Texto publicado por Rocío

Buscando compañeros...

Saludos. El mundo de los ciegos es a veces muy solitario, sobre todo si a uno le da por autoaislarse, automarginarse, como me ocurrió a mí..., a los 35 años descubro que podría haber sido una mujer con su trabajo, su familia, hijos, gente a la que querer y por la que luchar..., y sin embargo me veo sola, en un mundo que no es el que me contaron; que Bambi no existe y que la felicidad completa es un albur; que no le importas en realidad a nadie, que tienes un potencial que no sabes aprovechar, que quieres amar y no sabes a quién, que te desesperas y te tiras de los pelos porque no te resignas a vivir sola, a estar marginada como una inválida, a depender de tus padres, a consumirte de rabia y soledad... No estás dispuesta... También tú tienes derecho al amor; derecho a ser madre; derecho a la vida normal, a ser como cualquier persona; ciega, sí, pero persona..., con sus responsabilidades, sus aciertos y sus fallos, sus deseos, sus aspiraciones...
¡Sí, tengo derecho! ¡Quiero gozar del amor! ¡Quiero gozar de la posibilidad de tener hijos! ¡Quiero gozar de la amistad! ¡Quiero ser útil!!!
Gracias. Igual todo esto os parece una chorrada, pero... ¡No lo es! La frustración por estar sola no se paga automarginándose, sino buscando, encontrando... ¡Oh! ¿Por qué yo no?