Texto publicado por Fátima Osores

SUEÑO DE LOS CONDES

SUEÑO de LOS CONDES

Íbamos a pelearnos, sospecho –y debo confesar- que por él.
Sabía que a mí no me convenía, primero porque
yo no había peleado en mi vida, y segúndo porque ella era más fuerte, más robusta.
Hubo, sin embargo, una especie de tregua previa en la que decidimos que, a pesar de todo, íbamos a pelear.
No sé cómo fue la pelea, quizá ella estaba venciéndome. El caso es que en un momento yo la maté.
Y después fui en busca de él.
Apareció mi amiga. Le pregunté: “?Y el conde?”. Contestó: “No sé,debe estar con la condesa”. “No –dije poniéndole una mano en el cuello-, la condesa está muerta, yo la acabo de matar”. ¡Tanta ira en mi voz, tanto odio!
Y seguí buscándolo.
Lo oí cantar pero en cuanto entré, se calló
”Y bueno –le dije-, ¿con quién te vas a quedar, conmigo o con ella, que está muerta?
Quizá sufrió y me odió; quizá no tenía sentimientos;sólo sé que no me respondió, y sentí que me había equivocado, que la había matado para nada.
Y luego, algo como una cama hundida en el medio, y la gravedad empujando nuestros cuerpos, el uno hacia el otro…

Dos días después, llegaron tarde a la clase, juntos como siempre. Ella estaba muy callada; se había caído, se había lastimado una rodilla.
Ya eran “Los Condes”.

Fátima Osores
2011