Texto publicado por SUEÑOS;

Semilla Del Corazón;

MI PAREJA ME IGNORA

Es bastante común que las relaciones de pareja tengan cuestionamientos al
pasar un tiempo de estar juntos. Por ejemplo, ya no estamos seguros si le
seguimos gustando o no a nuestra pareja, ya que expresa muchas señales de
”desaprobación” a nuestro comportamiento, lo cual nos hace sentir que no le
gusta como somos, o que ya dejamos de gustarle.

Debemos tomar en cuenta que las relaciones de pareja van transitando de un
primer estado de aceptación total, que es como una fantasí­a inicial, para
después tomar su real dimensión, cuando ha pasado algún tiempo de
convivencia, lo que quiere decir que vas conociendo un poco más a tu pareja.
Pero cuando empezamos a notar que las críticas sobre nuestro comportamiento;
sobre nuestros amigos; sobre nuestra familia; sobre la manera de vestirnos o
de comportarnos se está presentando constantemente, podemos estar seguros de
que algo no anda bien en la relación.

Es importante también considerar que en las ciudades se tiene un ritmo de
vida que genera mucho estrés, nerviosismo y presión para las personas y por
lo tanto las relaciones en pareja se ven sujetas a condiciones para las que
no estábamos preparados, pero que ahora las exige la forma en que vivimos.
Por ejemplo, el estrés esta provocado, en mayor medida, porque actualmente
las personas dedicamos muchas horas en el transporte para llegar al trabajo,
a la escuela o a los lugares que frecuentamos, y generalmente nos vemos
limitados para que el dí­a nos alcance para las labores lucrativas y las
recreativas, quedando solo tiempo para lo que son labores del trabajo.

Por otro lado la presión económica desgasta mucho el estado de ánimo, lo
cual generalmente repercute en el ambiente del hogar, ya que por lo general
las personas al llegar la tarde nos encontramos cansadas al llegar a casa y
nos enfrentamos a todos los detalles que han ocurrido en nuestra ausencia,
los cuales generalmente son quejas o petición de cosas que faltan o que
requieren de nuestra intervención.

Cuando la relación se empieza a basar solo en atender las obligaciones que
se derivan de la relación, la pareja deja de hablar sobre sí mismos, ya que
empieza a parecer ”normal” solo hablar de las cuentas y los problemas por
resolver y se queda perdido el ambiente personal, en el cual lo importante
es hablar de nosotros mismos, de nuestras ilusiones, de nuestros objetivos,
de nuestros gustos, etc. Entonces, la comunicación con la pareja es para
solucionar problemas y por lo tanto se evita consciente e inconscientemente
tratar asuntos con la pareja, relacionados con el estar juntos o al placer
de vivir en pareja. Evidentemente, la pareja se va alejando más y más y va
perdiendo los motivadores que crearon la relación inicialmente, y aparece el
fantasma del desánimo. Parece que ya no es atractivo el estar uno con el
otro, o se siente que la pareja nos ignora y efectivamente así­ es. Esto es
solo un ejemplo cotidiano, que a muchos les resulta muy familiar, ya que son
esos efectos que conocemos como ”las necesidades de la vida”, las cuales van
haciendo que la pareja tenga muchas actividades por separado.

Otro ejemplo de la separación de actividades son las parejas donde ambos
trabajan, lo cual ya es común en nuestro medio, ya que las necesidades
económicas así­ lo requieren; pero cada uno de los miembros de la pareja, va
teniendo distintas obligaciones y serí­a mucha suerte que trabajaran cerca
de la casa o cerca del trabajo del otro. Por lo general se tienen rumbos
diferentes, lo cual obliga a que las parejas se separen desde la mañana
hasta la noche y los amigos o compañeros de trabajo toman el lugar del
afecto de cada uno, lo cual genera compromisos sociales que no
necesariamente son compartidos o aceptados por la pareja, incluso van a
generar motivos de celos entre la pareja. Al reunirse la pareja por la
noche, generalmente están cansados y existen todaví­a algunas obligaciones
de la casa, las cuales, por lo general son atendidas por la mujer, aunque es
importante destacar que cada vez más los hombres participan de estas tareas,
pero no todos.

La conducta de ”fuga o aislamiento” en esos momentos es mirar la televisión,
la cual impide la comunicación entre la pareja. Es importante erradicar la
presencia de la televisión por lo menos en la alcoba. Esta no debe tener
lugar en la intimidad de la pareja, ya que por ver la televisión, la pareja
deja incluso de mimarse y por lo tanto las relaciones sexuales se hacen más
espaciadas, (claro que existen otras razones además de la televisión para
que una pareja deje de tener sexo). Estas presiones van a generar muchos
desacuerdos entre la pareja y lo que parecí­a una grata unión, se va
convirtiendo en muchos de los casos en una terrible lucha y descontento, que
pone en claro que ya no ”nos interesa nuestra pareja”.

Para completar la idea de este artí­culo mencionaremos los problemas más
frecuentes que enfrentan las parejas hoy en dí­a:
-. Mala comunicación.
-. Acumulación de
conflictos y quejas.
-. Sentimientos
negativos.
-. Violencia verbal,
psicológica y fí­sica.
-. Crecimiento de las
necesidades de afecto.
-. Discusiones
destructivas.
-. Falta de respeto a la
opinión de la pareja.
-. Abandono emocional,
fí­sico y sexual.
-. Vida llena de rutina.
-. Decepción o sentirse
engañados porque la pareja no es como era antes.
-. Pérdida de la
admiración hacia la pareja.

Todos estos factores y otros que no se mencionan, van poco a poco cayendo en
un círculo vicioso en el que la pareja realiza su vida independiente del
otro y en ocasiones puede que uno de los miembros se sienta desplazado,
ignorado y poco valorado; al revisar estos asuntos, nos damos cuenta que la
autoestima ha sido seriamente lastimada. Si uno de los dos está en casa sin
trabajo (aparentemente) y el otro es el que está todo el dí­a fuera y es el
proveedor económico, los problemas son básicamente los mismos.

Los motivos para sentir que la pareja te ignora, pueden ser muchos y muy
variados, por lo tanto hay que revisar a fondo cada caso para saber el
origen de la indiferencia y poder encontrar una solución, y para esto la
terapia de pareja es una excelente herramienta.

José Jaime Martí­nez S.
-. Psicólogo Mexicano