Texto publicado por Miguel de Portugalete

tráfico de arena hará desaparecer las playas

Denis Delestrac, abogado y director de cine documental.
Tengo 45 años. Nací en un pueblo, junto a Toulouse, y vivo en Barcelona.
Casado, tengo una hija (5). Licenciado en Derecho, máster en Periodismo, me
dedico a realizar documentales. Estamos regresando a una estructura feudal.
Creo que tengo un ángel de la guarda.

Nueva fiebre del oro.

Su documental La guerra de la arena ha ganado el Sol de Oro en el Festival
de Cine y Medio Ambiente de Barcelona, el Ficma, y el Gold Panda, el Oscar
chino. Delestrac, que creció en Bretaña frente a la playa, ha dado una
charla en el TEDxBarcelona sobre esta nueva fiebre del oro, y sus mafias,
que está acabando con las playas, mutándolas en edificios y cemento, lo que
evidentemente tiene un nefasto efecto ambiental. Antes, en Pax Americana y
la militarización del espacio, nos explicó como el espacio se ha convertido
en el nuevo campo de batalla en la lucha por la supremacía: "Hay 1.000
satélites en órbita, 500 son estadounidenses y la mitad de uso militar".

En el 2100 las playas del mundo habrán desaparecido.
¿...?
Mire a su alrededor: En su grabadora hay un chip que contiene arena, igual
que en su teléfono móvil, este vaso de cristal, el vino, la pasta de
dientes... El dióxido de silicio está en todas partes.

La madre naturaleza es generosa.
...En los plásticos de los aviones y en las aleaciones ligeras, en la
pintura, en los neumáticos, la cosmética y en la construcción.

Resulta romántico que hagamos nuestras casas con arena como las hormigas.
Ellas manejan ese recurso sin desestabilizar el planeta. La arena, como el
petróleo, es un recurso que a escala geológica se renueva sin problema, pero
si pones en la ecuación a los humanos y el boom de la construcción (siempre
presente en algún punto del mundo y a una velocidad de vértigo), el consumo
es inmenso.

Rompemos toda la dinámica geológica.
El 80% de todo lo que se construye en el mundo está hecho de hormigón
compuesto en un 80% de arena. Vemos playas desaparecer y entre el 75% y el
90% de las playas del planeta están retrocediendo: la arena se va y la playa
se hace más corta. La arena que se extrae no vuelve; está en nuestros
edificios, puentes, carreteras, aeropuertos...

Haremos piscinas de cemento.
En el 2020 China no tendrá ni un solo río que llegue al mar con su carga de
arena.

Las presas.
Sí, en EE.UU., desde la declaración de independencia (1776), se ha
construido una presa al día: 80.000. Y en todo el mundo 845.000. Las presas
retienen el agua y la arena que viene de las cadenas montañosas. Las playas
tardan miles de años en formarse.

Granito a granito.
Las playas nos protegen, son un amortiguador natural, un cordón muy frágil
alrededor de los continentes.

Absorbe la energía de las olas.
Es un organismo compuesto de tres partes interconectadas: la playa que
vemos, la playa bajo el mar y la duna. En verano, cuando las olas son
suaves, la playa se hace más corta pero más gorda. En invierno, las olas
aplanan la arena y la playa se alarga hacia las dunas para absorber más la
energía.

¿La energía de las olas?
Sí, y los paseos, hoteles, parkings, casas, carreteras frente al mar no se
lo permiten. Esas barreras de cemento provocan que el mar se lleve la arena.

Hoy ya hay muchas playas artificiales.
Sí, casi todas las playas del mundo deben comprar arena de otras playas.
Hemos cambiado toda la dinámica costera. Para realizar las miles de islas
artificiales que ahora están tan de moda, como el hotel Vela, se debe
importar la arena de algún lugar.

Un sinsentido.
Un tercio de los turistas quieren playas de arena, y así entramos en un
círculo: se compra una arena que en un par de años habrá vuelto a
desaparecer.

Las empresas que venden arena deben estar forradas.
Hoy en día la gente mata por la arena. En India, la mafia de la arena es la
organización criminal más potente del país. Cuando estuvimos rodando allí,
asesinaron al representante del Estado en una región porque se interpuso en
una excavación ilegal de arena en la playa. Es algo que ocurre muy a menudo
en India y también en Marruecos, donde dos mil familias viven del tráfico de
arena.

No son ellos los que se forran.
Se trata de una jerarquía muy organizada que llega hasta las altas esferas
del Gobierno y que controla desde la excavación hasta la construcción. Lo
paradójico es que en Marruecos la arena de las playas se utiliza para
construir pisos turísticos frente al mar donde ya no hay playas.

¿Y qué hay?
Un paisaje lunar de rocas. Hay un gran problema de falta de información. El
tráfico de arena se concentra en India, Marruecos y en el Caribe. Unos 70
países sufren excavación ilegal en las playas.

¿Y el dragado de arena en el mar?
Tampoco se controla, y lo que se extrae se rellena naturalmente con más
arena del entorno. El fondo del mar es sobre todo rocoso, la capa de arena
es fina y en ella viven microorganismos que son la base de toda la vida
marina y la cadena alimentaria. Estamos empezando a ver las consecuencias.

Se ha convertido usted en un activista de la arena involuntario.
Después de que se emitiera el documental en Francia, la Asamblea Nacional ha
decidido que a partir de ahora la gestión de la arena pase del Ministerio de
Industria al de Medio Ambiente.

¿China es hoy el mayor consumidor de arena del mundo?
Sí, y Dubái es el ejemplo paradigmático de la locura de la construcción: a
ver quién construye más alto y más rápido. En las sociedades ricas,
crecimiento y construcción son un binomio inseparable.

Pero si Dubái está rodeado de arena.
La arena del desierto no se puede utilizar para la construcción, no
compacta.

Ima Sanchís.