Texto publicado por Oscarina González Güipe

Psicología de la Discapacidad Visual: Ceguera de Nacimiento

La persona que nace con discapacidad visual o ciega no sufre por ello ningún trauma psicológico. Para ella, la no visión es lo natural, y será la reacción de su entorno (su familia, la escuela y la sociedad) quien determinará su vivencia de la discapacidad y marcará sus posibilidades de integración social.
A continuación, detallaremos los tres ámbitos en que se desarrolla la actividad del niño:

i. La familia

Al recibir la noticia de que el bebé ha nacido con discapacidad visual o ciego, la familia sufre un trauma similar al del individuo que pierde la vista de adulto y que se puede describir con las mismas cuatro fases.
• Shock
Al igual que en el caso del individuo, las familias se sienten en un primer momento desorientadas y obnuviladas, buscan una relación de causa-efecto para explicar la situación, tratan de negar la realidad y se rebelan contra ella. Una tentación que debe superarse es la autoinculpación de los padres que a menudo se sienten culpables de la discapacidad o ceguera del niño, sensación que debe eliminarse lo antes posible, pues perjudicaría, de lo contrario, el desarrollo emocional del niño.
• Depresión
Todo el ambiente familiar se verá afectado de la melancolía característica de la depresión. Hay que estar alerta, pues los problemas individuales de cada miembro de la familia complicarán el panorama general. En todo caso, la reacción global es siempre la de proteger al niño, hasta tal punto que sobreviene la superprotección. Es imprescindible reaccionar ante esta situación: la superprotección puede dejar importantes secuelas emocionales en el niño y entorpece su normal desarrollo cognitivo, con resultados que pueden llegar a ser devastadores. Es necesario que la familia salga de ese estado colectivo de depresión y vea a su hijo como un miembro potencialmente válido de la sociedad, que le abran el mundo; puesto que no lo ve, lo ha de tocar. Una vez que la familia se convence de esta realidad, se inicia la fase de adaptación.
• Adaptación
Los familiares del niño con discapacidad visual o ciego deben aprender, junto a él, a utilizar las ayudas técnicas a su alcance. De esta manera podrán compartir con él juegos, educación y experiencias, al tiempo que podrán resolver sus dudas respecto a la correcta utilización de esas ayudas. Este proceso conducirá a toda la familia a la fase de autoestima.
• Autoestima
En este punto la familia se siente completamente orgullosa de su hijo, de sus avances y logros. Está a gusto consigo misma y ha aceptado la discapacidad de su hijo como característica y no como carga.

ii. La escuela

Después de la familia, el ámbito más decisivo en la formación del niño es la escuela. Es fundamental que el niño encuentre aquí un ambiente agradable y acogedor donde desarrollar sus capacidades y que tenga en cuenta sus limitaciones.

Los profesores necesitarán una formación específica para conocer cuales son estas capacidades y cómo solventar las limitaciones (especialmente de comunicación) con las que se encontrarán. Deberán conocer las ayudas técnicas necesarias y disponer del material escolar adaptado a las necesidades del niño. Es primordial integrar al alumno disminuido visual en la clase, esforzarse por traducir los elementos visuales de la explicación en expresiones orales o táctiles. Un ejemplo: Utilizar al niño ciego en la explicación de los huesos del cuerpo, señalando sobre él la situación de los mismos. El tacto informa a éste dónde se hallan los huesos referenciados, mientras sus compañeros lo ven directamente.

Es necesario que los compañeros del niño con discapacidad visual o ciego conozcan las normas básicas para el trato adecuado con personas ciegas y, así, se relacionen con seguridad y normalidad con él, que sepan adaptar sus juegos a las limitaciones de esta persona y sepan comunicarse con él con soltura. Un ejemplo muy simple: Se puede adaptar el juego de pelota utilizando un balón de cascabeles

iii. La sociedad

Un niño que su familia se halla en fase de autoestima y que acude a una escuela donde está correctamente integrado está completamente capacitado para integrarse socialmente. A nuestra sociedad aún le quedan muchas barreras que derribar antes de conseguir la plena integración de los disminuidos visuales y, en este punto, las necesidades de los niños ciegos no difieren en mucho del resto del colectivo y las trataremos globalmente.

fuente:
http://www.b1b2b3.org/es/Telefono_Ull/psicologia.html#nacimiento