Texto publicado por Urria Gorria

La #UE se indigna por el espionaje de #EEUU pero evita concretar acciones

La UE se indigna por el espionaje de EEUU pero evita concretar acciones

La cumbre del Consejo Europeo comenzó ayer en Bruselas marcada por las nuevas revelaciones sobre el supuesto espionaje por parte de los servicios de inteligencia de Estados Unidos a millones de ciudadanos europeos y, sobre todo, a aliados como la canciller alemana, Angela Merkel. Merkel dio credibilidad a estas prácticas que juzgó «inaceptables». Pero los socios europeos no entraron a la cumbre con criterios comunes sobre una eventual respuesta a EEUU.

GARA | BRUSELAS

Los dirigentes de la Unión Europea comenzaron ayer en Bruselas una cumbre marcada por el caso del espionaje de Estados Unidos que ha provocado su indignación al conocer que ha llegado hasta sus más cercanos aliados. El caso de la canciller alemana, Angela Merkel, que Berlín cree que ha sido espiada en su propio teléfono móvil, es el último que ha tensado la relación con Washington, y que se añade a las revelaciones sobre el seguimiento de millones de llamadas de ciudadanos europeos.

«El espionaje entre amigos no es aceptable en absoluto», declaró Merkel a su llegada a la cumbre, un mensaje que ha transmitido directamente al presidente de EEUU, Barack Obama, en una conversación telefónica.

Si estas informaciones se confirman «sería un serio golpe a la confianza» entre Alemania y Estados Unidos. «Necesitamos confianza entre socios, esta confianza debe restablecerse», añadió Merkel, que insistió en que el caso del espionaje «concierne a todos los ciudadanos».

En un encuentro con el presidente francés, François Hollande, ambos reafirmaron lo «inaceptable» de las escuchas, deseando «encontrar los medios de salir» de esta crisis diplomática entre aliados, y acordaron celebrar consultas regulares sobre el tema.

Dificultad para tomar medidas

En su encuentro no mencionaron ni la suspensión de la transferencia de datos financieros a EEUU (propuesta por el Parlamento Europeo) ni de las negociaciones de libre comercio entre Bruselas en Washington, también cuestionadas tras la pérdida de confianza.

El espionaje de los servicios de inteligencia estadounidenses estuvo sobre la mesa de la cumbre, que precisamente tenía en su agenda la protección de datos. «Habrá que tomar medidas», estimó el primer ministro belga, Elio di Rupo, aunque matizó que no esperaba decisiones inmediatas sino más bien «una metodología». Ni siquiera hay consenso sobre la respuesta que debe dar Europa al espionaje desde el otro lado del Atlántico, dado el convencimiento no expresado de que es una práctica habitual y el problema de enfrentarse al aliado estadounidense.

El primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, sembró la duda sobre la capacidad de respuesta europea: «No sé qué podemos hacer a nivel de la UE. Si esto ocurre, ninguna legislación europea lo puede impedir».

El británico David Cameron, cuyo Gobierno también está cuestionado por escándalos de espionaje, y socio de EEUU en estas actividades, eludió hacer declaraciones a su entrada.

El primer ministro italiano, Enrico Letta, señaló que «queremos la verdad. El espionaje no es aceptable. No podemos tolerar que existan zonas de sombra o de dudas». Las revelaciones sobre el espionaje en Italia no solo apuntan a los servicios de inteligencia estadounidenses sino también a los británicos.

Frente al convencimiento alemán de que el teléfono móvil de Angela Merkel «podría haber sido espiado por los servicios americanos» -que ha motivado la exigencia de explicaciones por parte de la canciller a Obama- Estados Unidos ha respondido con la suficiente ambigüedad como para confirmarlo.

Aunque Obama quiso tranquilizar a Merkel diciendo que EEUU no espía sus comunicaciones y la Casa Blanca afirmó que «no espía ni espiará las comunicaciones de la Cancillería», ayer eludió concretar si lo ha hecho en el pasado.

Jay Carney, portavoz del Ejecutivo estadounidense, afirmó que no comentaría «acusaciones específicas que se han planteado» en este caso. «Revisamos la forma en que recogemos los datos de inteligencia con el fin de equilibrar las preocupaciones de seguridad de nuestros socios y las preocupaciones de todo el mundo sobre protección de la vida privada», añadió.

La Comisión Europea, por su parte, pidió que la UE actúe con una voz «fuerte y unida». «La protección de datos deben aplicarse en cualquier ocasión, tanto a los correos de los ciudadanos como al móvil de Angela Merkel», estimó la comisaria europea de Justicia, Viviane Raeding. «Ahora hay que actuar, no solo hacer declaraciones en la cumbre» europea, afirmó. Se refería sobre todo al proyecto de ley de protección de datos, bloqueado durante meses por divergencias entre los Estados miembros, y que Raeding cree que supondría «una declaración de la independencia de Europa» porque permitiría «negociar al mismo nivel que Estados Unidos, dotándose de una voz fuerte y unida sobre esta cuestión»

Berlín llama al embajador

El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Guido Westerwelle, pidió que se aclare «completamente y honestamente» este asunto. «Poner escuchas a socios es inaceptable. Nos sorprende. La gente que se tiene confianza no se espía. Este hecho daña la amistad», afirmó Westerwelle, después de haber convocado al embajador estadounidense, John B. Emerson.

El titular en funciones de Exteriores englobó no solo el último capítulo de este escándalo, sino también las captaciones masivas de comunicaciones que presuntamente llevó a cabo durante años el espionaje de EEUU en Alemania y que salieron a la luz el pasado julio a raíz de las filtraciones del exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Edward Snowden.

Aunque esquivó las preguntas sobre si está convencido de que Merkel ha sido espiada, indicó que no se habría convocado al embajador -un gesto especialmente fuerte en el campo diplomático y sin precedentes en las relaciones entre ambos países desde la guerra mundial- sin tener buenas razones.

«Sin motivos ni indicios muy serios no hubiésemos dado un paso diplomático de esta gravedad«, aseguró Westerwelle.

Una fuente parlamentaria indicó que una delegación alemana se dirigirá próximamente a EEUU para aclarar el escándalo.

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz; el presidente del SPD, Sigmar Gabriel, y el presidente de la Comisión parlamentaria de Secretos Oficiales, Thomas Oppermann, que reunió de urgencia ayer a este organismo, sí pidieron tomar medidas, como suspender el acuerdo de transferencia de datos bancarios con EEUU, enmarcado en la «lucha antiterrorista», o detener las negociaciones en curso para un tratado de libre comercio transatlántico, ante las dudas sobre el uso de información por parte estadounidense.

No era el teléfono oficial

Según medios locales el teléfono intervenido por los servicios de inteligencia de EEUU era un Nokia que proporcionó la CDU a su líder y que Merkel empleó entre octubre de 2009 y julio de este año. Según el diario «Die Welt», el número de este aparato se encontraba en los documentos de la NSA que filtró Snowden, que añade que ni el teléfono con que sustituyó a este Nokia -una versión de la Blackberry Z10- ni el oficial fueron pinchados por los servicios de inteligencia de EEUU.

El caso de Merkel ha sido el último conocido, pero previamente salió a la luz el espionaje masivo sobre llamadas telefónicas en el Estado francés -hasta 70 millones en un mes- o la vigilancia de comunicaciones de los jefes de Estado de Brasil y México.

Espiados teléfonos de 35 líderes mundiales

La NSA espió las conversaciones telefónicas de 35 líderes mundiales después de recabar sus teléfonos de otros departamentos del Gobierno federal, según un documento filtrado al periódico británico «The Guardian» por Edward Snowden. El documento, que data de octubre de 2006, recoge una petición de la NSA a otros organismos como la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono para que compartan sus agendas con la agencia y, así, incluir los números de teléfono de dirigentes internacionales en los sistemas de vigilancia. Un miembro del Gobierno finalmente entregó a la NSA 200 números, entre ellos los de 35 líderes políticos. «Pese a que la mayoría probablemente está disponible de forma abierta, se han anotado 43 números de teléfono desconocidos hasta ahora», explica el documento. «The Guardian» precisó que el documento no aclara los nombres de estos dirigentes, aunque sí especifica que la NSA recibió la orden inmediata de incluirlos dentro de sus actividades de espionaje. Además, la agencia de seguridad también extendió sus redes a otros contactos descubiertos a raíz de los primeros 200. GARA

fuente: gara; 2013-X-25
http://gara.naiz.info/paperezkoa/20131025/429506/es/La-UE-indigna-espion...