Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

El jubilado.

                          *EL JUBILADO*

La gente que aún trabaja, me pregunta a menudo qué hago todos los días; y
que ahora que estoy jubilado... me debe sobrar mucho tiempo...

Pues bien, por ejemplo, el otro día fui al centro y entré al correo a
recoger un paquete que me había llegado. No tardé en la gestión ni cinco
minutos.

Cuando salí, un Oficial de Tránsito estaba llenando una infracción por
estacionamiento prohibido. Rápidamente me acerqué a él y le dije: "¡Vaya
hombre, no tardé ni cinco minutos...! Dios le recompensaría si hiciera un
pequeño gesto para con un jubilado"...

Me ignoró olímpicamente y continuó llenando la infracción. La verdad es que
me pasé un poco con la boca y le dije que no tenía vergüenza...

Me miró fríamente y empezó a llenar otra infracción alegando que, además,
el vehículo no tenía pegada una calcomanía de no sé qué "inspección
técnica"...

Entonces levanté la voz para decirle que me había percatado de que estaba
tratando con un boludo, que no sabía cómo carajos lo habían dejado entrar
en la Dirección Tránsito...

Él acabó con la segunda infracción, la colocó debajo del limpiabrisas, y
empezó con una tercera.

No me achiqué y estuve así durante unos 20 minutos puteándolo en todos los
idiomas, los menos que le dije fue que era un pelotudo e h. de p......

Él, a cada insulto, respondía con una nueva infracción. Con cada infracción
que llenaba, se le dibujaba una sonrisa que reflejaba la satisfacción de la
venganza...

Después de la enésima infracción... le dije: "Bueno, lo tengo que
dejar;¡Ahí viene mi colectivo!".

Desde mi jubilación, cada día ensayo cómo divertirme un poco. Es importante
hacer algo a mi edad, para no aburrirme y mantenerme en un muy buen estado f
ísico y mental...