Texto publicado por TifloFernando

A hombros de Gigantes: Sven Ivars Seldinger

Muy buenas amigos y amigas lectores y lectoras habituales de mis Publicaciones en BlindWorlds:

Me voy a permitir compartir con todos vosotros, una Publicación (Post) extraída de un Blog que os he recomendado en otras Publicaciones mías anteriores:

"Curar a veces, aliviar a menudo, consolar siempre"...Blog de la Médico Especialista en Cuidados Intensivos Ana Deph. Quien hace suyo el Principio Fundamental del Médico.

Quien "Inaugura" ensu Blog, un Espacio dedicado a la Historia de la Medicina, que ha llamado:

"A hombros de gigantes"...Comenzando por quien ella considera un "Premiablefallido" del Nobel de Medicina; El Médico Radiólogo sueco: Sven Ivar Seldinger.

Personaje muy sagaz, al que se debe el Catéter que de manera Universal, lleva su nombre...

Deseo que esta Publicación os sirva para leer más sobre este Gigante de la Medicina del Siglo XX...

Cordiales saludos, TifloFernando.

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Curar a veces, aliviar a menudo, consolar siempre
(http://curaraveces.wordpress.com)

Blog personal de ana deph; Médico Especialista en Medicina Intensiva y Master en Bioética.

Medicina, cuidados intensivos, bioética y más...

A hombros de gigantes: Sven Ivar Seldinger

Por ana deph

Publicado el 9 de febrero de 2014

“Somos como enanos aupados a hombros de gigantes”.-Bernardo de Chartres-

Quizá es que soy un poco friki, pero me encanta bucear en la historia de la Medicina. No en plan tratado, sino más bien picoteando aquí y allá. ¿Nunca habéis sentido curiosidad por saber quiénes eran Frank y Starling? ¿No os parece que Seldinger debería haber sido propuesto para el Nobel de Medicina? ¿Sabíais que Ganz estuvo a punto de morir en Auschwitz y dejarnos sin catéter de arteria pulmonar (y a algunos, casi, casi, sin especialidad)?

Pues inauguro ahora esta sección del blog, en la que iré colgando biografías, historias curiosas, anécdotas y descubrimientos casuales que han hecho avanzar la Medicina. En homenaje a esos gigantes que nos permiten ahora mirar más lejos desde sus hombros.

¿Os animáis a colaborar? Si conocéis personajes o historias interesantes, enviádmelas a curaraveces [arroba] gmail [dot] com y las iré publicando.

Y claro, mi primer “gigante” no podía ser otro que mi personal candidato al Nobel de Medicina. ¿De verdad que a nadie se le ocurrió proponerlo?

Este mes se cumplen 16 años de su fallecimiento. Los intensivistas, los cardiólogos, los radiólogos… le debemos muchísimo. Y es que no me negaréis que la técnica de Seldinger es una de las mejores ideas de la historia. ¿O no? Pues la describió siendo R1 de radiología, ahí es nada…

Sven Ivar Seldinger nació el 19 de abril de 1921 en Mora (Suecia), una de las ciudades que se precian de ser la cuna de Papá Noel.

Sus familiares (los de Seldinger, no los de Papá Noel) tenían un taller mecánico en su ciudad natal, y eran conocidos como “genios de la técnica”; sus abuelos paternos eran relojeros. Ya se ve que la genialidad debe ir en los genes, y que de tanto jugar con los alambres del taller… Pero Seldinger no quiso ser mecánico como papá, sino que estudió Medicina en el Instituto Karolinska de Estocolmo, donde se licenció en 1948.

En 1950 inició la residencia en Radiología (especialidad que definía como “esta cosa con fotos que me fascina”). Y fue allí, siendo aún residente de primer año, donde se le ocurrió la técnica que lleva su nombre.

Él mismo describió el momento como un “severo ataque de sentido común”. Tras intentar pasar, sin éxito, un catéter preformado largo y flexible a través de una punción arterial, se encontró con tres objetos en su mano (una aguja, un alambre y un catéter). Y, según su propio relato, se dio cuenta en fracción de segundos del orden en que debería utilizarlos: “needle in-wire in- needle off-catheter on wire-catheter in-wire off”. La “suerte de los principiantes” hizo que, en ese primer intento, diagnosticara un adenoma paratiroideo que el cirujano no había conseguido localizar durante una intervención exploradora.

Seldinger y sus catéteres…

La técnica que llevaría su nombre fue publicada por primera vez en Acta Radiológica en 1953 (“Catheter replacement of the needle in percutaneous arteriography: a new technique“), aunque el autor reconocerá más tarde que “nadie en ese momento podía soñar con la multitud de aplicaciones a las que esto conduciría”.

De hecho, su jefe en el Instituto Karolinska no consideró que esta idea (que Seldinger empezó a utilizar en la localización de patología tumoral mediante arteriografía y en la realización de angiografías renales o venografía portal) tuviera interés suficiente como para justificar una tesis doctoral. Ya se ve que mucha visión de futuro no tenía, el pobre jefe.

Así que Seldinger tuvo que empezar un nuevo proyecto, esta vez utilizando su técnica percutánea para cateterizar la vía biliar. Finalmente se doctoró en 1966 con un trabajo sobre la colangiografía transparietohepática. Se me había olvidado decir que los médicos de Digestivo y los Cirujanos Generales (o más bien sus pacientes) también le deben media vida…

Se ve que a nadie más que a mí se le ocurrió lo de proponerle para el Nobel (y eso que era sueco), pero sí que recibió otras distinciones como el “Valentine award” de la Academia de Medicina de Nueva York y el nombramiento de miembro honorífico de las Asociaciones Sueca y Alemana de Radiología Médica.

En 1967, con solo 46 años, tras 17 trabajando en el Instituto Karolinska, Seldinger se cansa de “la fama” y pasa a dirigir el Departamento de Radiología del hospital de su ciudad natal, donde vivió con su mujer y sus tres hijas. Allí murió el 21 de febrero de 1998.

Desde finales de los 50 su técnica ya se utilizaba en todos los servicios de radiología, y de ahí salta a otras especialidades. La medicina moderna no se entendería sin la aportación de un joven residente de Radiología… La medicina intensiva tampoco.

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