Texto publicado por SUEÑOS;

Turismo, chocolates y tortas de chocolates. en bariloche,

Bariloche.

Entre las nubes del Tronador, el refugio Rocca acerca glaciares, bosques y lagos.

Es el parador más nuevo en las montañas de la zona, está a 1432m y ofrece comodidades casi como un hotel de lujo; se accede desde Pampa Linda en una caminata accesible de cerca de cinco horas.

Por Soledad Maradona. - .

La luna se asoma tarde en la altura. Del contorno de la Cordillera detrás del refugio que parece un hotel de lujo en medio de la nada surge imponente y se refleja directo en un eterno glaciar de nieve en la cima del cerro Tronador. La postal imperdible está cerca, a sólo unas horas de caminata por un entorno que también es inmejorable y que cada vez suma más adeptos.

La cabaña moderna que oficia de refugio de montaña está a 1432 metros sobre el nivel del mar, con un trozo del glaciar Alerce en la ventana del frente, numerosas cascadas de agua de deshielo, el verdoso lago Frías por el lateral en el fondo y un bosque de coihues junto a tramos de mallines a sus pies. Es un lugar de ensueño. Por algo será que se conoce como el Paso de las Nubes.

Pero ese refugio inaugurado el 28 de abril de 2012, el último que habilitó el Club Andino Bariloche -después de 40 años- con el aporte de la Fundación Hermanos Agustín y Enrique Rocca, lleva el nombre del empresario fallecido en 2001 Agostino Rocca, un amante de la montaña y la Patagonia, según cuentan los andinistas de la zona.

La casona es moderna. Revestida en chapa para frenar el ingreso de la humedad, con enormes ventanales de vidrio doble (un verdadero detalle para no perderse ninguna vista del paisaje), pisos de madera, un deck que la rodea y comodidades como si se tratara de un hotel, algo que poco se ve en la montaña.

El refugio de dos plantas, con espacios amplios y techo alto, tiene capacidad para 80 personas, con diez habitaciones de ocho huéspedes cada una. Una hidroturbina instalada en un salto de agua que proporciona energía con la generación de 20 megavatios diarios, lo que permite tener calefacción y cocina a base de electricidad, algo monstruoso para las necesidades de la montaña y que incluso a los andinistas tradicionales les molesta.

A este lujo en la cima se suma el excelente servicio gastronómico que ofrece Marilyn Capatti, la cocinera que se instala por toda la temporada en la montaña para ampliar el menú de la carta, que tiene un precio fijo de 100 pesos la cena o el almuerzo (que varía cada noche) y 70 el desayuno, con pan casero amasado horas antes de ser servido, dulces de frutos de la zona y un supertazón de café con leche.

El único detalle en contra es que el sistema de baños secos no funciona como debería, pero a la luz de todas las ventajas pasa a ser un detalle.

"La idea es que la gente se pueda sentir como en casa; el lugar es divino, el refugio cómodo, pero también queremos que se vayan contentos porque tratamos de ponerle onda, de recibir a todo el mundo de la mejor manera", dice Marilyn con una sonrisa extensa que no pierde en todo el día a pesar de la ardua tarea de coordinar la cocina y el refugio, cuando el encargado Leo Florenza se toma un descanso y regresa a la ciudad.
De paso a destino
El encanto del interior del refugio y las charlas de camaradería que se producen a diario entre los que llegan, los que siguen camino y los que regresan suma el contexto que lo rodea. El glaciar Alerce, decenas de saltos de agua en una pared rocosa, bosque de un lado, valle y un lago que parece encantado y cercano, aunque para llegar a ese lago se estiman siete horas de caminata.

El Paso de las Nubes tradicionalmente era eso: un lugar de paso de los andinistas que visitaban el refugio Otto Meiling -tal vez algunos hacían cima en los picos del Tronador- y seguían el recorrido con guías de montaña hacia el lago Frías atravesando un glaciar con crampones y cuerdas.

La inauguración del refugio permitió hacerlo más masivo, aunque en la montaña decir masivo puede significar un promedio de 40 personas por día. No es el refugio más visitado, cuentan en el Club Andino, pero aun así muchos más tienen la posibilidad de conocerlo con una caminata de mediana dificultad -de entre 4 y 6 horas- desde Pampa Linda, en la base del Tronador a unos 90 kilómetros de Bariloche.

Ese recorrido atraviesa numerosos puentes de palos y maderas, bordea el arroyo Alerce, frío como ninguno producto de su agua de deshielo aun con temperaturas que rondan los 30ºC. El sendero tiene la ventaja de tener un extenso camino con pendiente moderada bajo un bosque de coihues y cañas colihue, hasta que un caracol en ascenso complica el trayecto e invita a frenar cada tanto para tomar un respiro.

Se puede cargar agua en casi todo el trayecto. Agua natural del arroyo, pero se recomienda llevar en la mochila jugos en sobre para sumarle minerales que el agua tan pura no tiene. También en la cabaña de los guardaparques antes de comenzar el sendero advierten que los tábanos en verano son insoportables. No hay remedio para eso, sólo apacigua la molestia vestir con colores claros y olvidarse de que existen.

Y el camino, después del empinado caracol, se aplana con un tramo de mallines, una especie de pantano por donde hay que caminar con cuidado para no mojarse hasta que una recta entre los pastizales pone frente a la vista la casona bordó, en una especie de morro, detrás de un pequeño bosque de lengas achaparradas. La felicidad es absoluta y aún resta ver el paisaje que desde esa casona se puede contemplar.

Para el regreso, la mayoría realiza el mismo trayecto. Otros descienden por la parte lateral del refugio en dirección al lago Frías, con una caminata de 7 horas que continúa luego con un paseo lacustre hasta retomar el Nahuel Huapi y regresar a Bariloche. La tercera opción -aunque mayoritariamente se realiza al revés- es atravesar la montaña para llegar al refugio Otto Meiling, al otro lado de la pared rocosa que se observa desde el Rocca, sobre una inmensidad del hielo glaciar.

Pero el centro de la historia sigue siendo ese refugio, el Rocca, a un paso de las nubes.ß
Datos útiles
Ubicación Está a 1432 m sobre el nivel del mar en la ladera este del cerro Tronador, en el lugar conocido como Paso de las Nubes. Se accede caminando desde Pampa Linda, a 90 km de Bariloche.

Tarifas Traslado. Transfer Bariloche-Pampa Linda, $ 250 ida y vuelta.En refugio: pernocte $ 130. Cena/almuerzo $ 100. Desayuno $ 70. Pizza $ 130. Lata de gaseosa $ 30.

Contactos Registro de trekking obligatorio, www.habuelhuapi.gov.ar. Guías de montaña: www.aagm.com.ar ; refugioagostinorocca [arroba] clubandino [dot] org