Fichero publicado por SUEÑOS;

Semilla Del Corazón;

LA NAVIDAD CONTADA A MIS NIETOS

Queridos nietos:

Antes de que llegue la Navidad, quiero contarles detenidamente qué es lo que ocurre en estas fechas. Ustedes han nacido en una familia cristiana y por eso es importante que conozcan el gran acontecimiento que en estas fechas celebramos. No me gustaría que las luces, las compras y la agitación ensombrecieran el verdadero mensaje de estos días.

Hace dos mil y pocos años Dios decidió hacerse hombre y venir a la tierra para que los seres humanos nos enteráramos de una vez por todas que Él nos quiere muchísimo, que tiene para cada uno de nosotros un sueño de felicidad y plenitud y que no podemos vivir una vida mediocre. Ya antes nos lo informó por medio de diferentes profetas, pero con el paso del tiempo sólo quedaron algunos mensajes escritos que no le hacían demasiada buena publicidad, así que decidió tomar forma de persona y nacer y vivir como Él cree que debe hacerlo una persona cualquiera.

Así este niño que nació en un pueblito pequeño, en una familia sencilla, envuelto más en ternuras que en cosas, aparte de que a los doce años ya era un adolescente contestatario que se plantó en medio del templo a contar a los estudiosos de entonces quién era Dios, a sus 30 años comenzó su vida pública en la que se presentó como mensajero de su Padre hablando a diestra y siniestra de cómo hay que vivir. Nos dijo que tenemos un Padre que nos quiere muchísimo, al que hay que llamar papá o mamá, y no nombres más solemnes. Nos enseñó que hasta que no nos tratemos como hermanos sentiremos tristeza en el corazón y que podemos recurrir a Dios siempre que estemos cansados y agobiados porque Él nos serenará. Nos recomendó también que perdonar una y mil veces le deja a uno mucho mejor y que no podemos juzgar a nadie, pues todos tenemos cosas que ocultar.

Este hijo de Dios, Jesús, nos explicó por qué todos los pobres son los preferidos de Dios y cómo Él cambia los valores y vuelve humildes a los ricos y a los pobres y que no le gusta para nada las personas que por tener poder o cosas, se aprovechan de los demás. También nos recomendó sacar el niño que todos llevamos dentro, siendo sencillos, espontáneos, alegres, auténticos y vividores del momento presente, en vez de andar siempre ocupados en lo siguiente o nostálgicos en el ayer. Con su vida nos demostró Jesús, que el que no vive para servir, no sirve para vivir y que no hay que llamar a nadie Padre más que a Dios, que es el que tiene el corazón todo cariñoso y nos impulsa a la plenitud, a ser algo único y fantástico.

Los pocos años que Él pasó en este mundo, anduvo sanando a la gente con su amistad, con su cariño, con su aceptación incondicional y se juntaba con mujeres de mala vida, con adinerados, con pobres. Nos dejó muy claro que el que anda dando demasiadas vueltas a sus dineros, no tendrá tiempo para disfrutar de Dios y vivirá peor y que no temamos. Pero uno de los secretos importantes que nos contó Jesús, para vivir contentos, en vez de andar por la vida tristes como huérfanos, es tener ratos para meterse dentro de uno mismo y escuchar a Dios.

Así se vive la vida en compañía, que es mucho más bonita y además, en el silencio, Él te susurra al oído los grandes sueños que tiene para ti y para las personas que te va poniendo al lado. Jesús oraba mucho, y eso que tenía una vida muy ajetreada. En los ratos de comunicación con Dios, Él nos serena para salir de cualquier situación difícil. Y esto es lo que recordamos en Navidad, queridos nietos. Queremos vivir así, todo esto que nos enseñó este niño que nació en Belén para invitarnos a vivir mejor. Por eso llenamos de luces, regalos, adornos y familia estas fechas, porque queremos hacer del mundo una gran familia donde todo ser humano viva bien.

Mari Patxi Ayerra

Madrid

HIMNO AL AMOR

Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.

Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.

Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.

El amor es paciente, es servicial, el amor no es envidioso, no hace alarde,no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.

El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. el amor no pasará jamás.

San Pablo