Texto publicado por SUEÑOS;

Humor,

humor 1,
La señora llega a la casa de su hija y encuentra a su yerno furioso empacando una maleta.
-¿Qué pasó? pregunta ella.
-¿Que qué pasó? - le voy a decir exactamente lo que pasó señora! Le mandé un email a Catalina diciéndole que hoy regresaba a casa de mi viaje de negocios. Llegué a casa y ¿puede adivinar lo que encontré? ... A mi esposa, sí, ¡su hija!, con un hombre desnudo en nuestra cama matrimonial. Este es el fin de nuestro matrimonio. ¡Yo me largo de aquí para siempre!
-¡Cálmate! dice la suegra. Hay algo que no suena bien. Catalina nunca haría una cosa de esas. Yo la crié y la conozco bien. Espera un momento mientras yo averiguo qué fue lo que pasó.
Un momento después regresa la suegra con una sonrisa enorme.
-Ya ves, te dije que tenía que haber una explicación lógica...¡Catalina no recibió tu e-mail!

humor 2,
Un hombre llega a su empleo con los dos ojos morados.
Su jefe le pregunta qué le sucedió, y el hombre respondió:
- El domingo estaba en misa, y cuando nos pusimos de pie noté que a la señora que yo tenía enfrente, la falda se le había metido entre las nalgas, así que lo saqué. Ella se volvió y me dio un puñetazo en un ojo.
- Ah, ya veo, pero ¿y el otro ojo?
- Bueno, es que como ella se había enojado, puse la falda donde estaba...

humor 3,
Un hombre ya maduro contrató una secretaria.
Era una mujer joven, ingeniosa, gentil y, sobre todo, muy hermosa.
Un día, mientras tomaba dictado, notó que su jefe tenía la bragueta abierta.
Terminó el dictado y se dispuso a salir de la oficina cuando, antes de cerrar la puerta, dijo:
-Por cierto, señor, la puerta de su cuartel está abierta.
El hombre no entendió el comentario; no obstante,al poco rato se dio cuenta de que el cierre de sus pantalones estaba abajo.
Al hombre le hizo gracia la manera en la que su secretaria se había referido al pequeño incidente y decidió aprovechar la oportunidad para coquetear un poco, por lo que la llamó a su oficina:
-Dígame, señorita, cuando vio que la puerta de mi cuartel estaba abierta, ¿por casualidad no vio también a un soldado en posición de firme?
-¡Oh, no, señor! Lo único que vi fue un veterano de guerra sin fuerzas echado entre dos viejas mochilas de campaña