Texto publicado por Miguel de Portugalete

La impresión 3D reducirá el gasto sanitario de la Administración.

La impresión 3D reducirá el gasto sanitario de la Administración.
Ingeniería.

Ciencia: La impresión 3D reducirá el gasto sanitario de la Administración.

El uso doméstico de la impresión 3D reducirá el gasto sanitario de la Administración y producirá el abaratamiento de los procesos aplicados a la medicina
al promover la autofabricación de productos de apoyo y sanitarios. Es una de las principales conclusiones del taller sobre Impresión 3D organizado por
el Centro Nacional de Tecnologías de la Accesibilidad (CENTAC), en España.

Para Enrique Varela, presidente de la Fundación Tecnología Social, “el objetivo final es producir nuestros propios objetos”. Para ello, la impresión 3D
permite “la fabricación de objetos caseros personalizados a un coste muy bajo”.

Según Varela, de las múltiples aplicaciones de la impresión 3D, “una de las más interesantes es la impresión social”. Gracias a este uso se pueden “realizar
diseños personalizados de objetos para personas mayores o con algún tipo de discapacidad”. “Desde prótesis adaptadas para imprimir dedos o piernas, productos
de apoyo como pinzas de apertura fácil hasta robótica infantil con juguetes adaptados para niños o mapas en relieve para personas ciegas”, explica Varela.

“Estamos en un momento del háztelo tú mismo”, vaticina. Para el experto, “la gran eclosión de la impresión 3D se va a producir en el uso doméstico, los
precios han bajado mucho y hoy se puede adquirir una impresora 3D por unos 1600 euros”. Aun así, Enrique Varela cree que la impresión 3D “no está pensada
para producir en cadena”, va a “beneficiar a todos los sectores productivos” y recomienda “abrir la mente”.

En ese sentido, Varela comenta que una de las claves de la impresión 3D son los “códigos abiertos”, para que “cada uno pueda personalizar los diseños”.
“Los ficheros de diseño ya están en la red”. “En la industria hay una contrarreacción, aunque acabarán vendiendo ficheros”. En esa línea, Varela, adelanta
que ya se está trabajando en “repositorios de ficheros testados por profesionales”.

Además en España, en todas las ciudades, ya existen comunidades y talleres de makers —creadores de tecnología— donde se transmiten conocimientos y se investigan
nuevos diseños para aplicar a la impresión 3D”, comenta Varela.

Para Juan Carlos Ramiro, director de Accesibilidad de CENTAC, la impresión 3D va a cambiar el sistema de trabajo, de creación y producción”. “Es una tecnología
fácil, con gran nivel de adaptabilidad y con miles de usos”. Asimismo considera que no hace falta ser un físico cuántico, solo “dedicar tiempo a aprender”.

El Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas, CEAPAT, cuenta con la primera impresora en 3D de España para uso público. Ramiro
cree que “aún es algo muy novedoso, con un proceso lento de implantación”. “La impresión 3D es una de esas pocas tecnologías que revolucionan el mundo”.
(Fuente: Europa Press)