Texto publicado por Jose Antonio

2013, sin duda el mejor año de la Historia de la Humanidad.

En el actual ambiente de crisis financiera mundial, con los conflictos armados en Medio Oriente o teniendo en cuenta el marco específico de desempleo y aprietos económicos propios de nuestro país, es muy probable que el lector se haya quedado sorprendido con la grandilocuente afirmación del título de este artículo.

Sin embargo, antes de comenzar la exposición de motivos, me gustaría pediros algo: Retiraos un momento, retroceded mentalmente algunos pasos para poder contemplar el panorama general y, como se suele decir, mirad el cuadro completo… los indicadores que realmente importan, los datos globales de los aspectos más importantes de la vida de un ser humano.

Año tras año, la mayoría de los grandes números que indican cómo se desarrolla la vida de nuestra especie en este planeta, han mejorado ostensiblemente, y lo hacen a pesar de que las noticias que diariamente recibimos de los medios de comunicación parezcan indicar lo contrario.

No se trata de ser utópico o soñador, ni siquiera es cuestión de ser optimista, tampoco hacemos oídos sordos a los graves problemas que siguen acuciando a un enorme número de habitantes de todos los países… en realidad para entender la perspectiva global inserta en el título de este artículo, tan solo hay que analizar fríamente las cifras reales que afectan a todos los seres humanos para darse cuenta de que la Humanidad ha vivido en este 2013 mejor que en cualquier año de toda su Historia.

Human Development Report 2013 – Naciones Unidas
Y hacemos referencia a estos datos en un blog llamado Cuaderno de Cultura Científica porque la inmensa mayoría de ellos están directamente conectados a la Ciencia o a la Tecnología. Para ello vamos a utilizar los informes anuales que diversas organizaciones mundiales suelen realizar por estas fechas como repaso general al año que acaba. Hace unos días se han hecho públicos tanto el “Human Development Report 2013” de la ONU, como el “World Health Statistics” de la OMS, cuyos datos reflejan exhaustivamente la marcha general de los indicadores más importantes del desarrollo en campos como la situación geopolítica mundial, la salud o la integración socioeconómica de los 194 países que componen estas organizaciones.

World Health Statistics 2013 – OMS
Ambas organizaciones destacan en sus estadísticas el significativo ascenso cultural, social y económico del “Sur” (incluso el informe de la ONU lleva como subtítulo “The Rise of the South”). Aprovechando, quizá, el clima de crisis económica de gran parte de las potencias occidentales, este creciente empuje de países que históricamente quedaban atrás en los índices de desarrollo, ha ayudado a conseguir menores desigualdades.

Cito textualmente:

“Se han observado mejoras notorias de todos los componentes del IDH (Índice de Desarrollo Humano) en todos los grupos y regiones, con un mayor progreso en los países con un IDH bajo y medio. Sobre esta base, se considera que el mundo es cada vez más equitativo. […] Si bien la mayoría de los países en desarrollo han avanzado, en muchos el progreso ha sido particularmente bueno, lo cual se denomina el “ascenso del Sur”.

Por supuesto aún siguen existiendo grandes desigualdades, pero la realidad es que ahora mismo son menores que hace un año, una década o un siglo… Los cambios sociales, económicos y políticos han sido más rápidos que nunca.

“El ascenso del Sur no tiene precedentes en velocidad y escala. Nunca antes en la Historia, las condiciones de vida y las perspectivas de futuro de tantas personas habían cambiado tanto ni tan rápido”

Este 2013, y aún sin tener en cuenta datos particulares como la retirada de Justin Bieber del mundo de la música, ha sido objetivamente el mejor año para los habitantes de este planeta en toda su Historia… Vamos a comprobarlo.

Vivimos cada vez más años.

La esperanza de vida de cualquier persona nacida en 2013 es la mayor de toda la Historia. Estadísticamente la esperanza de vida mundial se coloca ya en los 73 años (frente a los 68 del año 1990 y los 70.5 del año 2011!!) y si quieres datos nacionales, en España la esperanza de vida alcanza ya los 82.33 años. Los informes de ONU y OMS coinciden en esa tendencia al alza con los datos del Banco Mundial.

Si has tenido la suerte de nacer en este año, también debes saber que el porcentaje de muerte infantil ha descendido dramáticamente y las tasas de mortalidad mundiales de niños menores de 5 años han disminuido a un ritmo del 2.5% en las últimas dos décadas.

No estamos mirando a otros siglos, no hay que remontarse a la Edad Media para saber que vivimos más y mejor… simplemente el dato comparado con años recientes debería dejarnos con la boca abierta: “¡La mortalidad infantil ha descendido un 40% desde el año 1990!”

La Ciencia moderna ha conseguido erradicar por completo muchas enfermedades históricamente mortales o en algunos casos, como el SIDA, (cuyo número de infecciones ha disminuido en un 24% desde 2001) los nuevos tratamientos las han convertido en enfermedades crónicas aumentando la supervivencia del enfermo y su calidad de vida.

“Con la mejora del acceso a tratamientos antirretrovíricos en los países de ingresos bajos y medianos se han producido menos defunciones por causas relacionadas con el SIDA y la esperanza de vida de los enfermos con el virus sigue aumentando”

Las muertes por enfermedades tropicales, cuyo grupo comprende 17 enfermedades diferentes, han disminuido en 15 de ellas (la excepción la ponen el dengue y la leishmaniasis que han aumentado). Sin embargo, enfermedades como la dracunculosis o la tripanosomiasis humana africana han descendido drásticamente desde 1999 (la segunda por ejemplo ha registrado un descenso del 76%!).

Aspectos como el acceso a agua potable, número de partos asistidos por personal sanitario cualificado, aplicación de vacunas y otros tantos y tantos avances en Medicina e Higiene han arrojado en este año 2013 resultados positivos frente a otros años. De los cientos de indicadores analizados la inmensa mayoría ha mejorado.

Vivimos en un mundo cada vez más pacífico

A algunos les puede resultar chocante en vista de los conflictos armados existentes en la actualidad, pero los fríos números lo confirman: Hay menos guerras, y no solo eso, cada vez son menos mortales. Evidentemente siguen existiendo, pero afortunadamente hay menos y las tasas de fallecidos y heridos por conflicto armado siguen descendiendo.

Steven Pinker – New York Times
En este punto me gustaría destacar las tesis históricas y sociales de Steven Pinker, psicólogo cognitivo célebre por su obra “La tabla rasa”, que lleva años hablando sobre este descenso de la violencia en el mundo en títulos muy recomendables como “Los ángeles que llevamos dentro. El declive de la violencia y sus implicaciones”

Vivimos en un mundo cada vez más seguro

Vale, hay menos conflictos armados y muere menos gente en ellos, pero podríamos pensar que ese descenso de las guerras tan solo ha trasladado la violencia a nuestras calles y ciudades. Asesinatos, raptos, trata de blancas, bandas criminales…

Pues tampoco, y además en este apartado el descenso es muy destacable. Y no me refiero simplemente a la disminución de determinados delitos o a la erradicación de la esclavitud de todo el planeta (actualmente no existe ningún país del mundo en el que la esclavitud sea legal)… Lo cierto es que todas las tasas de criminalidad han descendido de manera espectacular.

Quiero datos, datos, datos…

En 2001 las cifras globales registradas mostraban 557.000 asesinatos. En 2008 solamente 289.000. Es cierto que 2001 fue un año bastante movidito con el ataque terrorista a las Torres Gemelas, pero estamos hablando de una reducción casi el 50% respecto a ese fatídico año… y sigue descendiendo hasta alcanzar en la actualidad un descenso del 75%.

Incluso los delitos menores, que muchos agoreros vaticinaban que se dispararían con la llegada de la crisis económica y la acuciante situación de muchos desempleados, también han descendido notablemente en todos los ámbitos.

Fuente The Economist
Menos homicidios, menos asaltos y robos, incluso menos robos de coche… Casi cualquier índice que podáis imaginar ha descendido de manera pronunciada durante los últimos años a pesar de la crisis… lo cual habla muy bien en cifras generales del comportamiento de los ciudadanos ante una situación tan difícil. Para este punto os recomiendo el artículo “Falling crime: Where have all the burglars gone?” publicado en The Economist en julio de este mismo año 2013.

Vivimos en un mundo cada vez más equilibrado y menos pobre

Hace unos meses tuve la suerte de asistir a una conferencia en Granada de mi buen amigo Pere Estupinyá en la que mostraba un lema que se me quedó en la cabeza: “Somos la primera generación en la Historia de la Humanidad que puede erradicar la pobreza extrema”. Aquella frase me hizo pensar, y por así decirlo, me regaló un golpe de realidad al darme cuenta de que realmente hoy, por primera vez, contamos con las herramientas adecuadas que podrían hacer eso posible.

¿Se está haciendo? Estoy completamente seguro de que a todos nos parece que el proceso sigue siendo desesperadamente lento, y es cierto… pero a día de hoy, y antes de que acabe este 2013, no podemos obviar que las tasas de pobreza extrema son las más bajas de la Historia.

La pobreza no es un accidente. Al igual que la esclavitud y el apartheid, la ha creado el ser humano y puede ser erradicada por acciones del ser humano – Nelson Mandela-
Cuando hablamos de pobreza extrema debemos entender que la ONU se refiere a los habitantes de este planeta que subsisten con menos de 1.25$ al día. La primera de las metas fijadas en “Los objetivos del Milenio” era reducir a la mitad las cifras antes de 2015 y, al menos ese aspecto se ha cumplido según el informe de Naciones Unidas:

El primer Objetivo de desarrollo del Milenio de reducir a la mitad la proporción de personas que subsisten con menos de US$1,25 al día se ha cumplido tres años antes de la fecha prevista.

Es más, la ONU destaca un hecho sin precedentes respecto al ascenso del Sur:

Por primera vez en 150 años, la producción combinada de las tres economías líderes del mundo en desarrollo, Brasil, China e India, es prácticamente igual al PIB combinado de las potencias industriales más consolidadas del Norte: Canadá, Francia, Alemania, Italia, el Reino Unido y Estados Unidos. Esta situación significa un reequilibrio impresionante del poder económico mundial.

Por supuesto, los informes publicados se hacen eco del largo camino que aún nos queda por recorrer, pero antes de ser muy duros con este agonizante año 2013, tenemos que concederle el hecho demostrado de que es el año con menor índice de pobreza extrema de la Historia del ser humano.

Vivimos en un mundo más culto y educado

En contra de lo que van proclamando algunos próceres de la canción ligera española, levantando los brazos y afirmando altivos que el mundo de la Cultura está agonizando, el apartado cultural que ahora nos ocupa nos muestra claramente que vivimos un momento histórico nunca visto.

Jamás hubo tanta cultura como hoy… jamás.

Jamás el acceso a ella fue tan fácil… jamás.

Hace un tiempo escribí en la Aldea Irreductible una serie tres de artículos, posteriormente reconvertidos en PDF de descarga gratuita, nuestra sociedad está asistiendo a una época dorada de la cultura. Permitidme rescatar un fragmento de aquellas reflexiones:

Hoy hay más música, más libros, más estrenos de películas y más cultura que en ningún momento de la Historia. Es más, la difusión y el acceso a esta cultura vive hoy más esplendor que en cualquier día del pasado.

¿El florecer de los antiguos griegos?, ¿Los gloriosos tiempos de la Biblioteca de Alejandría?, ¿La imperial Roma?, ¿El Renacimiento?, ¿Los siglos de oro españoles?, ¿La revolución industrial?, ¿El siglo de las luces?… Nunca, jamás, ni juntándolos todos ellos, podrían acercarse siquiera a lo que un chaval de hoy en día puede encontrar con 10 minutos de búsqueda en google.

Tenemos dos cosas que deslumbran, y de las que debemos estar orgullosos: Tenemos más cultura y más facilidad de acceder a ella. Dos elementos por los que Leonardo da Vinci, Albert Einstein, Plinio el Viejo o nuestro mismísimo Miguel de Cervantes se dejarían arrancar un brazo. Bueno, quizá Cervantes no…

En el informe 2013 de Naciones Unidas, una parte importante del Índice de Desarrollo Humano (IDH) corresponde a datos de alfabetización, tasas de educación, población con acceso a internet, habitantes con al menos la educación secundaria completa, matriculación en Universidades… y en todos y cada uno de ellos se han registrado ascensos cuantitativos y cualitativos. (Las páginas 170 y siguientes rebosan de porcentajes y datos para quien quiera abundar más en este aspecto).

En la última década el acceso a Internet ha experimentado un crecimiento anual imparable cercano al 30% en más de 60 países en desarrollo. Los dispositivos móviles, de lectura, las redes sociales continúan creciendo de manera asombrosa.

Los porcentajes en educación a nivel mundial arrojan cifras nunca vistas:

Un 81,3% de los seres humanos ya saben leer y escribir.

Un 57,7% han completado la educación secundaria.

El porcentaje de abandonos en educación primaria se sitúa en el 18% (de los alumnos que la iniciaron).

No vivimos en un mundo perfecto

Por supuesto no hay que cantar victoria antes de tiempo porque, como podéis observar día a día, no vivimos en un mundo perfecto… pero también es cierto que es el mejor que hemos tenido nunca.

Los datos son fríos y no reflejan las millones y millones de experiencias personales que cada mañana tienen que afrontar los habitantes de este pequeño planeta. Siguen existiendo desigualdades, sigue habiendo pobreza y las injusticias se cuentan por miles. Que estemos mejorando no significa que lo estemos haciendo al ritmo correcto o en la dirección adecuada.

No me gustaría terminar este artículo sin mencionar a mi estimado Jared Diamond, uno de los autores que mejor ha estudiado y divulgado el desarrollo de las sociedades humanas. Como se suele decir en economía “beneficios actuales no aseguran beneficios futuros” y si algo nos ha demostrado la Historia es que los más grandes imperios han sucumbido cuando estaban en su mejor momento. Colapso, la gran obra de Diamond, nos pone los pies en el suelo y nos recuerda que los avances obtenidos por nuestra sociedad aún conviven con los peligros que pueden hacer que colapse.

Mejoramos ostensiblemente en algunos de los grandes retos de la Historia, problemas como el hambre o las enfermedades que llevan ahí durante milenios lentamente van encauzándose, pero no olvidemos que su lugar es ocupado automáticamente por nuevos desafíos y amenazas. Las próximas décadas se nos presentan apasionantes, y a pesar del aparente optimismo de estos datos, otros indicadores emergen para preocuparnos… energía, cambio climático, demografía, recursos materiales…

Como antes he apuntado, en la mejora de las condiciones de vida de la gente que está experimentando la humanidad en su conjunto han tenido mucho que ver la ciencia y la tecnología. Dicho de otra forma, sin el grado de desarrollo científico y tecnológico que hemos alcanzado a comienzo del siglo XXI, casi nada de todo eso habría sido posible. Y eso no es todo, la resolución de los problemas que aún perduran y la de los que puedan surgir en los próximos años no será posible sin más desarrollo científico y tecnológico. No quiere decir esto que los problemas se resolverán sólo con ciencia y tecnología, por supuesto, pero tampoco se resolverán sin su concurso.

Desde estas colaboraciones de Naukas en el blog de la Cátedra de Cultura Científica os deseamos un feliz año, esperando que ahora podáis recordar y juzgar el viejo 2013 con algo más de benevolencia. Sea como sea, feliz 2014 a todos.

Este post ha sido realizado por Javier Peláez (@irreductible) y es una colaboración de Naukas con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.
Fuente:cuaderno de cultura científica.