Texto publicado por Cyndi del Río

Nota: esta publicación fue revisada por su autor hace 8 años.

Mi pequeña historia

Ya que está mucho esto de las biografías, quiero contarles una historia de vida...

Nací a los 9 meses de gestación un miércoles, 10 de septiembre del año de 1997. Mis papás estaban emocionados por mi llegada, ya que iba a ser la primera hija. Fui un mega monstruo de 57 centímetros y 4 kilogramos, y no se dieron cuenta de aquella discapacidad que me cambiaría la vida hasta 2 días después de mi nacimiento.

padecía glaucoma congénito en ambos ojos, por lo que mis padres debían de prepararse para ayudarme a salir adelante como una niña débil visual.

Mis papás viajaban mucho por aquél entonces. mi papá trabajaba en la aduana como federal, entonces andábamos por muchas ciudades. estuve en mexicali, Tijuana, el Distrito Federal, Acapulco, y una ciudad de Veracruz de la cuál no recuerdo el nombre. Siempre buscando lo mejor para mí. Pero como mi mamá no encontró nada que ella pensara que pudiera ayudarme lo suficiente, entonces intentamos estabilizarnos en Monterrey. cuando yo tenía 2 años, me dio una especie de infección. Cuentan que no quería jugar, que estaba siempre triste. Mi papá ya estaba en Nogales, Sonora, esperándonos. Supuestamente mi mamá me iría a checar al doctor y después de la cita partiríamos para Nogales. El problema fue que el doctor les comentó que tenía una infección en mi ojo derecho, la infección se llamaba "Meningitis orbital", y si no me lo quitaban... podía incluso perder la vida. Entonces, me llevaron de urgencia a quirófano para retirar mi ojo derecho.

Mi papá se regresó de Sonora, canceló todo e incluso renunció a su trabajo, porque yo pasaría mucho tiempo en el hospital. En realidad, duré como 2 meses internada. Lo bueno de esto es que al fin mis padres tuvieron la estabilidad para que yo pudiera desarrollarme plenamente en la misma ciudad de donde ellos eran.

Aprendí a leer a los 2 años. Empecé a leer braille, aunque tenía un pequeño resto visual. Esto fue porque la poca visión que tenía no me podía ayudar a leer como una persona normovisual lo hace. También entré a los 2 años al jardín de niños, fue una experiencia maravillosa. Hice muchos amigos, las maestras me trataban con normalidad y ahí fue donde descubrí mi pasión por la música.

A los 3 años empecé a tocar el piano, y al mismo tiempo me llevaron a la biblioteca central para que empezara a tener nociones de lo que era una computadora. ¡Me daba mucho miedo la voz del jaws! Recuerdo que solo aprendí lo que era el teclado, cómo usar el word y sus funciones básicas e incluso me dejaban tocar la impresora braille... pero esa no me enseñaron a usarla.

A los 5 años ingresé a la primaria, en realidad iba a cumplir 6 en un mes después. tengo el grandísimo orgullo de que siempre tuve las calificaciones más altas hasta quinto de primaria. Cursé en 2 primarias diferentes, ya que cuanto estaba en tercero me movieron a una que estaba más cerca de mi casa porque en la que estaba antes a parte de ser más lejana, estaba siendo víctima de acoso escolar.

Cuando estaba en primaria me dí cuenta de algo bastante curioso. hacían la comida, y mientras que todo el mundo decía: "¡Huele rico!" yo no tenía reacción alguna. lo mismo pasaba cuando pasábamos por alguna alcantarilla o un lugar donde holiera mal, todos sentían el aroma... todos menos yo. Por más que respirara con la nariz, no sentía absolutamente nada. también, me dí cuenta de que mi oído izquierdo no recibía la misma audición que en el derecho. Me hicieron estudios y cuando estos fueron revelados, el doctor se asustó. Mi cerebro tenía una estructura muy diferente a la de una persona común, por eso ciertas áreas se me desarrollaron más que otras que nunca consiguieron su máximo desarrollo, pero no prestamos mucha atención a eso porque lo que más querían mis padres era salvar la poca vista que tenía.

Cuando entré a la secundaria, mi vista aumentó considerablemente. Aprendí a leer un poco, incluso empecé a reconocer rostros. Me costaba un poco, pero lo hacía. El gusto me duró poco, porque mi glaucoma avanzó a tal punto de que ningún medicamento ya me hacía efecto. Entonces, tomé la decisión de que no quería más mi ojo a los 14 años de edad... y el 16 de enero del 2012, este fue retirado.

Debo decir que aunque ya no tengo mis ojos, fue lo mejor que me pudo pasar en la vida. Antes, como el ojo era muy delicado, me sobreprotegían en extremo. No dejaban que hiciera actividades en las cuáles yo pudiera golpearme la cara o algo así, por miedo. Ahora soy mucho más libre que antes. Es como yo le dije a mis padres, prefiero no ver para no estar encerradita en una caja de cristal... al fin de cuentas, los recuerdos nadie me los quita.

Entré a la preparatoria y me gradué. no fue una de las mejores experiencias, ya que era un ambiente muy diferente, pero también hubo recuerdos bonitos... ¡Como que ahí descubrí que amo la ópera y empecé a cantarla! no fue precisamente en la escuela, pero fue en esos años... y vaya que eso lo voy a agradecer toda la vida.

Ahora, en 3 días exactos, iniciaré clase en la universidad, y seguiré demostrando que sí se puede... que aún con 2 sentidos y medio puedo salir adelante, y que no hay nada mejor que disfrutar la vida siguiendo a nuestros propios corazones en lo que decidamos hacer.

Soy una chica normal, estoy a punto de cumplir 18, tengo un novio, una mejor amiga, unos padres y un hermano menor. ¿qué más puedo pedir? Porque yo no veo ninguna diferencia. Si acaso que no veo, que no puedo holer y que necesito un aparato auditivo, pero ¡venga! Que eso no me impide desenvolverme... porque soy persona, siento, pienso, y existo.

me encantaría ayudar a otras personas con discapacidad que no tienen las mismas oportunidades que yo, a hacerlos levantarse, que no se rindan, y que sobre todo, luchen por sus metas.