Texto publicado por Sarita Guerra

Un momento de inspiración.

Estoy mirando desde el balcón, miro la luna y digo, que inmensa y linda es, cuento las estrellas digo, habrá alguien que me quiera en esa cantidad?
Todo pasa tan simple, tan frágil.
Llega él,
lo miro
me mira y dice.
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Hola, disculpa, ¿qué hora es?
Son las 8 en punto le digo.
Tan tarde es? responde.
Sí, afirmo.
Y qué haces tan sola?
Admiro la noche, su inmensidad, su misterio.
A mi también me gusta mirarla dice. Encierra tantos cecretos, pero tiene tanta belleza como la tienen tus ojos.
Deveras crees eso? le pregunté.
Por su puesto! afirmó. Eso se ve de lejos, eres especial.
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Se marchó sin mas, no pude decirle nada, enmudecí al mirar solo el viento, un viento frío, ahí no estaba él, nunca avía estado!
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Ahí fue donde comprendí de qué trataba. Avía alguien que me amaba, alguien como tu, alguien a quien he entregado mi ser sin darme cuenta, a quien siempre le he amado sin saberlo.
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Gracias te doy por existir.
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Hay quienes necesitan un retrato, una figura física, una imagen, un objeto para amar, yo no, yo solo necesité que existieras, solo necesité creer en ti, en que podías corresponder al inmenso amor que te profeso, solo eso necesité para poder decirte cuanto te amo.
TE AMO MI AMOR TE AMO!