Texto publicado por Urria Gorria

El Senado de España recuerda el holocausto nazi olvidandose de los 9.000 republicanos que estuvieron encerrados alli por luchar contra el genocida Franco articulo de Iñaki Anasagasti

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Iñaki Anasagasti
El mismo día de la muerte de Marcelino, en el Senado solo se acuerdan de los judíos.
Miércoles 29 de enero de 2014

El lunes fue noticia el fallecimiento de Marcelino Bilbao, conejillo de indias en el campo de exterminio de Mauthausen. Había nacido en Alonsotegi, aguantado el bombardeo de Gernika y participado en la batalla de Teruel y en la del Ebro. Acabó en Mauthausen, donde no murió de milagro.

Logró salir con vida después de los experimentos de Aribert Heim, el infame doctor Muerte, un nazi que inyectaba veneno en forma de benceno en el corazón con el único fin de averiguar si la víctima aguantaba. Y aguantó. Cogieron a treinta y solo siete sobrevivieron a los pinchazos. Nunca nadie les reconoció nada. Y lo podían haber recordado este lunes en el Senado donde todo se centró en las víctimas judías, para recordar el holocausto. Nadie objeta ese reconocimiento, pero si el olvido culpable de lo que los nazis hicieron a los republicanos y a los nacionalistas que fueron muchos más que las víctimas de ETA. Pero aquí hay víctimas de primera y de segunda categoría, porque Marcelino apareció en Mauthaussen no por hacer turismo sino por luchar contra una dictadura oprobiosa como la franquista.

Lo imperdonable fue lo ocurrido en el Senado.

El Senado celebró el lunes un acto con motivo del Día Internacional de la Memoria de las Víctimas del Holocausto en el que han brillado por su ausencia las referencias a los republicanos y antifascistas del Estado español que, tras el golpe de Estado de 1936, acabaron en campos de exterminio en Austria o Polonia.

De hecho, solo acudieron dos personas en representación de los españoles que estuvieron en esos campos: Elsa Osaba, que tuvo recluidos a varios miembros de su familia, entre ellos su padre, y una representante española de la asociación Amical de Mauthausen.

Los familiares de Osaba llegaron al campo de Argelès sur Mer desde el frente de Aragón, este miércoles precisamente hará 75 años, también recuerda cómo su tío, con tan solo 13 años, fue arrancado de los brazos de su padre. Ella reivindica la memoria: “Hoy es el Día del Holocausto y el español está siendo ignorando por este gobierno. Sin memoria no existimos y tenemos que tener nombre y rostros”.

Pero en el Senado no hubo esa memoria, solo una vela blanca encendida por las comunidades judías en recuerdo a los republicanos españoles deportados.

Lo que sí hubo, es una amplia presencia de políticos del gobierno y una fuerte representación israelí. Por el Gobierno acudieron los ministros de Justicia y Educación, Alberto Ruiz-Gallardón y José Ignacio Wert, a los que acompañó el embajador de Israel, Alon Bar; el embajador en misión especial para las Relaciones con las Comunidades Judías de España, Álvaro Albacete; el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Querub, y el presidente de la Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez Heredia.

Osaba critica ese despliegue oficial y recuerda que “hace un año tanto Margallo como Gallardón, utilizaron el término ‘disidentes ideológicos’ para designar a los deportados españoles, algo que sí fueron sus padres y familiares, los verdaderos golpistas”.

Además, recuerda que por los 168 escalones de la muerte de Mauthausen, pasaron unos 9.000 españoles. De ahí la “contradicción” y el “sentimiento de pena” que le produce ver llegar a mandatarios “en coches Mercedes o Ford, marcas que colaboraron con los nazis y que no pasaron por el tamiz de la justicia”.

Querella argentina

Elsa Osaba está personada en la querella argentina que investiga los crímenes del franquismo y ha viajado hasta ese país para declarar ante la jueza que lleva el caso.

En Argentina pidió que se aclare la “responsabilidad subsidiaria del jefe de Estado actual como heredero del dictador y que el jefe de Estado francés pida perdón por el recibimiento de los españoles en sus campos de concentración”. Además exigió que la Iglesia “pida perdón por el acoso, persecución y expolio a los represaliados españoles”.

Además, criticó la actuación de la Fiscalía que “nos deja desprotegidos, como estaban los españoles en los campos de exterminio y trabajo” y a los que incluso se quitó la nacionalidad bajo la consigna “tras los Pirineos no existen españoles”.

Esta desmemoria generalizada es lo que más le duele a Osaba para quien, “cuando el verdugo mata y después exige olvido, mata dos veces”.

Como pasó con Marcelino Bilbao. Para los del Senado nunca existió. ¡Qué vergüenza!.

fuente: el blog de Iñaki Anasagasti
http://blogs.deia.com/anasagasti/2014/01/29/el-mismo-dia-de-la-muerte-de...