Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Si usted es casado, aprenda.

Un día nuestra cortadora de césped (eléctrica) se estropeó...
Mi mujer me llenaba la paciencia dándome a entender que yo debería arreglarla...
Por mi parte, siempre acababa teniendo otras cosas mas importantes que hacer tipo: lavar el coche, hacer un informe, en fin..., lo que para mi parecía
más importante....
Un día ella pensó un modo de convencerme, muy sutil.
Cuando llegué a casa, me la encontré agachada en el césped, ocupadísima recortándolo con su tijerita de costura...
Eso me llegó al alma..., me emocioné...
Decidí entrar en casa, y volví después de unos minutos, llevándole su cepillo de dientes...
Se lo entregué y se me ocurrió decirle:
- "Cuando termines con el césped, podrías también barrer el patio..."
Después de aquello, no me acuerdo de nada... Estoy en blanco....
Los médicos dicen que volveré a andar, que perdí sólo la mitad de la visión de un ojo y que cojearé el resto de mi vida