Texto publicado por Toten Dos punto Cero

20ª edición - ¡Saquen una hoja!

Toten publicaciones presenta:

TOTEN Y LA REVANCHA VIRULENTA DE LOS ESPASMÓDICOS PITUFOS EXCESIVAMENTE MALDITOS DE LAS GALAXIAS RECIENTEMENTE IMPLOSIVAS DEL INFIERNO ESPANTOSO

20ª edición - ¡Saquen una hoja!

dedicado a Ger y a Jor...

Holaaaaaa!!!!!!!!

¿Cómo andan? Le había prometido, por pura maldad obvio, a un amigo un tanto princeso muy querido, que pronto volvería a molestar con mis pedorros y ominosos artículos. Éste, ya es el número 121, aunque el vigésimo primero como Toten, y hasta ahora, no he recibido denuncias, ni reclamos por causar daños neuronales ni picos preocupantes de estrés al leer estos escritos, así que pienso llegar a los 100 como Toten, y luego veremos lo que sucede. Mi larga y muy deseada ausencia, se debió a que como yo percibía tanto descontento, tanto daño, tanto mal en el mundo, me dijie a mí mismo: “Toten, al menos vos, dejá de perjudicar a la gente con tus artículos aunque sea unos meses.”
Hoy, a finales de noviembre, y de las clases al menos en Argentina, me dedicaré a que mis lúgubres pensamientos, se enfoquen más que subjetivamente a los maestros y profesores. Como es de suponerse, y como ya lo vienen padeciendo decenas de lectores en mis artículos, haré una inoperante clasificación de los distintos tipos de educadores, que nos evalúan desde que usamos guardapolvo blanco, hasta que nos echamos un polvo con la guarda de blanco.
a) el profe zapallo: es aquel profesor, que no es más pelotudo, porque no tuvo la capacidad de aprenderlo. Explica todo a las apuradas, no se le entiende nada, pregunta si se explicó bien, y antes que respondamos, ya dá por hecho que sí, y continúa explicando. Se olvida de tomar lista, se olvida los nombres y apellidos de sus alumnos, y nadie comprende por qué se viste de traje, cuando una nariz roja y una peluca verde le quedarían mejor.
b) La ignomaestra: d´dícese de aquel espécimen de la rama de los educadores, que sabe menos que sus propios alumnos. Dan clase nomás porque están ahí paradas y los pibes por una cuestión inercial, la escuchan sabiendo que lo que dice es una barbaridad, pero la dejan porque le tienen lástima. Cuando corrige los exámenes, tiene que ir la pobre alumnita de 6 añitos a decirle: “Maestra, cuando yo aquí escribí la palabra “burro”, y usted me lo tachó y lo puso con V corta, tuve el presentimiento que usted hubo sufrido una encefalopatía severa, y por eso se lo comento y le perdono esto, si me explica por qué para usted 2 mas 2 es 3 ¿puede ser?”.” Dá vergüenza muchas veces, tener que corregir al profesor o maestro, cuando se mandan una de esas, y nos pone en alerta para concientizarnos quien garompa nos está educando.
c) El profe Cobain: este raro y exótico ejemplar, nos resulta un tanto extraño al principio. Es un tipo, que tiene tantas ganas de dar clases, como de contar cuantas colillas de cigarrillos hay en la cuadra de la avenida Rivadavia al 6500 entre las 4 y 5 de la madrugada. Habla bajito, no demuestra ningún tipo de emoción, parece que tiende a volver a lo inorgánico a cada momento, a través del principio de Nirvana. Aparentaría que le duele explicar algo 2 veces y se puede leer entre líneas: “Yo te lo explico de nuevo, pero no sé para qué, si igual todos nos vamos a morir algún día…”. Suelen ser irónicos, inadaptados, y sus chistes no les causa gracia ni a su perro.
d) La profe malvada: Difícil espécimen, con problemillas muchos que la llevan a escupir pulsión de destrucción, como si fuera el fuego de un dragón. Al lado de esta profesora, Muzzolini era Lassie, la maldad y deseo de humillación hacia sus alumnos, le desborda por los ojos y se puede observar con su hilillo de baba que le cae cuando están mortificando a algún escolar. Le encanta torturar a los chicos haciéndolos pasar al frente, preguntándoles cosas que ella sabe que ellos desconocen, reprueban a la mayoría, explican de una manera compleja para que nadie entienda, y siempre tiene una cara de ojete que asustaría al propio Hombre de la Arena. Se le puede oír cada tanto: “¡Saquen una hoja! ¡escriban estas preguntas! ¡tienen todos un 1!”
e) El profe-pajero: Odiado por los varones y por las chicas que no necesitan subir su nota. Todo el tiempo está observando a las chicas, en especial a aquellas que con un punto más, no se llevan la materia a marzo. Suele ignorar a los varones, los aprueba a todos con tal de no tener ni que mirarlos, y espían cada vez que pueden , por los escotes desmesurados de las alumnas que no tienen ganas de estudiar en el verano. Suele pedir masajes a las más bonitas, y se olvida lo que está explicando si una chica se agacha a buscar su goma de borrar. “A ver alumna Silvita, por favor cierre las piernas, ya le dije que se sacó un 10 el otro día.”
f) La profe Tutankamón: refiérese al más antiguo y frágil ejemplar. Son esas profes que tienen más arrugas que años, dicen haber sido alumnas del propio Sarmiento, y si no se caen en pedazos, es porque ya no les resta ninguno. Se quedan dormidas mientras dan clase, van con la regla a ver a cuantos zurdos hay que tornar diestros, y su nombre de pila es irreproducible. Reclaman tener más años que la escarapela, más aún, algunas reclaman haberla inventado, y muchas veces le dicen a sus alumnos: “López…creo que fui maestra de tu bisabuela…”. Cuando hablan del General San Martín, lo cuentan en presente, como si estuviese vivo, y cruzando en esos instantes los mismísimos Andes.

Por supuesto hay más variedad, pero ya me aburrí. Quiza haga la parte 2 en otro artículo, probablemente, tal vez. Como pequeña conclusión, dejo a tomar como punto de reflexión, de que el rol del maestro o maestra, profesor o profesora, siempre tiene que ser, no sólo quien enseña, corrige y educa, sino tambvién,
debe explicar a todos sus alumnos, que la educación es una herramienta esencial para vivir en este mundo tan desigual. Que la educación y todo el contenido de las materias, no son sólo un estorbo para aprobar las mismas, sino el derecho que poseémos todos, a aprender quien nos gobierna, por qué nos gobierna, por qué pagamos, por qué pedimos, para qué estudiamos, a que aspiramos, cuanto valen nuestros conocimientos, quienes somos, quienes podríamos ser, y creo yo, lo más especial, el derecho a saber qué queremos elegir para nosotros mismos, en nuestro presente y futuro.

Adiós!!!!!!!