Texto publicado por José Luis Rios

Un paseo a ciegas en bicicleta

POR JALED ABDELRAHIM

Cada domingo en un riconcito de México DF se da cita un peculiar grupo de ciclistas. Les asemeja al resto de practicantes del velocípedo su indumentaria, sus pasión por pedalear y su gusto por el aire en la cara. Les diferencia que ellos no pueden ver por donde guiar la máquina. Paseo a Ciegas es el proyecto pensado para que los invidentes también puedan lucir maillot en la calzada.

«Nos dedicamos a hacer inclusión a personas con discapacidad y también a generar conciencia», explica desde una bicicleta con tándem Manuel de la Torre, director de la organización. «Queremos sensibilizar a la población en su conjunto respecto a la discapacidad, a los derechos de las personas que la padecen, y trabajamos por motivar que los espacios públicos sean respetados para todos».

Paseo a Ciegas, que inició su actividad en 2010, está impulsada por Moveo Lab y Fondeadora a través de su plataforma conjunta Yousport, que persigue impulsar el fondeo colectivo al deporte. Para la causa capitaneada por de la Torre, asisten y promocionan las jornadas de domingo en las que voluntarios y discapacitados -niños y adultos- comparten recorridos a dos ruedas.

«Los dos están dando un paseo en bicicleta juntos», habla el portavoz sobre las sensaciones de la actividad. «Simplemente, el voluntario va delante para hacer de guía, y viven juntos la experiencia».

Visto el éxito de su iniciativa, que actualmente cuenta con 17 tándems, tres triciclos y un trineo, ahora buscan financiar a través de crowdfunding la adquisición de nuevos velocípedos tándem para dar la oportunidad de participar a más gente cada domingo. «Aunque no solo pedimos el apoyo en dinero», insiste el coordinador, «para impactar en la vida de más personas con discapacidad visual, u otras discapacidades, hace falta involucrase; por eso invitamos a los ciudadanos a unirse a la causa, a acompañarnos en este maravilloso paseo».

Para los voluntarios o participantes interesados, cada domingo hay una cita en la glorieta de la Diana Cazadora a partir de las 9:00 (hasta la 13:30), donde se inicia el paseo por la ruta que el gobierno de la ciudad concede a los ciclistas y pasantes cada fin de semana. «Los voluntarios ante reciben un pequeño curso de capacitación que damos en nuestro centro».

Cuenta de la Torre que además de los paseos cortos, también hacen distintos recorridos nocturnos, por fuera de la ciudad «e incluso salidas largas a Pachuca, a Texcoco». «Podemos estar tres, cuatro o cinco horas pedaleando para vivir esta experiencia de inclusión, de recreación, deportiva y de convivencia», dice. «El objetivo es que todos lo pasemos divertido, y dar la oportunidad de subirse a una bici a los discapacitados visuales que quieren montar en bicicleta, pero no podían hacerlo».