Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Pubertad en chicas: ¿que es y que supone?

Pubertad en chicas: ¿cómo es y qué supone?
La pubertad femenina es el paso de niña a mujer que conlleva la madurez sexual,
se inicia en torno a los ocho años y dura alderedor de cinco
Autor: Por MONTSE ARBOIXFecha de publicación: 4 de agosto de 2013

- Imagen: Dan Foy -La pubertad es el inicio de la adolescencia y de la juventud.
En este ciclo se dan unos cambios físicos importantes; de hecho, el término
"pubertad" se refiere a todas las modificaciones físicas propias del paso de la
infancia a la edad adulta, como la maduración sexual, aunque también tienen
cabida los cambios psicológicos. Es una edad donde empieza a ganar peso la
influencia social, las modas y el grupo de amigos. En este artículo se describen
los aspectos más característicos de la etapa puberal en las chicas. También se
aportan datos sobre la menarquía, los embarazos no deseados y los trastornos de
la conducta alimentaria.
La pubertad afecta de manera distinta a niños y niñas. Además, la edad de inicio
ha ido variando en los últimos 100 años. Esta tendencia se atribuye a las
mejores condiciones ambientales, sobre todo a la nutrición y situación
socioeconómica y sanitaria de la población, aunque también está ligado al sexo y
a la herencia genética. En la actualidad, muchas niñas entran en este periodo
hacia los 8-13 años, a diferencia de los varones que suelen hacerlo a partir de
los 9-10. En general, entre el inicio y el final de todos los cambios puberales,
pasan alrededor de cinco años.
La pubertad en niñas: características sexuales En la pubertad, las glándulas
endocrinas liberan hormonas sexuales al torrente sanguíneo y provocan cambios
corporales y el desarrollo de las características sexuales secundarias. Según la
Asociación Española de Pediatría, la primera señal de pubertad en las niñas el
desarrollo del pecho con el botón mamario (el pecho aumenta y al tacto aparece
debajo del pezón una zona dura) que puede darse en un seno primero, o en los dos
a la vez. Esto ocurre desde los 8 años y, a partir de aquí el pecho crece y
varía de forma poco a poco hasta que alcanza el aspecto y el volumen definitivo.

El crecimiento de vello en la zona del pubis (en algunos casos puede empezar
antes que el botón mamario) al principio es débil y escaso pero, de manera
progresiva, se vuelve oscuro y grueso y toma la forma triangular característica.
Al mismo tiempo aparece vello en las axilas y en el resto del cuerpo.
Pero esta etapa comporta otras señales: la piel y el cuero cabelludo pueden
tener un aspecto más grasiento y aumenta el sudor, a veces, sin motivo aparente,
y tal vez haya zonas que ahora huelan y antes pasaban desapercibidas. Todos
ellos son cambios normales en el proceso de hacerse adulto.
El inicio de la fertilidad pocas veces se acompaña de la madurez emocional y
hay peligro de un embarazo no deseado El motivo hay que buscarlo en las
glándulas sudoríparas, que conforme se ingresa en la pubertad, se vuelven más
activas y segregan sustancias químicas que proporcionan un olor más fuerte,
sobre todo en las axilas, y que provocan una variación en el olor de pies y
genitales. El remedio, sin embargo, es fácil: higiene diaria con jabón neutro y
agua tibia para eliminar las bacterias responsables del mal olor, cambio de ropa
diaria, uso de prendas de algodón y, si se cree conveniente, la utilización de
desodorantes.
Las mismas hormonas que provocan que se crezca, se desarrolle el pecho y salga
vello ocasionan que las glándulas sebáceas originen una mayor cantidad de sebo,
que confiere al pelo un aspecto grasiento. De igual forma, el incremento de
producción de sebo es el responsable de que empiece a hacer acto de presencia el
temido acné, un molesto problema considerado de primera magnitud por los jóvenes
por ser tan visible y antiestético.
El aumento rápido de talla, denominado popularmente el 'estirón', dura unos tres
años. En este periodo, las chicas ganan el 25% de la talla y el 40% del peso que
tendrán cuando sean adultas. Del mismo modo alcanzan su medida definitiva
órganos como el corazón, el hígado o el riñón.
Además del crecimiento físico, también hay cambios psicológicos y emocionales
hasta que se llega a la edad adulta. Laia Margarit, psicoterapeuta
infanto-juvenil, explica que "cada conjunto de cambios físicos obliga a
'recalibrar' de manera psicológica la propia imagen corporal. Esta evaluación de
uno mismo, muy autocrítica sobre todo en las chicas, puede tener un impacto
importante en su autoestima, ya que la valoración del aspecto físico es un
factor de peso".
Pubertad, regla y embarazos no deseados La primera regla o menarquía suele
aparecer entre uno y tres años después del aumento del pecho. A menudo, unos
meses antes, las chicas notan que les aumenta el flujo vaginal. Al principio la
regla puede ser irregular, pero a medida que pasa el tiempo, se normaliza. Es
importante enseñarles a hacer un registro de las menstruaciones para predecir su
próximo periodo. Entre una semana y tres días antes de la regla pueden sentirse
de mal humor o más sensibles de lo habitual. Es el síndrome premenstrual, que
puede sufrirse ya desde estas edades.
Con la regla se dan otros cambios perceptibles: aumenta la talla, se redondean
las caderas y crece más vello en pubis, axilas y piernas.
En esta época es fundamental la educación sexual, ya que el inicio de la
fertilidad pocas veces se acompaña de la madurez emocional, por lo que hay
peligro de un embarazo no deseado.
En el trabajo "Las conductas relacionadas con la salud y el desarrollo de los
adolescentes andaluces", realizado por la Consejería de Salud de Andalucía sobre
los hábitos de los jóvenes, se refleja que, aunque cerca del 80% asegura haber
usado el preservativo en su última relación sexual, ha aumentado el número de
embarazos no deseados. Un 4,9% de las chicas manifiesta haber estado embarazada
al menos una vez en la vida. El porcentaje es un poco menor en el grupo de 17-18
años, que en el de 15-16 años. En cambio, la proporción de chicos que dice haber
dejado a una chica en estado al menos una vez es algo mayor a los 17-18 años que
a los 15-16 años. Otro dato del estudio es que un 21,2% de las chicas de 15 a 18
años que han mantenido relaciones sexuales coitales ha tomado alguna vez la
píldora del día después.
Pubertad: cuidado con los trastornos de conducta alimentaria
Durante la pubertad, el cuerpo de las chicas cambia: aumenta el pecho, el
abdomen y las caderas. Y esto les suele preocupar, sobre todo cuando se comparan
con el arquetipo de mujer que impera en el mundo de la moda. Y se ven gordas.
Las estadísticas señalan que en este periodo, igual que sucede en la
adolescencia, es un momento crítico para la anorexia y la bulimia, sobre todo en
chicas, con picos de frecuencia en los 14 años y medio y en los 18. No obstante,
algunos trabajos apuntan que el 10% de los afectados ya padecían estos problemas
incluso 10 años antes.
Por este motivo, hay que tener en cuenta algunas señales que pueden revelar a
los padres que las ganas de estar delgada de su hija van más allá de una
cuestión estética si:
Come mayoritariamente sola o fuera de casa.
Rechaza comidas hipercalóricas y, por el contrario, prefiere alimentos light.
Desmenuza mucho los alimentos.
Bebe gran cantidad de agua, antes y durante la ingesta.
Va muy a menudo al baño, sobre todo, después de comer.
Empieza a hacer mucho ejercicio físico, sola o a escondidas.