
Texto del día miércoles 4 de noviembre del año 2015.

Si no tiene lo suficiente para una oveja, entonces tiene que traer dos tórtolas
(Lev. 5:7).

En el antiguo Israel, los sacrificios eran la base para recibir el perdón de pecados y la aprobación de Jehová. Algunos eran obligatorios, mientras que otros eran voluntarios
(Lev. 23:37, 38).
Las ofrendas quemadas, en las que se ofrecía el animal completo a Dios, podían ser sacrificios voluntarios, o dádivas, hechos a Jehová. Él comprendía que no todos podrían ofrecer lo mismo, así que esperaba de cada cual solo lo que sus circunstancias le permitieran.
Su Ley estipulaba que se ofrecieran animales y se derramara su sangre, pues estos sacrificios eran “una sombra de las buenas cosas por venir” a través de Jesús
(Heb. 10:1-4).
Ahora bien, Jehová era flexible y comprensivo. Por ejemplo, si un israelita no podía ofrecer un animal del rebaño o de la vacada, aceptaba que le ofreciera unas tórtolas en su lugar. De este modo, hasta los pobres tenían la oportunidad de hacer sacrificios
(Lev. 1:3, 10, 14).

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower