Texto publicado por TifloFernando

Niñ@s Populares y Niñ@s Impopulares...

Muy buenas amigos y amigas lectores y lectoras habituales de mis Publicaciones en BlindWorlds:

Me voy a permitir compartir con todos vosotros, una Publicación (Post) extraída de un Blog que me parece imprescindible para Información sencilla para Padres y Madres; Pedagogos y Psicólogos Infantiles; Maestros de Niños y Adolescentes y en general
para todo aquél interesado en la parte de la Pediatría que se encarga de los problemaas no directamente derivados de la Patología Clínica Infanto juvenil...

"Pediatría Social"; que forma parte de la Asociación Española de Pediatria y que se dedica a los problemas sociales de los niños.

En esta ocasión comparto con vosotros un Tema de gran actualidad y con graves repercusiones:

"Niños populares y niños impopulares"

Es normal escuchar a los padres o abuelos o familiares, sentirse orgullosos por la Inmensa Popularidad que su Peke tiene en el Colegio, en sus actividades deportivas y en su vida social...

Un niñ@ "Popular" requiere una observación cuidadosa del mismo, antes de emitir cualquier opinión...Y sobre este peliagudo Tema llamo vuestra atención.

Ya que podría estar sometiendo a otros iguales a un Acoso Escolar, o ser él mismo una Víctima del Acoso Escolar.

Es el instante preciso que como decía un Post de Junio de 2012, leído por mí entonces, extraído de una Bitácora "Contra el Acoso Escolar o Bulling":

Decía su Título: "Cuando un adulto debe colocarse en los zapatos de un niño"

"Nuestra cultura consumista y ambiciosa, nos lleva en ocasiones a crear mentes torcidas emocionalmente desde tempranas edades..."

En aquel magnífico Post, hacían referencia al Suicidio de un niño de 12 años (Boricua; Puerto Rico) y se hacían muchas PREGUNTAS que siguen resonando en mi cerebro:

"...¿Qué lleva a un preadolescente de apenas doce años a tomar la terrible decisión de colgarse del tubo de la cortina de su cuarto de baño? ¿Cuánto dolor alberga un inocente niño para decidir privarse de la vida? ¿Qué realmente rodeó a ese infante para que llegara a tan terrible final?

Son estas y más las preguntas que llegan a mi mente, pero aún más el dolor de saber que ese niño fue víctima de los prejuicios de los adultos, reflejados y mal educados en otros niños, incapaces de reaccionar con sabiduría y discernimiento, acosándole vilmente hasta llevarlo al suicidio..."

«CONTRA EL ACOSO ESCOLAR O BULLYING

La presente bitácora, pretende recoger noticias, documentos, casos reales y toda aquella información conducente a formar, informar,
denunciar y a paliar los efectos devastadores de este terrorismo socio-escolar. ».

Es evidente que no todos l@s niñ@s ¡Populares! entran en la categoría de acosar o ser acosados; Pero nos permite pensar en el Grave Problema de l@s niñ@s IMPOPULARES.

Deseaba compartir con vosotros este Tema de lo@s niñ@s POPULARES y los IMPOPULARES...

Pues por propia experiencia puedo afirmar que se puede pasar de uno a otro Grupo y lo compruebo en l@s Pekes a diario.

Con gran cariño, TifloFernando.

..

Pediatría social
(https://pedsocial.wordpress.com)

Blog de la Sociedad Española de Pediatría Social

Este blog se edita desde la Sociedad Española de Pediatria Social, formada por pediatras con dedicación a los problemas sociales de los niños.
La SEPS forma parte de la Asociación Española de Pediatría. Las opiniones que aparecen en este blog corresponden a sus firmantes.

Niños populares y niños impopulares

14 mayo 2015 at 7:01

La fortuna reparte características personales a veces muy por encima de la voluntad de la gente. A los niños les pasa: unos caen bien y otros no.

Las capacidades sociales de cada niño van a reflejarse en su relación con los demás pero, sobre todo, en el impacto que tienen sobre los otros. Evidentemente la popularidad no tiene porqué ser un problema, aunque sí un condicionante en otras áreas del comportamiento y, a menudo, un elemento que incide negativamente sobre la impopularidad de otros a los que pueden hacer víctimas ocasionales de bromas y chanzas para mantener el propio prestigio social. Los niños impopulares se van a ver abocados a una existencia de aislamiento pobre autoestima, ansiedad y depresión a partir de las actitudes activas y pasivas de sus compañeros de clase o, incluso lamentablemente, del profesorado. Puesto a darle nombre a la situación, se ha dado en calificarla de disfunción adaptativa social infantil, uno de esos términos que les chiflan a los psicólogos.

Etiología. En la impopularidad de los escolares participan múltiples factores, la mayor parte del propio niño y algunos otros de su entorno familiar y social.

Los niños con dificultades como el déficit de atención, torpeza en sus movimientos y gestos como en los retrasos de la psicomotricidad, los trastornos del lenguaje como la tartamudez o síndromes preautistas, van a impedir en desarrollo de unas capacidades sociales suficientes. Las cualidades del carácter como la timidez, la incapacidad para superar dificultades, la agresividad, sea esta primaria o reactiva a la actitud de los demás, o la peculiaridad o el inconformismo pueden despertar en los coeducandos fenómenos de rechazo. Además, las características físicas como un fenotipo peculiar, ser poco agraciado, obeso, excesivamente alto o desarrollado para su grupo, tener algún defecto físico que pueda atribuirse, erróneamente o no, a descuido o poca higiene, como el acné o la sudoración excesiva, contribuyen al desarrollo de las dificultades.

Otros motivos de popularidad e impopularidad pueden originarse en el entorno familiar y social como es la pertenencia a minorías étnicas o confesiones religiosas que tengan otras concepciones de las relaciones sociales que contribuyen a singularidades que alejan al niño o niña del común de sus compañeros.

La crueldad propia de la inmadurez de los niños, todavía no controlada por la educación y el conocimiento, puede hacer de signos sutiles y menores una apreciación de singularidad rechazable. Los niños pueden decidir que un compañero es “rarito” por factores tan circunstanciales como que se haya incorporado al curso más tarde, vista de forma poco convencional para el medio o tenga costumbres relacionales más o menos insólitas por su origen social, étnico o nacional, como una expresión de xenofobia social, de rechazo al nuevo, ajeno, extraño, extranjero.

Manifestaciones. El niño o la niña impopular pueden mostrar las características que conforman el cuadro de la disfunción adaptativa social que incluye desde dificultades para iniciar el contacto con los otros hasta incapacidad para mantenerlo o saber concluirlo.

Es el niño que no sabe decir ¡Hola!, que no es capaz de seguir el juego y la charla de los otros con fluidez y que luego se cuelga a ellos y se hace “pesado” hasta el extremo de la pegajosidad. Puede tener dificultades en anticipar las reacciones que su actividad o presencia genera y no sabe crear una imagen de sí mismo atractiva para los otros. No verbaliza bien sus sentimientos o no es capaz de comprender los sentimientos de los demás, no contribuye a esfuerzos colectivos y, en cambio, se muestra exigente o demanda atención y ayudas a las que no corresponderá con reciprocidad. También puede ser inoportuno en sus relaciones llegando o proponiendo acciones fuera del “tempo” de los otros. Puede ser incapaz de entender el argot del grupo y tardo en expresarse como ellos. Su participación en actividades de equipo como las deportivas se ve limitada por su torpeza o falta de habilidad por lo que resulta relegado en esas áreas. De alguna forma va a ser considerado por sus compañeros como “pesado”, “estúpido”, “raro”, “torpe” o, simplemente “feo”. Secundariamente a su impopularidad puede mostrar los signos y síntomas de retraimiento, baja autoestima, ansiedad, conductas anómalas o fenómenos depresivos. Los comportamientos pueden ser interpretaciones erróneas de mecanismos de defensa que empeoran la situación como la agresividad o, al contrario, la sobreactuación hasta hacerse el payaso del grupo. La impopularidad puede repercutir sobre el progreso académico y agravar los problemas de adaptación escolar.

El relato de los problemas puede ser aportado por los padres y ocasionalmente por el propio niño o niña en el curso de una consulta por otros motivos. El facultativo debe indagar la situación de la habilidades sociales de los niños en la visitas rutinarias inquiriendo sobre si tiene amigos, cual es su relación con ellos, cual es el “ranking” de popularidad de la clase y como se sienten ellos situados. Se puede explorar el comportamiento en relación con actividades deportivas, cual es la participación y qué lugar ocupa, si acaso, en los equipos. Igualmente sobre la participación en actividades lúdicas como excursiones, colonias o actividades extraescolares.

Además puede recabarse información de la familia, los hermanos u otros niños compañeros así como del medio escolar.

Tratamiento. La disfunción adaptativa social requiere una aproximación multifactorial dependiendo de los factores que más incidan en su causa. Los problemas somáticos, defectos sensoriales, deficit de atención o retrasos del desarrollo, requerirán su tratamiento específico. Las recomendaciones a la familia deben incluir un explicación cuidadosa de lo que son las capacidades sociales de relación, lo que puede precisar más de una conversación, ayudada de ejemplos concretos de situaciones. En los niños más pequeños es importante que los padres acompañen al niño en la escuela o jardín de infancia y participen en su integración en el grupo.

El niño debe ser informado, en la medida de sus capacidades según su edad y su desarrollo de lo que representa su relación con los demás. Se debe intentar identificar uno o más amiguitos con los que intentar establecer lazos de compañerismo y amistad.

Es importante establecer una intercambio de pareceres con el profesorado solicitar el establecimiento de medidas para evitar que el niño pueda ser víctima de agresiones, burlas o abusos por parte de los otros niños. Debe evitarse poner a los niños en situaciones de compromiso para las que no puedan estar preparados y proporcionar a la familia ideas que reduzcan la singularidad del niño en cuanto a sus características físicas, sus ropas o sus actitudes. En la medida de lo posible es conveniente el desarrollo de capacidades y habilidades que puedan hacer al niño más atractivo para sus compañeros, aunque evitando detalles que puedan parecer serviles o coactivos como llevar regalos o caramelos para congraciarse con sus compañeros. Al mismo tiempo es importante reforzar la propia identidad del niño haciéndole ver que no todo el el mundo es igual y que la singularidad es coexistente con la propia estima e identidad.

En algunas situaciones puede ser necesario el soporte psicoterapéutico y la aparición de signos o síntomas de trastornos del humor, depresión o actitudes maníacas será indicación de tratamiento psicofarmacológico. No se trata de medicalizar las relaciones sociales de los niños sinó de encontrar los problemas y adaptarles las soluciones.

X. Allué (Editor)

Written by pedsocial

Tagged with Bullying, escuela, Niños populares e impopulares.

Construye un sitio web con WordPress.com