Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Las bellas y el poeta.

Las bellas y el poeta  

Un joven conocía y frecuentava a tres hermanas, las cuales cada una de ellas consideraba que él estaba enamorado de ella, por lo que discutieron sobre

el asunto.  

Como no salieron de su duda decidieron preguntarle, a lo que él decidió contestar por escrito.  

El papel decía así:  

Tres bellas que bellas son, 

me preguntaron las tres, 

que diga de ellas cuál es 

la que ama mi corazón.  

Si obedecer es razón, 

digo que amo a Soledad 

no a Julia cuya bondad 

persona humana no tiene 

No aspira mi amor a Irene

que no es poca su beldad  

La primera leyó de la siguiente manera:  

Si obedecer es razón, 

digo que amo a Soledad, 

no a Julia cuya bondad 

persona humana no tiene; 

No aspira mi amor a Irene 

que no es poca su beldad  

Luego leyó la segunda de la siguiente manera:  

Si obedecer es razón, 

digo que amo a Soledad 

no, a Julia cuya bondad 

persona humana no tiene; 

No aspira mi amor a Irene 

que no es poca su beldad  

Tocó el turno a la tercera que leyó de la siguiente manera:  

Si obedecer es razón, digo que amo a Soledad no, a Julia cuya bondad persona humana no tiene pues no, aspira mi amor a Irene que no es poca su beldad  

Como las cosas seguían en la misma situación lo llamaron y entonces leyó él, de la siguiente manera:  

Si obedecer es razón, digo que amo a Soledad no, a Julia cuya bondad persona humana no tiene pues no, aspira mi amor a Irene que no, es poca su beldad.