Texto publicado por Toten Dos punto Cero

26ª edición - Yo me quejo y me quejo

Toten Publicaciones presenta:

TOTEN Y LA REVANCHA VIRULENTA DE LOS ESPASMÓDICOS PITUFOS EXCESIVAMENTE MALDITOS DE LAS GALAXIAS RECIENTEMENTE IMPLOSIVAS DEL INFIERNO ESPANTOSO

26ª edición – Yo me quejo y me quejo

Holaaaaaa!!!!!!!!

Con una lluvia de mil jocosos y revoltosos demonios, me dedico a escribir acerca de unavaga idea que viene apareciéndoceme desde hace poco. Es una idea realmente vaga, porque no tenía muchas ganas de darse a conocer por pura fiaca; la agarré de los pelos, lasenté al lado del teclado de la compu, y la obligué a que se despliegue en todo su esplendor. Obviamente no me hizo un joraca de caso, pero algo, al menos, le pude extraer.
Dicha idea apunta a la queja, a la conocidísima y siempre tan inútil queja. Esa queja que arranca desde muy dentro nuestro, y explota y estalla hacia afuera, mostrando que si no hubiese existido, nada habría cambiado. “¡Qué calor que hace!” “¡Cómo llueve!” “¡Qué fuerte se ríe Silvita!” “¡Qué larga es la cola en este supermercado!”
No valen nada, nada nada nada. Son sólo palabras con signos de exclamación que se escapan con el aire que se las lleva hacia todos y ningún lugar. Pero bueno, como ya he dicho en varios artículos eones atrás, el virus humano tiene esa maldita fascinación por hacer y decir cosas que no sirven para un putrefacto pepino. “¡Qué caro está todo!” “¡Se me acabó la yerba!” “¡Qué mala suerte que tengo!” “¡Era un travesti!” “¡Por qué no usé vaselina!”
Estas comunes quejas, poséen su carácter de inutilidad, debido a la fuerte certeza de que ni siquiera sirven como descarga. La clave radica en otro aspecto, en actuar y cancelar el malestar que produjeron su nacimiento. Si por ejemplo, se nos viene a la boca la queja: “¡Se me está cayendo el pelo! ¡y desparejo!”, antes de pasarnos todo el día jodiendo al prójimo con esa expresión, podemos pelarnos por completo y fingir que es nuestro nuevo estilo, o sino, tenemos la posibilidad de averiguar poralgún tipo de implante capilar…”¡Qué panza que tengo!” Y bueno….¡¡¡dejemos de morfar como unos reverendos desgraciados y quitemos del sillón nuestro atrofiado y esponjoso trasero!!! ¡Quejarse es tan al pedo como tocar bocina como un desesperado en un embotellamiento!
Si la idea que hizo parir este descartable artículo era vaga, vaga es igualmente, la persona que se queda en la queja y no actúa para darle de baja y terminar con su fútil existencia. Si no nos pusimos vaselina…y bueno, ¡a bancársela! Si era un travesti…¡revisemos la mercadería antes de comprar el producto! Quejarse es cómodo y no produce nada positivo, no suma, no agrega a la situación más que una pérdida irreemplazable de tiempo.
“¡Qué frío que hace!”…¡¡¡¡abrigate!!!!! “¡Qué calor que hace!”…¡¡¡llevate una botellita conagua fría!!! Nada debería ser causa de una queja que nos corrompa la capacidad de cambiar y renovar nuestra actitud ante algo adverso que nos molesta y ocupa. ¡Déjense de quejar carajo! ¡basta! ¡queganas de joder con tanta queja! ¡ponele un bosal a Silvita y listo!

Adiós!!!!!!!!