Texto publicado por SUEÑOS;

inteligencia del alma:

SERENIDAD

El Universo entero se somete a una mente sosegada. Chuang Tzu.

¿Existe mejor victoria que la presencia del sosiego como antivirus del
conflicto y de la guerra?, ¿existe mejor remedio para neutralizar la
violencia que el cultivo sistemático de la serenidad?, ¿acaso el "estilo
Ghandi" en India y la metafórica "otra mejilla" de Jesús, no resultaron
armas de increíble eficacia? Muchos animales salvajes recogen sus garras
y lamen las heridas de los inocentes, y cuántas veces, el niño perdido
en la selva y, posteriormente, encontrado por una manada de feroces
lobos ha hecho aflorar en dichas bestias el instinto de adopción y el
reconocimiento de la hermandad.

En una sociedad agresiva con los mercados, agresiva con las relaciones,
agresiva con la medicina, agresiva en el tráfico; una sociedad en la que
el que ladra más alto está diciendo detrás de sus gritos, ¡estoy
asustado!, ¡quiero imponerme antes de que me coman!, ¡por favor,
quiéranme!. Se trata de un escenario emocional común en las
megaciudades, en donde la simple aparición de una mente sosegada actúa
de poderoso antídoto para bajar las defensas y disolver las corazas. En
realidad, allí donde llega una mente serena, aparece un espacio mágico
en el que puede aflorar el alma.

¿Cómo hacer para pacificar la mente agitada? La respuesta señala el
cultivo de la ecuanimidad como actitud neutralizadora de la ambición y
de la competencia ansiosa. En realidad, el cultivo de la ecuanimidad
conlleva entrenamiento en la distensión y práctica de la observación
desimplicada. Se trata de lograr un estado mental de serenidad que tan
bien conocen los variados tipos de Yoga. Cuando nuestra mente está
sosegada, se fluye de manera incluyente permitiendo a cada parte su
total expresión, sin amenaza ni culpa alguna.

Por el contrario, la victoria de la pasión con su exaltación y ceguera,
tienen sabor excluyente hacia alguna de las partes que ceden frente al
dominio de las otras. Cuando la pasión es observada en sus raíces y se
hace plenamente consciente, se acaba transmutando en celebración.

Sin duda, un estado que nada tiene que ver con los rasgos neuróticos de
automatismo e impulsividad, sino más bien con la alegría y el respeto
que merece la exaltación del aspecto vida. La respiración consciente es
la puerta de acceso al inconsciente y una llave mágica que despeja de
ansiedad a nuestra mente. Practiquemos la respiración manteniendo la
atención al fluido del aire que llena y vacía los pulmones, aquieta la
corriente mental y despierta la consciencia. La práctica de la
Meditación es, entre otras muchas cosas, el ansiolítico por excelencia.

Uno de los virus más perjudiciales de la civilización actual es la
ansiedad y uno de los antivirus más eficaces es el cultivo sistemático
de la atención consciente. Se trata de un estado mental que nos enseña,
de manera progresiva, aspectos tales como saber encajar las
frustraciones, aceptar responsabilidades, aplazar la gratificación
inmediata, mantener la visión global, recuperar el espíritu de servicio,
lograr la plena independencia emocional y alinear los objetivos de cada
ciclo con el propósito central de nuestra vida. Un crecimiento liberador
que sosiega la mente y nos abre al alma.

El seguir padeciendo de ansiedad supone tener que soportar la protesta
de un programa mental que está dando a entender su necesidad de
entrenamiento y su gran sed de lo Profundo. El sosiego consciente es
responsabilidad de cada cual y supone una facultad por la que el
Universo conspira, tal vez, porque es el requisito de la lucidez a la
que nuestra alma está destinada.

35.- Serenidad. En este hermoso día con frialdad y firmeza resolveré
todo cuanto me acontezca.

José María Doria.