Texto publicado por SUEÑOS;

El Mate,

El mate

De ti a mí, mano a mano,

el mate viene y va.

El mate es como un diálogo

con pausas que llenar.

(Darío lo ha llamado

calumet de la paz)

Niño que se ha dormido

cansado de llorar.

Y aún suspira, la lluvia

cae sobre la ciudad.

El brasero sus brasas

aviva fraternal

y como en la charada

llena todo el hogar.

De ti a mí, mano a mano

el mate viene y va.

Nos quedamos callados

mirando sin mirar

un cuadro, un libro abierto,

un reflejo fugaz.

Tenemos una pena

como de soledad;

nos falta un hijo y algo

que no tendremos ya.

El reloj da la hora

de la serenidad

y grano a grano cuenta

arenas en el mar.

La lluvia se diría

que liquida el cristal,

El brasero calienta

el frío del hogar.

De ti a mí, mano a mano,

el mate viene y va.

Hace poco perdimos

un amigo ejemplar,

perdimos un hermano

de exquisita bondad

Se le escapó la vida

antes de comenzar

Presente en el silencio

sabemos bien que está,

pero callamos porque

no podemos hablar.

Tú principiaste un cuadro,

yo un libro; y ahí están

sin terminar las manos

la estrofa sin final

De ti a mí, mano a mano

el mate viene y va.

Llevamos siete años

de vida conyugal

y nuestro amor reclina

su frente en la amistad.

De los viejos proyectos

casi no hablamos más;

hay algo que nos dice

de un fracaso brutal.

Nos miramos con pena

durmiendo sin soñar;

nos ha engañado el sueño,

ya no soñamos más.

De ti a mí, mano a mano

el mate viene y va;

viene a mí fervoroso,

casi frío a ti va.

No hay más luz que las brasas

ni más calor quizás.

Mi cigarrillo quema

sustancia sideral

y como se ve poco

no nos vemos llorar.

Ezequiel Martínez Estrada