Texto publicado por SUEÑOS;

Ciencia,

Microbiología.
Hallazgo de una extraña bacteria en dos centros espaciales.
ª

Un raro microbio descubierto recientemente, y que sobrevive con muy escasos
nutrientes, ha sido encontrado en dos lugares llamativos de la Tierra: Dos
recintos dedicados a preparativos finales de naves espaciales. La bacteria
es muy diferente de cualquier otra conocida. De hecho, se la considera única
en su género.

Las salas para preparación de naves espaciales cuentan con altos niveles de
esterilización y aislamiento, a fin de evitar o minimizar la presencia de
microorganismos y de partículas indeseadas a bordo de las naves que allí se
preparan. Son análogas a las "salas blancas" o "cuartos limpios" usados en
microelectrónica. Una de estas dos salas en las que se ha detectado la
bacteria exótica está en Florida, Estados Unidos, y la otra en Kourou,
Guayana Francesa, América del Sur. Estos dos sitios son por ahora los únicos
lugares de la Tierra en los que se ha encontrado al citado microbio.

Los microbiólogos suelen hacer revisiones exhaustivas de bacterias y otros
microbios en salas blancas destinadas a la preparación de vehículos
espaciales. En dichas salas, debido a las fuertes medidas de esterilización
y aislamiento, hay menos microbios que en cualquier otro ambiente de la
Tierra, pero los pocos que sobreviven deben ser catalogados tan
exhaustivamente como sea posible, ya que es muy probable que algunos de
ellos acaben viajando al espacio a bordo de satélites, sondas u otras naves
espaciales.

Esto resulta de especial importancia para el caso de naves que viajan a
otros planetas, ya que un aterrizaje en otro planeta de una nave portando a
estos polizones microscópicos podría originar una contaminación biológica en
ese mundo por los microorganismos terrestres que sean capaces de sobrevivir
allí. Por ejemplo, en el caso de Marte se sabe ya de unas cuantas especies
potencialmente capaces de vivir allí.

Si se encuentra alguna vez vida fuera de la Tierra, por ejemplo en Marte,
será imperativo compararla con los varios centenares de tipos de microbios
detectados en las salas esterilizadas para preparación de naves espaciales,
a fin de verificar si la supuesta vida extraterrestre no es en realidad vida
terrestre llevada accidentalmente al astro donde se la ha detectado.

Esta imagen microscópica muestra docenas de células bacterianas individuales
de la especie recientemente descubierta, Tersicoccus phoenicis. La imagen
incluye una barra para indicar la escala, que muestra que cada una de las
células bacterianas es de aproximadamente un micrómetro de tamaño. (Imagen:
NASA/JPL-Caltech)

Las medidas de esterilización imperantes en esas salas de centros espaciales
reducen de manera espectacular la cantidad total de microbios, una multitud
entre la que sería difícil detectar una especie concreta de bacteria, quizá
sumida además en una situación de desventaja frente a otras especies que la
lleva a tener una población ínfima en condiciones ambientales normales. Sin
embargo, después de la esterilización, la muchedumbre desaparece y resulta
más fácil percatarse de las especies exóticas que perduran. Estas especies
son además extremadamente resistentes, pues si siguen ahí es que han
resistido condiciones durísimas tales como sequedad extrema, limpieza
química, irradiación de rayos ultravioleta y carencia de nutrientes.

El equipo del microbiólogo Parag Vaishampayan, del Laboratorio de Propulsión
a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California, que ha investigado el
caso de la nueva bacteria, quiere tener un mejor conocimiento de estos
"superorganismos", por las razones expuestas..

La bacteria recién descrita, a la que se le ha dado el nombre de Tersicoccus
phoenicis, es tan diferente de las otras bacterias conocidas que ha sido
catalogada no solo como una nueva especie, sino también como un nuevo
género, el siguiente nivel de la clasificación de la diversidad de la vida.

Una base de datos de ADN bacteriano compartida por los microbiólogos en todo
el mundo permitió a Vaishampayan determinar la extrema rareza de la
bacteria.

La detección en Kourou del microorganismo fue incluido en la base de datos
por una Christine Moissl-Eichinger, antes en el JPL, y ahora en la
Universidad de Ratisbona en Alemania.

Hay casos previos de microbios que han sido descubiertos en una sala
esterilizada de un centro espacial y en ningún lugar más del mundo. Pero el
caso de la Tersicoccus phoenicis es el primero de un microorganismo
encontrado en dos centros espaciales distintos y en ningún lugar más de la
Tierra. Ambos centros espaciales están separados por unos 4.000 kilómetros
(2.500 millas) de distancia, y son el Centro Espacial Kennedy de la NASA y
un centro espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Kourou, Guayana
Francesa.

Como hemos apuntado antes, el mismo organismo detectado por ahora solo en
dos centros espaciales, podría estar presente en muchos otros lugares, pero
la presencia de infinidad de microbios de otras especies tiene un efecto
parecido a cuanto no podemos divisar a una persona porque está en una
muchedumbre.

Poblaciones de Phoenicis Tersicoccus podrían encontrarse en algún entorno
natural con niveles de nutrientes muy bajos, como por ejemplo una cueva o en
el desierto, tal como especula Vaishampayan. Este es el caso de otra especie
de bacteria (Paenibacillus phoenicis) identificada por los investigadores
del JPL y que actualmente se ha detectado en sólo dos lugares en la Tierra:
una sala esterilizada para preparar naves espaciales en Florida y un pozo de
más de 2,1 kilómetros (1,3 millas) de profundidad en una mina de molibdeno
en Colorado, Estados Unidos.

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