Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Pubertad precoz y trastornos psicológicos: artículo.

Pubertad precoz y trastornos psicológicos
Quienes ingresan de manera precoz en la pubertad deben enfrentarse a los retos
de la adolescencia cuando todavía son demasiado pequeños en el plano emocional
  Autor: Por JOSÉ A. RODRÍGUEZFecha de publicación: 26 de agosto de 2013
 
 
- Imagen: arturodonate -Los niños empiezan a dejar de serlo durante la pubertad,
un periodo vital en el que experimentan importantes cambios en su cuerpo y su
psique. Sin embargo, no todos muestran los primeros signos de esta etapa a la
misma edad, lo que puede derivar en ciertas dificultades para quienes los
experimentan. En este artículo se explica cómo la pubertad precoz es una
condición que aumenta el riesgo de sufrir problemas psicológicos como la
ansiedad o la depresión.
Aunque, por regla general, la pubertad comienza en los niños en torno a los 12
años de edad y en las niñas hacia los 11, cada vez hay más menores que debutan
en esta etapa mucho antes y cuyos cuerpos empiezan a cambiar mucho antes que los
de sus compañeros. Es lo que se conoce como "pubertad precoz", que es la que se
inicia a los 8 años en las niñas y a los 9 años en los varones. Además, se da
con mucha más frecuencia en el género femenino. Hay varios factores que explican
que esta fase se adelante: el exceso de peso (una condición cada vez más
habitual en la infancia), tener bajo peso al nacer o ser adoptado.
La pubertad: antesala de la adolescencia Los púberes precoces tienen más
  problemas de ansiedad, más dificultades sociales y rinden menos en la escuela La
pubertad es la antesala de la adolescencia, un periodo vital que puede ser muy
complicado. Y quienes empiezan a ser adolescentes antes que sus compañeros
tienen una mayor vulnerabilidad a sufrir problemas psicológicos. Así lo asegura
un reciente estudio realizado por el Instituto de Investigación Infantil Murdoch
de Melbourne (Australia) realizado sobre una muestra de 3.500 niños.
A quienes les sobreviene la pubertad de manera precoz deben enfrentarse a los
retos de la adolescencia cuando todavía son demasiado pequeños emocionalmente.
Además, como señala la investigación, estos niños tienen más problemas de
ansiedad, más dificultades sociales y menor rendimiento en la escuela.
Púberes confundidos Uno de los principales motivos de que la pubertad precoz
aumente el riesgo de sufrir problemas psicológicos es "que el cuerpo del niño
cambiará mucho antes que el de sus compañeros, factor que le hará sentir
distinto y confundido", comenta Laura Solana, responsable del área de Psicología
Clínica del Centro ITAE. Además, las alteraciones hormonales también causan
variaciones en el estado de ánimo, que se pueden traducir en "dificultades a
nivel de autoestima y de imagen corporal". El afectado empieza a vivir en un
cuerpo que no se ajusta a su edad emocional.
Por eso, como asegura María Jesús Mardomingo, especialista en psiquiatría
infantil, "la pubertad temprana se caracteriza por el hecho de que los niños y,
en especial, las niñas tienen que enfrentarse a retos sociales que no se
corresponden ni con su edad cronológica, ni con su desarrollo cognitivo y
emocional. Unos desafíos que se derivan de su aspecto externo".
Otra de las conclusiones del estudio señalaba que los pequeños con pubertad
precoz tienen más problemas de conducta. "En parte, porque el aspecto físico
favorece que se relacionen con adolescentes mayores que ellos", añade
Mardomingo.
Pubertad precoz, distinta en niños y niñas Y, además de que la pubertad precoz
es más frecuente en las féminas que en los niños, ellas viven peor esta
condición. Como explica Mardomingo, "las niñas suelen vivirla como un
acontecimiento negativo, y de ahí el estrés que les produce; mientras que los
chicos lo viven como algo positivo que refuerza su imagen personal". Las niñas
se ven con más pecho y cadera que sus amigas y creen que están gordas. Por eso,
como apunta Solana, "los estudios indican que los problemas de ansiedad, baja
autoestima y dificultades con la imagen corporal se dan más en ellas".
En algunos casos, es recomendable que estos pequeños acudan al psicólogo. Laura
Solana señala que el trabajo del psicólogo consiste en "normalizar las emociones
del niño, dotarle de habilidades sociales, fomentar la autoestima e incidir en
la prevención de futuros problemas, como los trastornos alimentarios o las
adicciones".
¿Qué pueden hacer los padres?
Es muy importante que los padres ayuden a sus hijos a adaptarse a esta
situación. Es fundamental que si ven que su hijo debuta en la pubertad antes que
sus compañeros, le expliquen que es una situación normal, que no es ningún
problema de salud y que sus compañeros también pasarán por lo mismo. Además,
como recomienda la psicóloga Laura Solana, "hay que ayudarle a sobrellevar las
burlas de sus compañeros, tratarlo de acuerdo a la edad que tiene y elevarle la
autoestima mediante el refuerzo positivo y una comunicación abierta".