Texto publicado por stocking

Muchas veces me pregunté ¿por qué los niños pelean y vuelven a jugar como si nada hubiera pasado? son niños me decían, ellos no saben de rencores, miedos, mucho menos de preocupaciones. yo lo sabía, pero no logré entenderlo hasta hace unas semanas. Mi madre le cortaba el cabello a mi sobrinito de seis años, el comenzó a juntar un montonsito de cabellos que le caían sobre su pecho, y gritó ¡soy un hombre pequeño! me puse a pensar en esas palabras, y llegué a la conclusión de que si todos tuviéramos muchas de las virtudes que un niño tiene, el mundo sería distinto. Ellos ríen cuando algo les divierte, lloran cuando lo necesitan ¿te has dado cuenta que no les importa si hay una visita o están en un lugar en el que no deben hacerlo? con esto no me refiero a que dejarlos gritar y llorar sea buena idea, lo que quiero dar a entender es que ellos no tienen miedo al qué dirán. Son cariñosos, buscan ayudar y sentirse útiles, no ocultan sus sentimientos, siempre tienen una solución para los problemas. Les gusta explorar, descubrir, aprender, lo ven todo con curiosidad, son inocentes. Su mirada es ternura infinita, y su corazón un universo de amor. Para mi, un niño es una verdadera lección de vida, así que cuidemos a nuestros niños, y pongamos atención ¡tal vez debemos ser hombres pequeños!