Texto publicado por Ana López

El misterio de la gasolinera

Una mujer salía un día tardisimo de la oficina. Camino de casa se dio cuenta de que se estaba quedando sin combustible, así que paró a poner gasolina. Mientras lo hacía, se percató de que un hombre sudoroso con muy mala pinta había parado dos surtidores más allá y la observaba fijamente. Empezaba a ponerse nerviosa. De repente, el hombre gritó:
<<¡¡Eh!! ¡¡Eh!! ¡¡Eh!!>>. Ella se asustó, puso la manguera en su sitio a toda velocidad y subió en el coche con el corazón a mil. Cuando al cabo de unos minutos comenzó a tranquilizarse, riéndose de ella misma y de la situación, de nuevo el corazón le dió un vuelco. ¡¡El mismo hombre la estaba persiguiendo con su coche, a toda velocidad, dándole luces y pitando!!
Aceleró como nunca en su vida. El perseguidor hizo lo mismo y puso su automóvil en paralelo al suyo. A través de la ventanilla podía ver cómo, con expresión desencajada, parecía gritarle como un loco.
Aceleró todo lo que pudo intentando huir. Consiguió llegar a la puerta de casa, frenó bruscamente y salió del coche corriendo y gritando: <<¡¡Socorro!! ¡¡Socorro!!>>. Tras de sí escuchó como el hombre, que también había bajado de su coche, exclamaba:
<<¿¡Qué querías hacer con esto maldito desgraciado!?>>.
En ese mismo momento, el marido de la mujer salió de casa alertado por el escándalo. ¿¡Qué ocurre, cariño!?. Ella lloraba desconsoladamente. Se giró para señalarle al loco que la perseguía. La escena era de película. El hombre en cuestión había sacado a un tipo del asiento trasero del coche de la mujer quitándole de las manos un cuchillo de casi un palmo. <>.

Ya que estamos con halloween pues aquí va algo para empezar.

Yo esta tarde he ido a la tienda a ver que me pillo para mañana y me he probado un sombrero de bruja, pero voy a disfrazarme de vampira, hasta me pondré el hilillo ese de sangre por la boca y todo eso. jojojo ala a pasar mucho miedo mañana, y cuidado con los huevos.