Texto publicado por SUEÑOS;

Medicina,

Medicina.

El bloqueo de un gen mediante un fármaco vuelve a muchos tumores más
vulnerables a la quimioterapia.

Enviar por email Cerca de la mitad de todos los pacientes con cáncer
presentan una mutación en un gen que codifica para una proteína llamada p53,
una mutación que ayuda a sobrevivir a los tumores y a que sigan creciendo
aún después de que la quimioterapia haya dañado severamente su ADN.

Un nuevo estudio, realizado por biólogos del Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT) en Cambridge, Estados Unidos, ha mostrado que las
células tumorales que presentan una mutación nociva en el gen de la p53
podrían volverse mucho más vulnerables a la quimioterapia mediante el
bloqueo de otro gen llamado MK2. En un estudio en ratones, los tumores
carentes de MK2 funcional menguaron drásticamente cuando fueron tratados con
cisplatino, un fármaco empleado en quimioterapia contra el cáncer, mientras
que los tumores que mantuvieron el gen MK2 funcional siguieron creciendo
tras el tratamiento.

Los resultados de la nueva investigación sugieren que dar a los pacientes
con cáncer una combinación de fármacos integrada por un medicamento que dañe
al ADN y otro que inhiba al MK2, podría ser muy efectivo.

Varios fármacos que inhiben al MK2 ya se están probando en ensayos clínicos
con miras a tratar enfermedades inflamatorias como la artritis y la colitis,
aunque estos medicamentos no han sido probados todavía en ensayos clínicos
encaminados específicamente a comprobar su eficiencia para tratar al cáncer.

Diagrama estructural de la proteína p53 enlazada a una molécula de ADN.
(Imagen: Thomas Splettstoesser / Wikimedia Commons)

El estudio realizado por el equipo de Michael Yaffe y Sandra Morandell
demuestra en definitiva que esos fármacos diseñados para tratar dolencias
muy distintas al cáncer podrían ahora, paradójicamente, iniciar una segunda
vida como medicamentos para tratamientos anticáncer, al ser usados en
combinación con la quimioterapia.

El siguiente paso en esta prometedora línea de investigación es iniciar la
fase de ensayos clínicos con esos fármacos para evaluar su uso contra el
cáncer en casos humanos.