Texto publicado por Primavera

BENEFICIOS DE LA RELAJACIÓN

La relajación es una de las actividades que las personas tenemos al alcance de la mano y que nos ayuda a disfrutar mucho más y mejor de nuestra vida.
El ritmo de vida diaria muchas veces nos lleva a vivir con nervios, estrés, prisas, pensamientos negativos, agobios,… Tendemos a ir con el chip puesto de todo lo que “tenemos” que hacer en el día, de todas las obligaciones y responsabilidades que nos impone la vida y que nos autoimponemos. Muchas veces es como si lleváramos el “piloto automático” puesto, y continuáramos con él hasta que nuestro cuerpo nos avisa que estamos sobrepasando la velocidad adecuada para su buen funcionamiento.
Pero cuando el cuerpo ya nos avisa que estamos sobrepasando sus límites, normalmente llevamos tiempo sobreesforzándonos, y nos cuesta parar y llevar a nuestro cuerpo a una velocidad sana para nosotros. Además, al cuerpo le cuesta llegar de nuevo a los niveles óptimos de salud, ya que le hemos estado exigiendo por encima de sus posibilidades durante bastante tiempo.
Para estas situaciones y simplemente para cuando te quieras cuidar, te proponemos que cambies el enfoque: en vez de esperar a estar muy mal para frenar el ritmo, ¿por qué no aprendes formas que te ayuden a llevar tu día a día de forma más saludable? Y si ya estás mal y no sabes cómo hacer para encontrarte mejor, ¿por qué no dedicar unos minutos al día a una actividad que nos haga sentirnos mejor? ¿Por qué no cuidarnos un poco?
Los beneficios de la relajación para la persona son muchos y a varios niveles.
A nivel psicológico y/o emocional, está ampliamente comprobado que la relajación nos ayuda a estar mejor con nosotros mismos. Más adelante, te explicamos algunos de los casos en que la relajación es muy recomendable para que veas las aplicaciones que puede tener en tu vida.
A nivel físico, algunos de los beneficios de la relajación son:

Disminución de la presión arterial y del ritmo cardiaco.

Disminución del ritmo respiratorio. Se regula la respiración, lo que aporta mayor nivel de oxígeno al cerebro y a las células. Estimula el riego sanguíneo.

Disminución de la tensión muscular.

Reducción de los niveles de secreción de adrenalina y noradrenalina por las glándulas suprarrenales.

Aumento de la vasodilatación general, lo que trae consigo una mayor oxigenación periférica.

Reducción en los niveles de colesterol y grasas en sangre.

Aumento del nivel de producción de leucocitos, lo que refuerza el sistema inmunológico. Esto aumenta la capacidad de recuperación y prevención de enfermedades.

Disminución en la cantidad de lactato sanguíneo (este es uno de los instigadores de la ansiedad).

Desarrollo de un estado de descanso al nivel más profundo.

Aumento de las frecuencias cerebrales Alfa (correspondientes a estados relajados).
Hay muchas técnicas de relajación que puedes aprender, algunas más breves que otras. Pero fundamentalmente se basan en tres posibilidades:

Técnicas de respiración.

Técnicas de relajación muscular.

Entrenamiento autógeno.
Cualquiera de las tres técnicas son efectivas para conseguir estados de relajación óptimos. En la primera de las técnicas, las técnicas de respiración, se busca que la persona aprenda a respirar bien, mediante una respiración diafragmática, que es la respiración más completa y profunda. Cuando estamos en situaciones de estrés, nuestra respiración se agita y se hace menos profunda. Con esta técnica volvemos de nuevo su respiración a un ritmo que nos facilite la relajación. Esto hace que al respirar más profundamente, nuestra tasa respiratoria y cardiaca va disminuyendo, con lo que el cuerpo vuelve a un estado de relajación, causando los efectos anteriormente descritos.
La segunda de las técnicas, la relajación muscular se basa en practicar la tensión y relajación de distintos músculos del cuerpo, siguiendo un orden determinado. El objetivo de la técnica es enseñar al cuerpo a diferenciar bien los estados de tensión y relajación diferenciando músculos, y aprender a relajar cada uno de los músculos o grupos musculares trabajados. Esto al final se traduce en una relajación de todo el cuerpo.

En el entrenamiento autógeno mediante las instrucciones del terapeuta se busca inducir una desconexión general del organismo. Mediante estas instrucciones se van induciendo diferentes sensaciones físicas típicas del estado de relajación.
A partir de estas bases los terapeutas y las distintas orientaciones psicológicas y otro tipo de disciplinas (ej. Yoga) lo aplican de una forma o de otra, e integradas en distintos ejercicios.
Es bueno que tengas en cuenta algunas situaciones donde la relajación estaría muy indicada:
• DURANTE EL EMBARAZO. En esos meses muchas mujeres presentan molestias típicas asociadas al embarazo. Muchas mujeres están muy concienciadas de la importancia de la preparación al parto, donde se aprenden técnicas de respiración para el momento del parto. Pero son pocas las mujeres que se conciencian de la importancia de dedicarse unos minutos para la relajación a lo largo de los distintos momentos del embarazo. Estos minutos al día le dan a la mujer la posibilidad de estar más en contacto con su propia condición de embarazada, le transmite tranquilidad al niño y a sí misma, le hace ver las cosas de forma más positiva, quitarse las tensiones del día, sentirse mejor consigo misma, etc.
• ANTE ALTERACIONES HORMONALES (ej. Alteraciones del tiroides). Cuando existen alteraciones hormonales, parece que nos tenemos que resignar a regular esos sistemas médicamente, y hasta que no esté regulado, tenemos que seguir presentando síntomas. Sin embargo, muchas condiciones hormonales, aun estando reguladas, pueden seguir dando síntomas leves de vez en cuando. Mediante la relajación, complementado con terapia cognitiva, puedes aprender a manejar mejor los síntomas físicos que tu cuerpo te arroja por la alteración hormonal.
• COMO COMPLEMENTO DE TERAPIA EN PROBLEMAS FÍSICOS (ej. Procesos asmáticos, colon irritable, enfermedades que cursan con dolor (fibromialgia, artritis reumatoide,…), cáncer, prevención del infarto de miocardio,…). La relajación en muchas enfermedades es una gran ayuda. El objetivo fundamental de aprender una técnica de relajación para estas condiciones es ayudar a mejorar la calidad de vida, por medio de un mejor estado de ánimo y disminuir del estrés asociado a los síntomas físicos presentes. El caso de los procesos asmáticos es un poco especial. Aplicando técnicas de respiración, se disminuye la frecuencia e intensidad de las crisis asmáticas. Es muy útil en niños.
• ANTE SITUACIONES VITALES ESTRESANTES (ej. Tratamientos de fertilidad, épocas de exámenes,…). Hay muchas situaciones de nuestra vida que si las vivimos con suficiente relajación o con una activación moderada, tenemos más posibilidades de enfrentarla con éxito. Mención especial merecen los tratamientos de fertilidad, donde el buen manejo de los síntomas de ansiedad que puede provocar la misma incertidumbre del tratamiento junto con la ilusión puesta en que funcione, puede hacer que aumente la ansiedad; eso además puede incrementarse si la mujer tiene medicación hormonal como parte del procedimiento. Para estos casos la relajación junto con el manejo de pensamientos negativos aumenta las probabilidades de vivirse el procedimiento con menor ansiedad, lo que aumenta las probabilidades de que la técnica aporte resultados positivos, y culmine finalmente en un embarazo.
• EN MOMENTOS DIFÍCILES QUE ATRAVIESA LA PERSONA (ej. Ante una ruptura de pareja, problemas laborales, problemas familiares,…). Es muy frecuente pasar temporadas con alta carga de ansiedad ante situaciones que suponen cambios en la vida de la persona y situaciones que enfrentar. Para esos momentos, cuanto más relajados estemos y nuestra actitud ante la vida y el problema en particular sea más positiva, resolveremos y enfrentaremos el conflicto con mayor facilidad.
• ANTE PROBLEMAS RELACIONADOS CON LA ANSIEDAD (ej. Crisis de ansiedad, angustia, trastorno de pánico, estrés,…). Esta es la aplicación más conocida de las técnicas de relajación. Especialmente importante es el buen manejo de las técnicas de respiración ante las crisis de ansiedad.
• EN MOMENTOS EN QUE TE APETEZCA CUIDARTE Y MIMARTE. ¿Y por qué no podemos darnos unos mimos? Siempre viene bien cuidarnos un poco. Igual que nos damos una crema para que la piel esté más tersa y suave, y cuidamos nuestro cuerpo, ¿por qué no cuidar nuestra mente? Además, si lo pensamos bien y recordamos los beneficios de la relajación de los que hablamos antes, cuidar la mente es también cuidar el cuerpo.
Después de todo lo dicho, te preguntarás qué puedes hacer para aprender una técnica de relajación. Aunque en muchos manuales encuentras la descripción y las instrucciones de cómo aplicar una técnica de relajación determinada, para que haya un buen aprendizaje siempre te recomendamos que te enseñe un terapeuta entrenado en ello. Sólo así conseguirás los máximos beneficios de la aplicación de la relajación.