Texto publicado por Urria Gorria

Xixon (asturias) Servicios Sociales dará ayuda urgente a 93 octogenarios «en alto riesgo»

Servicios Sociales dará ayuda urgente a 93 octogenarios «en alto riesgo»
28.10.13 - 00:42 -
IVÁN VILLAR | GIJÓN.

La fundación municipal entrevistó a 4.729 septuagenarios que viven solos y a 4.019 gijoneses de más de 80 que tienen un solo acompañante

El censo de mayores detecta que 1.618 gijoneses con más de 80 años cuidan de otro de su edad

La Fundación Municipal de Servicios Sociales dedicará 100.000 euros a atender de forma inmediata la situación de «alto riesgo» de un centenar de octogenarios gijoneses que viven sin compañía o con una sola persona y que actualmente no son beneficiarios de ninguna prestación pública ni privada. El Ayuntamiento ha detectado estas situaciones a raíz de la elaboración de un censo de mayores para el que se han realizado más de 8.000 entrevistas telefónicas a gijoneses de más de 70 años que se encuentran solos en su domicilio y a los de más de 80 que tan solo tienen un acompañante.

La elaboración de este estudio, pionero en España, lleva preparándose desde hace más de un año con la intención de detectar precisamente casos de personas mayores que necesiten ayuda de cualquier tipo y que no estén siendo atendidos a través de los cauces habituales de Servicios Sociales, muchas veces porque no solicitan apoyo o porque directamente lo rechazan. Uno de los detonantes fue, según recuerda la concejala Eva Illán, la muerte en 2011 en su propia vivienda de un matrimonio con ambos cónyuges mayores de 80 años, él tras sufrir una caída y ella, con problemas mentales, por inanición. Pero a oídos del Ayuntamiento también llegaban a veces historias -por ejemplo a través de los médicos de atención primaria- de personas mayores que debido a su precaria situación económica no podían hacer frente al coste de funcionamiento de una caldera y optaban por pasar el invierno metidos en la cama.

El primer paso para crear el censo de mayores fue identificar a través de los datos del padrón a todos los gijoneses mayores de 70 años que constaran como únicos residentes de su vivienda (10.864 mujeres y 2.894 hombres) y a los de 80 que aparecían con un acompañante (4.364 mujeres y 3.769 hombres). La base de datos resultante contenía 21.736 registros, pero una vez se restaron los que no incluían un número de teléfono la cifra se redujo a 18.368 personas. A todas ellas se les remitió una carta informándoles de que iban a recibir una llamada para hacerles una encuesta sobre su situación personal y sus necesidades. El mismo envío se aprovechó para adjuntarles una pegatina con datos sobre el centro de Servicios Sociales que le correspondía a cada uno de ellos, para facilitar que acudan a él en caso de necesidad.

18.368 llamadas

La empresa contratada para realizar el trabajo de campo llamó entre mayo y julio, uno a uno, a los 18.368 gijoneses objeto de estudio, para realizarles un cuestionario «nada comprometido» dirigido a conocer su modo de convivencia, qué dificultades encontraban a la hora de desarrollar varias actividades «básicas o instrumentales» de la vida cotidiana y si recibía algún tipo de ayuda por parte de las administraciones o de cualquier otra persona. Durante este proceso se pudo conocer que muchos no cumplían el perfil que se buscaba, por ejemplo porque habían empezado a vivir en una residencia o porque realmente no vivían solos o tenían más de un acompañante. Al restar también a quienes ya habían fallecido, a los que rehusaron contestar a la encuesta y a los que no llegaron a responder a ninguna de las llamadas realizadas, quedó una muestra válida de 8.748 personas, esto es, 8.748 mayores que contestaron a todas las preguntas, en muchos casos incluyendo respuestas que iban más allá de las opciones que les daban a elegir, con una parte literal en la que detallaban su situación particular.

La explotación de la parte estadística, más allá de cifras frías, ha permitido a los responsables de Servicios Sociales identificar con nombres y apellidos a personas que se encuentran en una situación que el Ayuntamiento considera «de riesgo alto o muy alto». En concreto, a 93 gijoneses en los que se centrará la primera actuación derivada de forma directa de la redacción del censo. Se trata de 12 mayores de 80 años que viven solos y no son beneficiarios de ninguna prestación pública o privada y con grandes dificultades para realizar determinadas actividades de la vida diaria y de otros 81 que se encuentran en una situación similar pese a convivir con otra persona. En muchos de estos casos esa otra persona es también de edad muy avanzada, a veces incluso por encima de los 90 años.

Habitabilidad

La Fundación Municipal de Servicios Sociales ha empezado a contactar con estas 93 personas como primer paso para realizar una serie de visitas domiciliarias en las que se realizará una evaluación más individualizada de cada caso. A partir de ahí se estudiará cómo eliminar o reducir su situación de riesgo. Para ello, por una parte se les informará de todos los servicios, prestaciones y recursos a los que tengan derecho, como el servicio de ayuda a domicilio, la teleasistencia o diferentes prestaciones económicas. Pero de forma complementaria se pondrá a su disposición cualquier apoyo jurídico o psicosocial que necesiten para hacer frente a su situación. Además, cuando el riesgo esté relacionado con la falta de prestaciones económicas, se ofrecerán diferentes apoyos, como ayudas para el equipamiento de la vivienda con electrodomésticos de primera necesidad (frigorífico, calentador de agua), apoyos técnicos que mejoren la seguridad, la accesibilidad y la habitabilidad de su domicilio o la puesta a su disposición de un acompañante voluntario o de un servicio de comidas.

El Ayuntamiento destaca que «el objetivo fundamental es asegurar que los mayores puedan permanecer en sus hogares en condiciones de seguridad y salubridad y que gocen de los medios básicos de subsistencia». En todo caso se pretende que las medidas necesarias para atender a estos octogenarios en situación de riesgo «se articulen con la máxima celeridad». Para ello la Fundación Municipal de Servicios Sociales dispone de una partida de 100.000 euros que pretenden consolidar para futuros ejercicios, de forma que en los próximos años se pueda seguir atendiendo a los mayores que pasen a formar parte de este colectivo de riesgo. Fuentes municipales comparan la cuantía de la aportación municipal con los 200.000 euros para toda Asturias que el Principado dedica a ayudas individuales a personas mayores y con discapacidad, «ayudas que se conceden mediante convocatoria pública y con una tramitación burocrática que dista mucho de tener carácter inmediato».

Al margen de estos 93 casos específicos, el estudio determinó que el riesgo es alto para el 7,7% de la población estudiada. Sobre todo, en los individuos con más de 85 años. Entre las conclusiones también se alerta de la situación de los «mayores cuidando a muy mayores», esto es, octogenarios que están al cuidado de otra persona de igual o más edad. En el censo se cuentan 1.618 de estos casos.

Para determinar estas situaciones de riesgo, a los 8.748 encuestados se les preguntó, además de si vivían solos (4.729) o, en el caso de que fueran mayores de 80 años, con un solo acompañante (4.019), con qué frecuencia se relacionaban con otros familiares, amigos y vecinos -para conocer si alguien controla de forma periódica su situación-, cada cuánto acudía a su centro de salud -lo que permite averiguar la vigilancia que tiene desde el punto de vista sanitario-, qué tipo de ayudas recibían -ya fueran procedentes de la administración o de cualquier allegado y otra entidad- y para qué actividades de la vida diaria necesitaban ayuda. En lo que respecta a esta última pregunta, se distinguía entre necesidades básicas y necesidades instrumentales.

Vestirse, hacer la compra...

Solo un 35,7% de los encuestados aseguró que no necesitaba asistencia para ninguna de las actividades que se les enumeraban. Por el contrario, un 16% admitieron que precisaba de ayuda para bañarse y asearse, un 10,1% para vestirse y desvestirse, un 8,1% para levantarse y acostarse, un 5,7% para ir al servicio y un 3,2% para comer. En lo que se refiere a actividades identificadas como «instrumentales», un 45,1% dijo necesitar ayuda para realizar las tareas del hogar y un 42,6% manifestó dificultades para poder hacer gestiones fuera del domicilio, por ejemplo la tramitación de documentos o papeleos con el banco.

El 30,3% tienen dificultades para hacer la compra, un 24,4% para subir y bajar escaleras y un 21,5% para hacer la comida -reconocer necesitar ayuda muchos más hombres que mujeres-. Administrar el dinero sin ayuda es una complicación para 18 de cada cien encuestados y tomar medicamentos para el 13,6%.

fuente: el comercio:
http://www.elcomercio.es/v/20131028/gijon/servicios-sociales-dara-ayuda-...