Texto publicado por Carinosanto

"CERRANDO CÍRCULOS"

CERRANDO CÍRCULOS POR PAULO COHELLO

ES PRECISO SABER CUANDO SE ACABA UNA ETAPA DE LA VIDA.

Si insistes en permanecer en ella, mas allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. O cerrando puertas. O cerrando capítulos. Como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminas con tu trabajo? ¿Se acaba la relación? Ya no vive más en esa casa? ¿Debes irte de viaje? ¿La amistad se acaba? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente revolcándote en los "porqués"; en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, todos y todas, estamos abocados a ir cerrando capítulos. A pasar la hoja. Al terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir para adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió.

Y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

No. Los hechos pasan y hay que dejarlos ir.

Por eso a veces es tan importante romper fotos, quemar cartas, destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa. Papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse.

En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir solo lo que tenemos en el presente. El pasado ya paso. No esperes que te devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quien eres.

Suelta. El resentimiento, el prender su televisor personal para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si andas por la vida dejando puertas abiertas, por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.

Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de regresar... ¿a que?,
necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. Así puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo! Si no, déjalo ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que NO, que no vuelve. Pero no por orgullo ni por soberbia sino porque tú ya no encajas allá, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio, tú ya no eres el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a qué volver.

Cierra la puerta, pasa la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo ni el entorno al que regreses será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo, por lo tanto es costumbre vivir pegado a él y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr, porque, te repito, nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero... cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacude, suelta... Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará, definitivamente, a seguir para adelante con tranquilidad. ESA ES LA VIDA

La mejor manera de liberarse de situaciones desafiadoras siempre, es dejando ir su apego emocional, no apegarse más a sus deseos y hábitos condicionados, lo cual puede ser un proceso difícil pero es uno que vale la pena hacer de corazón y con determinación. Queridos míos, el dejar ir no significa decir adiós a sus responsabilidades o que dejen de importarles. Significa que comprenden que ustedes no son sus pensamientos ni sus reacciones emocionales, deseos y anhelos, que ninguna situación los define, y que no son tampoco ni su carácter ni sus patrones condicionados. Ellos son tan sólo pensamientos, emociones, sentimientos, que dejan una impresión en su percepción sensorial. Ya saben que no está bien continuar apoyándolos más allá de lo que son, ni apoyar una versión fragmentada de nuestro yo verdadero auténtico.

El cambio puede ser difícil, pero no deben temerlo. Sólo porque se sienten cómodos y seguros donde están ahora no significa que sea todo lo que es. Si no se aventuran más allá de su zona de comodidad nunca llegarán a saber cuánto más pueden llegar a ser.

Cuando se apegan a propósito a las cosas, aunque piensen que es bueno para ustedes hacerlo, podrían estar influenciando la razón por la que no están atrayendo más, algo mejor que promueva el crecimiento y el desarrollo a todo nivel. Hay gente allá fuera que cree de verdad que el apegarse a algo o a alguien es una demostración de una gran fortaleza, pero el dejar ir requiere mucho más. Queridos míos, es importante comprender que el dejar ir los alienta a vivir en un estado de mente más armónico y los asiste a restaurar el equilibrio en todo su ser. El dejar ir permite a otros ser completamente responsables de sí mismos, y les permite ser responsables de sus acciones y elecciones, sacándolos de situaciones y eventos que no les pertenecen. Cuando dejan ir se dan a sí mismos el obsequio de vivir con menos estrés.

Muchos queridos seres siguen pensando que para dejar ir deben ceder algo. Recuerden, sea lo que fuere aquello a lo que se están aferrando, eso no es suyo realmente en primer lugar. Los alentamos e instamos a que abracen el cambio sin menospreciar sus propios valores o creencias personales. Cuando se permiten dejar ir un sentimiento, una situación, o inclusive una persona que los estaba reteniendo atrás previniéndolos de crecer o de ser su yo auténtico, tienen mucho mayor campo para amar, para ver, para apreciar y para que no tengan los bolsillos vacíos sino que estén llenos del universo que abraza todo.

Queridos míos, la clave es no identificarse a nivel personal con lo que está sucediendo en su interior. Cuando están agitados, déjenlo ser. Ya se están viendo confrontados con muchas cosas y una de ellas es no dejarse ir con la turbulencia o el malestar, sino dejarlo pasar. A medida que dejan pasar sus emociones y sentimientos están también al umbral de la liberación…al despertar a la paz interna y el silencio dorado. El ser testigos de los procesos internos de su yo mental y emocional sin quedarse atrapados en ellos les indica que se están acercando a la ilimitada liberación.

El dejar ir les trae su libertad. Sólo porque se sienten insatisfechos en su vida o situación actual no significa que tengan que actuar al respecto. Dentro de ustedes tienen la habilidad para darle un giro positivo a cualquier situación para lo mejor. No importa qué haya sucedido en el pasado, y aún cuando ese pasado haya sido ayer no están atados por él, ni están atados por sus condicionadas maneras de hacer las cosas ni por sus anhelos o sus ideales y suposiciones acerca de sí mismos.

El trabajo genuino e inmediato de liberarse a sí mismos de cualquier cosa que los haya estado desanimando requiere que se vean a sí mismos embrollados con los pensamientos, emociones, sentimientos e inclusive con su percepción, y luego cambiar su enfoque a uno de existir solamente, uno que está viendo lo que está sucediendo al tiempo que dejan pasar los embrollados pensamientos, emociones y percepciones para que se disuelvan por sí mismos, y sin reaccionar con ninguno de ellos ni asumir que una parte de ellos son ustedes.

Dejando ir y dando fin a la necesidad de aferrarse tomará tiempo. Tienen que estar dispuestos a comprometerse a refinar su yo, a mejorar su visión interna dando pasos consistentes y graduales que aunque parezcan repetitivos, son necesarios. Con cada paso, queridos míos, se conducirán a la libertad interna. Y esa libertad interna alienta un sentimiento de júbilo y los faculta para que amen más puramente y se vuelvan más eficaces en su vida y en lo que pueden dar altruistamente a la vida.

Piensen cuáles áreas en su vida están arrastrando. ¿Hay algo a lo que se están aferrando que esté causando a la vez estancamiento? Practiquen el proceso inmediato de la libertad dejando ir y volviéndose menos dependientes e inseguros. Luego reconozcan cómo volviéndose menos embrollados, les trae una mayor libertad a medida que permiten pasar lo que les preocupa, los entristece o lo que obstaculiza su crecimiento.

Recuerden que cuando dejan ir, no están cediendo. Están simplemente aceptando que es hora de avanzar sin la enorme muestra de emociones que acaban agotándolos – avanzar adelante pacíficamente, con amor y aprecio a cada paso.