Texto publicado por Azucena

ESENCIA

Quisiera volver a ser niña, donde la soledad no pesaba, y la ilusión estaba en cada latido de mi corazón.

Dicen que si el mundo no se puede cambiar, entonces cambia cada quien en lo personal, pero ¿cómo hacerle?, si cada vez el mundo es incierto con una sociedad sub realista: Antes era una promesa- una esperanza, ahora es un egoísmo- una avaricia.
Sinceridad que se ha perdido: luz de esencia que se ha fundido.

Habitantes existenciales que duermen, pensándose despiertos: individuos que se engañan sumergidos en un espacio superfluo, cual llaman camino correcto.

O dulce inocencia que quisiera de vuelta, desconfianza que crese alimentada por el egoísmo y la maldad perversa.

Amor lindo y puro, que mi corazón profesa: cuales cantos de aves que con notas de tierno encanto, al amanecer despiertan.

Luz de mi corazón no te dejes apagar, pues mis latidos necesitan tu presencia en su andar.

Maravillosa sensación en el vivir, cuando se tiene paz, y la fortaleza que en todos momentos tiene que estar, haya o no adversidad.

Una traición es sumamente dolorosa, más un perdón no guarda rencor: la venganza no es buena hace mucho daño y se roba toda alegría de las cosas buenas, además de que sólo afecta a quien siente el resentir, pero no a quien le ha fallado a la lealtad.