Audio publicado por Jose Ignacio BW

La Espada del Rey Arturo

Lo cierto es que aunque ni Arturo, su esposa Ginebra, el mago Merlín o los Caballeros de la Tabla Redonda, vivieron jamás en el mundo real, en la Edad Media ya existía una espada incrustada en una roca, cuya historia pudo inspirar el nacimiento de Excalibur y la leyenda del reino de Camelot.
Al menos, eso es lo que asegura la teoría defendida por el autor del blog «Maestrazgo templario», que nos traslada hasta las ruinas de una abadía de Chiusdino, un pequeño pueblo de la Toscana, en la que se rinde tributo a San Galgano, un caballero italiano cuya historia popularizaron los trovadores durante la baja Edad Media.

Según cuenta la tradición, tras llevar una vida de militar, violenta y plagada de excesos, Galgano de Montesiepi decidió abandonar las armas y retirarse a vivir como un ermitaño, después de que el arcángel San Miguel se le apareciera en un sueño y se lo ordenara. Fruto de este arrebato, Galgano clavó en la mañana de Navidad de 1180 su espada en una roca, con el objetivo de convertirla en una cruz y levantar un pequeño templo en el lugar.

Esta historia debió de llegar a oídos del monje bretón Geoffrey de Monmouth, quien se inspiró en la misma para incluir la espada Excalibur en su obra «Historia de los Reyes de Britania». Así, Monmouth se habría inspirado en el militar romano Lucio-Artorio Castro, que vivió en el siglo II, y la espada clavada en la roca de San Galgano para crear la leyenda del rey Arturo.

La presencia de algunas inscripciones artúricas en los muros de la abadía de San Galgano, construida entre 1200 y 1268, época en la que la leyenda de Camelot circulaba ya por toda Europa, sirvió a los habitantes de la zona para reivindicar que la auténtica Excalibur se encontraba en la Toscana.

Unos estudios realizados en julio de 2012 por investigadores de la Universidad de Pavía, dataron la fabricación de la espada entre los siglos XII y XIII y comprobaron que la totalidad de la hoja se encuentra alojada en el interior de la roca, lo que coincide con lo que afirma la leyenda. Sin embargo, los trabajos no pudieron determinar de qué forma fue clavada en la piedra ni si sería posible extraerla de la misma. Quizá esa tarea solo pueda ser llevada a cabo por el único hombre digno de convertirse en rey y empuñarla. Tal y como le ocurrió a Arturo con Excalibur.

Fuente: ABC

DJ
Musica: Carmina Burana