Texto publicado por pablo peña

conociendo el sur de méxico

¡holas gente!. últimamente no pude participar en la red, porque anduve de vacaciones, conociendo la parte sur de mi lindo país, y la frontera de méxico con guatemala. escribí un diario, que acontinuación comparto con ustedes, a fin de que vivan lo mismo que yo viví, durante 11 días, si se cuenta el día en que llegamos al punto de salida. este es mi diario, que disfruten de el tanto como yo!. Diario vacacional.
Viernes 17 de julio.
Es el primer día de este tour familiar. El camión llega a las cuatro pasaditas. Todos estamos esperando que llegue, para subir el equipaje y conocer el camión, que será nuestro transporte durante 10 días.
Subimos maletas, bolsas con comida, bolsas con botellas de agua, y todo lo necesario.
El camión tiene en la parte delantera, una hielera, donde debería ir la guantera.
En la mitad del camión, se encuentra la salida trasera, y junto a ella, el baño del camión, que cuenta con lavamanos, retrete, y agarraderas, para los momentos en que no puedas evitar ir al baño, pece que el camión está en movimiento.
Elijo sentarme en el asiento más cercano al baño, por si tengo que ir mientras el camión se mueve, y en parte, por si se me llegara a acabar el efecto de mi medicina.
Los asientos están unidos por pares, y cada asiento tiene su reposa brazos, una palanca para reclinarlo, y en la parte trasera de cada asiento, un par de tiras elásticas recubiertas por tela, para sujetar cualquier cosa que se pueda caer. Además, abajo del respaldo de cada asiento, hay un reposa pies, que no pude entender al principio, pero que después usaría muy seguido.
Encima de nosotros los pasajeros, se encuentra, de cada lado del techo, una hilera de compartimientos, para guardar bolsas de mano, o cualquier tipo de objeto que vayamos a utilizar durante el tour.
Yo decido guardar la hielera de mi medicina bajo mi asiento. Además, enccima de cada asiento, hay dos focos que se pueden prender con un botón cada uno, y dos rendijas móviles para el aire acondicionado.
Además, sobre mi cabeza hay una bosina, y casi sobre mi cabeza, la pantalla del camión, donde pondrán varias películas.
Después de despedirnos varias veces de familiares, y nanchi, el nuevo gato de la casa, subimos todos al camión, y las puertas se cierran.
Tomamos asiento, y unos cuantos comenzamos a pedir algunas pastillas dramamine antes de que el camión salga del pueblo.
No tienen dramamine, pero si pastillas para los mareos. El nombre nunca lo supe, solo supe que eran genéricos. Solo avía seis, por lo que decidimos tomarlas, y más adelante, llegar a comprar las dichosas pastillas dramamine. Salimos del pueblo, y la gente comienza a preguntar por la clave del wi fi. De momento, la clave la usan unos pocos. Más tarde somos casi todo el camión.
Atravesamos unos pueblitos sin importancia en nuestro tour, y llegamos, por fin, a una farmacia. Compran varias dramamine, y todos contentos, seguimos nuestro viaje.
Ponen una película en la televisión.
Entre plática y plática, poca atención le ponemos a la película.
Unos pocos comienzan a comer diferentes cosas de todo el lonche que llevamos.
El primer punto de destino es guaxaca. Está a unas 19 horas del punto de salida, y llegaremos en la mañana. De momento me da algo de sueño.
Decido dormirme.
Me despierto más tarde.
Casi todos están dormidos. Pregunto la razón, y me dicen que ya es de noche. Creo que dormí más de lo que pensé en un principio.
Todos bajaron a cenar mientras dormía, así que me perdí la Sena. Me subieron unas Sabritas de plátano.
Después de mi ligera Sena, no hay nada que hacer, así que toca volver a dormirse. Hasta mañana.
Día 2.
Me despierto con un poco de ruido en el camión. Unos cuantos ya están despiertos. El chofer nos indica que dentro de pronto llegaremos a desayunar.
Hemos llegado a guaxaca, pero aunque ya estamos dentro de la capital, tardaremos cerca de otras tres horas para llegar al hotel donde dormiremos un día, y al restaurante donde hoy y mañana desayunaremos. Dicho hotel queda en el centro.
En el camino al hotel no ocurre nada fuera de lo normal. La familia platica y platica, pero en voz baja porque no todos se han despertado.
Llegamos al restaurante. Teníamos reservadas unas cuantas mesas para toda la familia. Íbamos a desayunar, pero el desayuno hace rato que terminó. Tendremos que pagar la diferencia. No es mucho, y menos cuando se tiene hambre. No sé si los demás estarán tan hambrientos como yo, aunque supongo que no. Yo solo he comido unas Sabritas de plátano desde que me subí al camión.
El desayuno iba a ser un típico desayuno guaxaqueño. Como no llegamos al desayuno, no supe si la comida también era de lo típico, porque lo mismo lo comí en otros lugares del tour.
Comemos, (en realidad estamos desayunando) como plato principal caldo de pollo, que llaman caldo de gallina.
El plato secundario es sesina, con arroz y verduras cocidas con mantequilla.
Como postre, un par de panecitos que no sé cómo se llaman. Parecen profiteroles al tiempo.
Vamos a nuestras habitaciones, y nos bañamos para estar listos. En la tarde “veremos” la guela guetsa.
Mis padres y yo decidimos ir a la plaza que queda frente al hotel.
Empieza a llover y nos metemos a la iglesia de santo domingo.
La iglesia es enorme, pero no la visitamos por completo. Aún nos queda ir a bajar nuestras cosas, y alistarnos para el evento de la tarde.
Solo visitamos la capilla de san Joaquín, que está cerrada desde hace mucho tiempo. Ahora solo se pueden leer las palabras que explican el motivo de la capilla, y un poco de la existencia de este santo.
En la iglesia hay bastantes personas vendiendo rebosos y diversas artesanías de la misma ciudad.

Bajamos maletas y todo lo necesario. Cada quien se acomoda en sus habitaciones. El cuarto es un cuarto común, esepto porque además del baño, el armario y la habitación, tiene balcón. Desde aquí se oyen los aparatos del taller mecánico de enfrente.
Vemos un poco la televisión, y bajamos más tarde.
Salimos en familia, y juntos nos dirigimos a ver el pasar de la guelaguetsa, antes de continuar, ahora sí, cada quien por su lado.
En mi caso, mis padres, mi hermana menor y yo, nos dirigimos al museo ubicado cerca de la iglesia de santo domingo.
Al final, no podemos llegar.
Hay tanta gente, que en lo que se va, decidimos ir por un camino, luego por otro, luego por otro, y ya cambian los planes.
Claro que aún pensamos ir al museo, pero ahora estamos más lejos, y hay tantas cosas por ver que dan ganas de hecharles un vistazo.
Hay muchas tiendas de artesanías, vendedores ambulantes, y sobre todo, mucha gente tirando cuetes.
Algunas veces, esos cuetes no silban antes de estallar. Por lo que casi todo el camino, voy con las manos en los oídos. Casi siempre explotan como si explotaran enseguida de nosotros.
Entramos a una tienda de artesanías.
De allí nada me interesa, pero al salir, sé que todo lo que vendían allí, estaba caro incluso para ser un trabajo artesanal.
Está lloviznando, al igual que cuando salimos del restaurante a la hora de comer.
La lluvia aquí, según nos han contado, es algo frecuente.
Seguimos caminando, hasta el momento en que ya cansados, decidimos volver al hotel.
Vamos al hotel, y descansamos un poco.
En la noche salen algunos a cenar. Yo me quedo porque estoy bastante adormilado.
Cuando regresan, nos llevan a mi padre y a mí, una clayuda y media, y dos flautitas de chorizo.
La verdad es que a chorizo no saben nada. No tienen mucho relleno, así que no me saben a algo en concreto, pero la verdura y la salsa las hacen buenas.
Las clayudas, según aprendí esa noche, son tortillas de maíz, con carne asada. En otros lugares las hacen con más cosas, pero básicamente, eso es una clayuda.
Terminamos de cenar y nos dormimos. Al día siguiente iremos a montealván.
Día 3.

Nos levantamos a las siete de la mañana, hora local. Mi reloj biológico sigue con la hora de mi ciudad, dos horas menos. En realidad, estamos madrugando todos los del tour.
Desayunamos en el mismo restaurante de ayer, y subimos a lavarnos los dientes rápidamente. Agarramos bloqueador, agua, y nos vamos al camión.
Al llegar, compramos sombreritos artesanales, que nos protegerán, al igual que el bloqueador, de tostarnos al sol. Pasaremos toda la mañana en este lugar.
Entramos, y visitamos rápidamente el museo. Salimos antes de recorrerlo por completo. Tenemos que buscar un guía antes de que se haga tarde.
Encontramos uno, y él nos comienza a llevar por aquí y por allá, explicándonos cosas de montealván, como quien fue su descubridor, y algunos rituales como el juego de pelota, el cual consiste, básicamente, en dos equipos rivales, que se lanzan la pelota con el codo, la cintura, y las rodillas.
Dicho ritual era un ritual zapoteca.

La pelota estaba hecha de hule, y era esférica. Representaba al sol, y los diversos movimientos de los jugadores, representaban las etapas del día o el año.
Aquí sigue algo que no recuerdo con exactitud.
No recuerdo si es al equipo ganador o solamente al capitán del equipo ganador, al que se decapitaba al terminar el juego.
Ser decapitado era un honor, y la sangre del decapitado era ofrecida como tributo a su dios.
Nos mostraron también las formas en que construían las casas.
En su época no avía servicios como los actuales. Ni si quiera contaban con drenaje.
Tenían que excavar agujeros en la tierra, que usaban como letrinas, y que quedaban por lo general, en el patio de las casas. Sus construcciones estaban hechas de adobe, ramitas y diversos materiales orgánicos.
Al terminar nuestro recorrido por montealván, que abarcó mucho más que ese par de temas, fuimos a Tuxtla Gutiérrez Chiapas.

Pero no nos fuimos, sin antes haber visitado una fábrica de mescal, donde cultivaban el agave, los separaban según la clase o raza del agave, y lo procesaban hasta producir un mescal u otro.
También nos enseñaron diferentes brindis típicos de esa región, y diferentes tipos de mescal que yo no probé, debido a mi medicamento.
Luego nos fuimos.

Llegamos algo tarde, por lo que solo comimos, y descansamos un poco.
Algunos salimos a conocer un poco la ciudad, pero eso fue por decisión propia, y cada quien iba a donde quería.
Ese día, dormimos allí, para al día siguiente, ir al cañón del sumidero.
Día 4.

Nos paseamos en una panga, o barquito, y el guía nos fue explicando el recorrido.
“vimos” varios cocodrilos tomando el sol, entre los cuales avía, si mal no recuerdo, un cachorro de cocodrilo. Se detuvo en una ocasión para tirar una carnada a el primer cocodrilo que vimos. Era una hembra, y avía salido a darse un respiro. Nos contó nuestro guía, que las carnadas que él y sus compañeros guías tiraban a la fauna de ese lugar, eran alimento para ellos, y no carnadas como tal. Ya que allí estaba prohibido pescar.
Pasamos cerca de una montaña que según dicen, de lejos se ve como la cara de King Kong.
Entramos al cañón, y nos explicó que era un cañón natural, creado por millones de años de erosión causada por las lluvias y el agua del río donde nos encontrábamos.
Salimos del cañón, y nos regresamos por otro camino.
Solo que antes, hicimos una parada en un Oxxo flotante.
Vendían de todo. Creo que incluso hubo quienes compraron cerveza.
De vuelta a tierra firme.
Al llegar, entregamos nuestros chalecos salvavidas, y nos fuimos a comer.
Ese día estuvimos conociendo el mercado, ya que cada quien se fue a comer por su propia cuenta. Y una vez más, nos agarró la lluvia.
También visitamos la plaza de las marimbas, donde estuvimos un ratito, escuchando música de marimba en vivo.
Pero como la lluvia no se calmaba, entramos a un restaurante, y mientras unos comían crepas o diferentes antojitos, los demás tomábamos café.

Esa noche dormimos allí mismo.
Día 5.
Nos levantamos, y desayunamos allí.
Nos fuimos a sancristoval de las casas, aunque con varias escalas.
Llegamos a sanjuán chamula, y una multitud de vendedores ambulantes abarrotaban calles y banquetas.
Caminábamos con multitudes de niños, niñas, muchachos y muchachas vendiendo más artesanías.
Me pude dar cuenta, por todo lo que oí, que los precios allí eran muy baratos. Incluso, los más baratos de todos los precios que vimos en todo el tour.
Estuvimos poco tiempo, lo suficiente para que algunos compraran algunas cosas. Pero no fue la última vez que vimos a las chamulas.
Según aprendí, los chamulas son una tribu de Chiapas, ubicada por lo general en sanjuán chamula. Su actividad primordial es la fábrica y venta de productos hechos en su localidad, que si bien pueden tener precios elevados, son de los más baratos que vimos en todo el recorrido.
Fuimos a sancristoval de las casas, donde estaríamos 3 días.
Ese mismo día, llegamos directo al hotel, ya que era algo tarde. Comimos, algunos pocos salieron a caminar, aunque igual se quedaron con ganas de conocer más, pues caminaron solo un poquito.
La temperatura de todos los lugares que ya he mencionado, es un tanto fresca. En sancristoval, en cambio, hace frío todo el día.
El cuarto del hotel, no tenía abanico ni aire acondicionado.
Día 6.

Al día siguiente fuimos al lago de Montebello, donde nos dieron un recorrido por diferentes lagos como el esmeralda, llamado así por el color de las aguas, el encantada, llamado así por un hecho real y un mito que ocurrieron. El mito dice que por la noche, en ese lago, se ve una mujer muy guapa, que pide ayuda desde el lago, porque se está ahogando. Cuando la gente se acerca a ayudarla, es arrastrada por las fuertes olas del río, y no los vuelven a ver nunca más.
La historia real dice que hace muchos años, un grupo de jóvenes adolescentes se atrevieron a cruzar el río a nado. Y los jóvenes fueron hallados muertos muy lejos de donde salieron. Avían muerto por los cambios bruscos de temperatura. Se dice que hay partes del lago donde el agua está al tiempo, otras donde el agua puede estar al punto de congelamiento, y otras donde el agua está muy caliente.
Y otro par de lagos que no recuerdo el nombre.
Independientemente del lago, en ninguno se permite la pesca.
Algunos de esos lagos son usados como fuentes para diversas actividades. Pero hay otros donde no se puede entrar, porque están sobre suelo fangoso, y el riesgo de hundirse es muy alto.

Y mi parte favorita de todo el tour fue cuando navegamos en valsa por el mismísimo lago Montebello.
Aprendí a remar, y remé casi todo el tiempo. Visitamos un par de islotes, donde otro guía nos daba la información.
Fuimos a un islote que conectaba en cierta parte con el monte de esa zona.
En el otro islote, fuimos a un pedacito del islote donde se oía el eco muchísimas veces a lo lejos. Y en ese mismo islote, estaba el trampolín hecho de piedra, desde donde se tiró el actor Antonio banderas en el comercial de Tecate si mal no recuerdo. Y también se tiraron unos cuantos de mis compañeros.
Salimos de allí, y nos llevaron a un pueblito que está cruzando la frontera de Guatemala. En dicho pueblito, avía un tianguis, que fue la parte que conocimos del pueblito. En el vendían quetzales, llaveros con las monedas quetzales, llaveros con los animales quetzales, y muchas cosas más, como una pomada para el dolor de cuerpo, llamada mariguanol.
Si, adivinaste.
Está hecha de mariguana, pero mesclada con no sé cuántas cosas más.
También vendían ropa, y avía un puesto donde tocaban música en vivo, con una marimba, un bajo, y creo que un tamborcito. La marimba era tan grande, que la tocaban entre cuatro.
Luego de eso regresamos a México, y nos fuimos a comer.
Después de comer, algunos cuantos le compraron diferentes productos a nuestro guía, como chocolate para beber, café orgánico, mariguanol, y quetzales tanto en billetes como en monedas.
Luego de eso regresamos al hotel, donde algunos dormimos un ratito.
Otros, mientras tanto, se iban a conocer la ciudad.
Ese día no cenamos, a menos mi familia y yo. Avíanos comido demasiado tarde.
Así que nos dormimos.
Día 7.
El segundo día en sancristóval de las casas, fuimos a una ciudad llamada cinacantám, donde igual que en sanjuán chamula, los productos eran artesanales. Pasamos a una casa, y nos mostraron como se hacen todo tipo de tejidos en su comunidad. También nos enseñaron sus tradiciones en cuanto al matrimonio, donde vistieron a dos personas con el traje de novio y el de la novia, para hacer lo que para ellos era el ritual del matrimonio. Y también probamos los productos alimenticios de ellos, hechos sin conservadores y recién salidos del horno, como decimos por aquí.
Nos dieron a probar tacos de queso con salsa, todo preparado con ingredientes de su pueblo, y trabajados allí mismo.
Luego de eso salimos, y nos comenzaron a llover ofertas de diferentes productos, a diferentes precios y con diferente calidad.
Además visitamos el chifón, que son tres lagos. Suspiro, que se encuentra casi abajo. Ala de ángel, que se encuentra mas de la mitad, y velo de novia, que se encuentra hasta arriba. Nos tomamos fotos en las tres, y en las diferentes cascadas o caídas de agua que avía en el lugar. Además, algunos de nosotros bajaron en tirolesa.

Regresamos al hotel, que debo decir estaba como a dos horas de lagos de Montebello y sinacantám, y nos fuimos al hotel.
Día 8.
Este era el último día para quedarnos en sancristóval de las casas. Los planes originales eran seguir a Ocosingo, luego ir a palenque, entrar a tabasco, llegar al df, y regresarnos a Nayarit.
Pero no ocurrió nada de eso.
Fuimos a Ocosingo, y antes de llegar, nos detuvimos en un bufet.
Desayunamos, y fuimos al mirador que tenía dicho bufet.
Terminamos, y nos subimos al camión.
Íbamos a Ocosingo, pero en el camino vimos que avía un paro automovilístico.
Como iba en medio del camión, no pude escuchar del todo bien, pero parece que subió un oficial de un retén de tránsito, y que le aconsejó al chofer que nos marcháramos, ya que por allí no podríamos pasar. Al parecer, el paro automovilístico era por diversos problemas entre Chiapas y guerrero, y avían apresado a varias familias, y el retén avía ido a liberarlas. Bueno, el retén no, pero el retén estaba allí para evitar que se detuvieran a más inocentes, y avía oficiales, eso sí, tratando de liberar a la familia.
Frente a nosotros avía carros detenidos, y no podíamos avanzar.
Así que seguimos el consejo del oficial del retén, y nos dimos media vuelta.
Llevábamos cosa de unos pocos metros, cuando nos taparon el camino delantero con tablas, clavos y demás.
Alguien se puso a hablar por fuera del camión. Hablaba para toda la congregación, pero lo cierto es que no pude entender ni una sola palabra de todo lo que dijo.
Así que cuando quitaron la tabla, poco después de una hora de estar parados, nos regresamos a sancristóval de las casas.
Esa noche, agarramos camino a Veracruz.
Dormimos en el camión, igual que el día en que salimos.
Día 9.
Llegamos a Veracruz.
Desayunamos, y fuimos al recorrido de la prisión de sanjuán de Ulúa.
Nos contaron la historia, como se torturaba a los presos, y muchas cosas crueles que les hacían. Nos contaron el mito de chucho el roto, el mito de la mulata de córdoba, y entramos al museo de la prisión. También subimos a varias torres, y al igual que en cada parada turística, nos tomamos fotos.
A continuación explico brevemente los mitos de chucho el roto y la mulata de córdova.
Se dice que chucho el roto, fue un hombre tan pobre, que en veces no tenía ni para comer. Fue así que se decidió por la profesión de ladrón.
Iba bien vestido a las fiestas de la clase alta, y luego invitaba a las damas a bailar. Cuando estaban bailando, con una destreza inimaginable, les robaba todas las joyas, sin que nadie se diera cuenta. Luego, las joyas, las regalaba a los pobres. De modo, que al igual del famoso robín Hood, fue querido por los pobres, y odiado por los ricos.
Así que se le encarceló en la prisión de sanjuán de Ulúa, y se le condenó a la pena de muerte.
Todas las celdas de esta prisión, tienen un agujero circular en el suelo. De modo que cualquier persona que se ponga por fuera de la prisión, cerca del agujero a dicha celda, podrá oír todo lo que se escuche dentro de esa celda. Aunque sea un susurro.
Así que chucho el roto decidió escaparse.
La prisión estaba rodeada por un canal, el cual estaba repleto de tiburones, para los presos que decidían la muerte rápida.
Así fue que chucho el roto se decidió a lanzarse al canal. Pero no, no murió.
Resulta que se lanzó dentro de un barril cargado con excrementos. De modo que cuando los tiburones lo querían atacar, lo primero que olían aparte de un asustado hombre fugitivo, era el apestoso olor a caca. Y los tiburones, para suerte de chucho el roto, se daban media vuelta.
Así fue como llegó a una isla muy lejana.
Creyéndose libre de su castigo, salió del barril, y estaba por saltar de la alegría, cuando es arrestado por los guardas costeros que avían sido alertados por la prisión, de que avía un fugitivo suelto, y que avía tratado de esquivar los tiburones.
Así que es apresado, y llevado de vuelta a la prisión, donde lo condenan a 300 garrotazos en la espalda.
Muere a partir del garrotazo número 30, pero la ley era la ley, y tuvo que recibir los 300 garrotazos. Este es el mito de chucho el roto. Y es mito, porque cuando reclaman su cuerpo, se les entrega un ataúd cargado de piedras. Nadie supo que pasó con su cuerpo.
El segundo mito, de la mulata de córdoba, dice que esta era una mujer, apresada en esa prisión injustamente. Y fue apresada por lo siguiente.
La gente la acusaba de satánica.
Y un día, llega un soldado mal herido de la guerra, a punto de morir. Pero ella le salva la vida. Entonces el soldado le pide que se case con él. Ella se niega, y cuando el soldado cuenta como fue salvado por ella, rápidamente la mandan arrestar.
Así que es encarcelada por lo que ya les conté.
Pero un día, ella le pide un pedazo de tiza al guardia de su celda. Él se niega una primera vez, una segunda, una tercera y muchas más, hasta que por fin, la mulata de córdoba lo convence, y le dan el pedazo de tiza. Así que el guardia, mira asombrado, como ella pinta con el pedazo de tiza, un barquito de vela en la pared de su celda.
Luego pronuncia unas palabras extrañas al tiempo que hace unos movimientos extraños, y el guardia alcanza a ver como se infla la vela del barco. Luego ella se sube al barco, y tanto barco como prisionera, desaparecen. Nunca nadie supo que pasó con ella.
Por eso es mito.
Luego de todo este recorrido, como Veracruz es calurosa y húmeda, nos fuimos al hotel, donde nos dimos unos refrescantes baños en agua helada, y salimos a comer.
Luego nos fuimos a dormir.
Día 10.
Nos levantamos, compramos desayuno para llevar, y nos fuimos al df.
Llegamos al df en cosa de unas 4 horas aproximadamente, y luego de establecernos en el hotel, fuimos a Chapultepec.
A pesar de que nos dieron tres horas para pacearnos y ver lo que quiciéramos ver, nos quedamos mirando los voladores de Papantla, y no fuimos al castillo, hasta que ellos terminaron su función. Solo alcanzamos a subir al castillo. Entramos, subimos la escalera de la entrada, y nos mandaron bajar por la escalera de la salida…. Pero alcanzamos a tomarnos unas cuantas fotos. Luego de eso, fuimos al sócalo.
Muchos no queríamos ir, y nos regresamos al hotel. Unos pocos se quedaron, y otros, Como ya era tarde, estábamos cansados.
Así que nos dormimos.
Día 11.
Nos levantamos temprano. Fuimos a la basílica. Visitamos la basílica vieja, la basílica nueva, y la capilla que está en lo alto.
Además hubo quienes compraron rosarios, y diferentes artículos religiosos.
Ese día, nos despedimos de unos familiares de estados unidos, y una nueva amiga venida desde Londres.
Terminamos de visitar la basílica, y nos fuimos a Querétaro, donde comeríamos, y pasearíamos unas pocas horas, antes de regresar a Nayarit, nuestro punto de salida.
En Querétaro, además de comer, nos tomamos unas cuantas fotos, “vimos la estatua de la corregidora”, y conocimos un poco el centro de la ciudad.
Luego de eso nos subimos al camión.

Seguimos nuestro camino, hasta Guadalajara, donde una prima tenía que quedarse.
Luego de eso, nosotros seguimos el camino hasta Nayarit.
Ahora que he terminado este diario, solo me queda hacer una corrección.
Ahora o en muchas partes del diario hablo en tiempo presente, o incluso en tiempo pasado.
Eso es porque este diario fue escrito el día martes 28 de julio, el mismo día que llegué a Nayarit. Lo escribí después, con la finalidad de poder disfrutar del momento en el momento, y tener una mejor memoria de lo ocurrido, para poder escribirla posteriormente.