Texto publicado por TifloFernando

Antonio Maria Valsalva, el anatomista que no conocia las arritmias...

Muy buenas amigos y amigas lectores y lectoras habituales de mis Publicaciones en BlindWorlds:

Me voy a permitir compartir con todos vosotros, una Publicación (Post) extraída de un Blog que os he recomendado en otras Publicaciones mías anteriores:

"Curar a veces, aliviar a menudo, consolar siempre"...Blog de la Médico Especialista en Cuidados Intensivos Ana Deph. Quien hace suyo el Principio Fundamental del Médico.

Quien en su Blog, nos ofrece,un Espacio dedicado a la Historia de la Medicina e Historia de las UCI, que ha llamado:

"A hombros de gigantes"...Dedicado a resaltar la figura de un Médico, de cualquier Especialidad, a quien la autora del Blog considera que debió ganar el Premio Nobel de Medicina en su Epoca.

En esta ocasión, Ana Debph nos ofrece una Biografía de un Precursor de la Medicina actual:

"Antonio María Valsalva: el anatomista que no conocía las arritmias"

Este insigne Médico del Siglo XVIII obviamente habría de ser uno de los ganadores del Premio Nobel, si se hubiera inventado la Dinamita y Alfred Nobel hubiera dejado su Fortuna para premiar a destacados e insignes hombres como del que se ocupa mi Publicación...

No voy a hablar de la Maniobra que lleva su nombre y que todos hemos utilizado cuando se nos "Taponan" los oídos al subir o bajar de altura un avión (A pesar de su presurización interior)...

Si no al estudioso de la audición y el responsable del nombre de la famosa "Trompa de Eustaquio", basado en su observación directa y en sus habilidades quirúrgicas...

Y sobre todo resaltar: "Como médico interesado por todos los campos de la Medicina de la época, y a la vez como humanista, fue uno de los primeros en romper una lanza a favor del trato humanitario hacia los pacientes psiquiátricos, algo revolucionario en aquella época".

Deseo compartir con vosotros esta interesante Biografía en mi Publicación habitual de "finde"...

Con gran cariño, TifloFernando.

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Curar a veces, aliviar a menudo, consolar siempre
(http://curaraveces.wordpress.com)

Blog personal de ana deph; Médico Especialista en Medicina Intensiva y Master en Bioética.

Medicina, cuidados intensivos, bioética y más...

Antonio María Valsalva: el anatomista que no conocía las arritmias

Por ana deph

Publicado el 30 de agosto de 2014

Antonio Maria Valsalva nació en Imola (Italia) el 17 de enero de 1666. Estudió humanidades, matemáticas y ciencias naturales antes de dedicarse al conocimiento de la Medicina y la filosofía en Bolonia, donde fue discípulo de Malpighi, otro de los gigantes de la época.

Desde 1705 enseñó anatomía en la misma facultad de Bolonia. Allí tendría como alumno a Morgagni, que recopiló en 1740 los escritos de Valsalva, al tiempo que escribía su biografía.

Sus discípulos describían a Valsalva como un excelente médico y un habilidoso cirujano, a la vez que destacaban su gran amabilidad y su enorme humanidad. Médico y humanista al mismo tiempo, Morgagni diría de él que iba muy por delante de sus contemporáneos en saber y en integridad.

Murió de un ictus en Bolonia, en 1723. Dos años antes había sufrido un accidente isquémico transitorio del que fue testigo su discípulo Morgagni. El propio Valsalva diagnosticó en aquel momento su enfermedad.

Valsalva había estudiado y enseñado ciencias naturales, anatomía, fisiología, psiquiatría y cirugía. Centrado en el estudio del oído, dio nombre a la trompa de Eustaquio y describió su función, demostró la conexión entre las celdillas mastoideas y el oído interno, y definió por primera vez gran parte de la fisiología de la audición.

En 1704 publicó De aure humana tractatus, en el que se describiría por primera vez la maniobra que llevaba su nombre. Indicada para la extracción de cuerpos extraños o secereciones purulentas y como tratamiento de la hipoacusia, más adelante se constituiría en el tratamiento de las arritmias supraventriculares, que Valsalva nunca llegó a conocer. Hoy en día la maniobra de Valsalva, que provoca de una manera muy sencilla aumento de la presión intratorácica e intraabdominal, sigue formando parte del diagnóstico y tratamiento de muchas entidades.

Valsalva dio también su nombre a otras estructuras a raíz de sus estudios anatómicos: es el caso de los senos aórticos, los ligamentos y músculos auriculares o el antro mastoideo.

Como médico interesado por todos los campos de la Medicina de la época, y a la vez como humanista, fue uno de los primeros en romper una lanza a favor del trato humanitario hacia los pacientes psiquiátricos, algo revolucionario en aquella época.

El esfuerzo de Valsalva por definir y diagnosticar ciertas enfermedades es digno de admiración. Llegó a “saborear” algunos fluidos que encontraba en sus autopsias, hasta el punto de escribir lo siguiente: “el pus de la gangrena no sabe bien, dejando una sensación de irritación en la lengua para el resto del día”. Madre mía. Bendito laboratorio que nos ha ahorrado ciertas “técnicas” diagnósticas.

Entre los gigantes de la Medicina, merecen un lugar de honor los anteriores al siglo XIX, aquellos que la hicieron avanzar sin apenas conocimientos previos y sin ningún medio más que sus sentidos…incluido el del gusto.

Esta entrada fue publicada en A hombros de gigantes.

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