Texto publicado por SUEÑOS;

JACQUELINE DU PRÉ - BARENBOIM ( una mujer con mayuscula, )

JACQUELINE DU PRÉ - BARENBOIM

Jacqueline du Pré, el ángel de la eterna sonrisa

Con total justicia, Jacqueline du Pré, a quién sus allegados apodaron
“Smiling”, ocupa un privilegiado lugar en el mundo de los mitos
musicales. Aunque

su carrera y su vida fueron truncadas por la esclerosis múltiple, sus
discos han continuado triunfando por encima de su desaparición, creando
así una muy

merecida leyenda colmada de reconocimientos…

Jacqueline Mary du Pré nació en Oxford el 26 de junio de 1945, en el
seno de una familia de clase media con marcada inclinación musical, y
desde muy pequeña

se sintió atraída por la magia del cello, siendo muy pronto catalogada
como niña prodigio.

Todo comenzó a la edad de 5 años, cuando escuchó por la radio el sonido
de un cello. A pesar de su corta edad, aquél hecho marcó el rumbo de su
vida y,

a partir de ese momento, comenzó una carrera vertiginosa hacia la
consagración: estudios con diversos profesores en las mejores escuelas
de Inglaterra,

clases magistrales con los mejores intérpretes (Rostropovich, Casals…),
conciertos por Europa y América, numerosas grabaciones y una dedicación
absoluta

a ese magnifico instrumento al que abrazaba con sus muslos como si se
tratara de un amante.

Uno de sus grandes y más llamativos hitos interpretativos fue su debut
en el Carnegie Hall de Nueva York, en 1965, donde interpretó el
Concierto para Violonchelo

de Elgar, una preciosidad, y una de sus especialidades. Es, sin lugar a
dudas, la mejor intérprete de tan hermosa composición.

La intensidad y pasión con las que interpretaba, así como su singular
visión de algunas obras, la elevaron a la cumbre en un imparable
ascenso, y en las

navidades de 1966 conoció a Daniel Barenboim, del que se hizo
inseparable y con quien formó pareja artística y sentimental. Fue una de
las relaciones más

fructíferas en el mundo de la música, llegando algunos a compararla con
la de Clara y Robert Schumann.

Con el también violinista judío, Pinchas Zukerman, formaron un trío que
se hizo legendario. La afinidad surgida entre los tres músicos, la
capacidad de

comunicación y la increíble habilidad para dialogar con los instrumentos
quedó patente en cada una de sus apariciones en festivales y
grabaciones, aclamadas

unánimemente por la crítica.

Pero, por desgracia, los años de éxitos iban a terminar muy pronto. En
Julio de 1971, encontrándose en la cima de su carrera, comenzó a sufrir
algunas

molestias que le impedían tocar como siempre y, después de varias
recaídas llegó su retirada en 1973, con tan solo 28 años. Diagnosticada
con esclerosis

múltiple, sus manos ya no le respondían y acabó imposibilitada en una
silla de ruedas, sumida en un deterioro progresivo hasta su muerte en
Londres el

19 de octubre de 1987, a la edad de 42 años, tras haber dedicado los
últimos años de su vida a la enseñanza.

Es un completo absurdo que ella, que con sus manos sobre el cello
arrancaba las más hermosas melodías para transportarnos al intenso mundo
de las emociones,

pagara tan alto precio. Y es que no hay justicia entre los dioses. No la
hay cuando te arrebatan lo más preciado, aquello con lo que derrochas
belleza.

¿O será que las palabras de Menandro [*] tenían una base justificada?

A pesar de ello, por encima de la muerte y del olvido, Jacqueline y su
sonrisa continúan con nosotros. En You tube podemos ver el despliegue
impresionante

y conmovedor de su forma de interpretar.

[*] “Aquel a quien los dioses aman, muere joven” (Menandro, poeta
trágico griego)

http://www.youtube.com/watch?v=sdLn8zNB53g

SAINT-SAENS ALEGRO APASIONADO Op.43

Para los que quieran descargarlo:
http://is.gd/Du4hqt

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-El tiempo amortigua las pesadumbres y las desavenencias, porque en él cambiamos y nos convertimos en cierto modo en otras personas.
Blaise Pascal