Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

¿Conoce los beneficios de estar de mal humor?: un artículo.

Conoce los beneficios de estar de mal humor
Siempre hemos escuchado que los sentimientos negativos no traen nada bueno a nuestro comportamiento. Sin embargo, el profesor Joseph P. Forgas, de la Universidad
de Nueva Gales del Sur, hizo una revisión de estudios en la que hace un recorrido por las actividades y funciones que realizamos mejor estando tristes
o de mal humor; demostrando que la tristeza o la ira también son positivas para realizar determinado tipo de tareas.

1. Mejora nuestra memoria. El mal humor hace que nos concentremos más y estemos más atentos respecto a lo que ocurre a nuestro alrededor. Un experimento
mostró que los días de lluvia, cuando la gente está de peor humor, las personas que entraban a una tienda recordaban más aspectos de la misma que cuando
entraban en un día soleado. Otros experimentos constataron, además, que la gente que está molesta o triste en una situación concreta tiende a incorporar
menos detalles inventados a su narración de la situación que la gente que está feliz. En definitiva, cuando estamos del mal humor nuestros recuerdos se
graban en nuestra memoria de forma más precisa.

2. Somos más rigurosos en nuestros juicios. La gente de buen humor tiende a ser demasiado entusiasta respecto a sus primeras impresiones, y no pone atención
al resto de información que puede obtener. Esto no ocurre cuando alguien está de mal humor, pues examina toda la información seriamente.

3. Nos hace menos ingenuos. Por la misma razón por la que el mal humor nos hace ser más precisos en nuestros juicios, nos vuelve más escépticos con la
información que recibimos. Está demostrado que las personas de mal humor, o más pesimistas, son menos propensas a creer en rumores o leyendas urbanas.
Cuando estamos de mal humor somos más detallistas y estamos más concentrados, algo que aumenta también nuestra capacidad para detectar si una persona nos
está engañando.

4. Rechazamos los estereotipos. Este escepticismo que caracteriza a las personas que están de mal humor, que no siempre es bueno, es positivo en la convivencia
con otras culturas, pues elimina en gran parte nuestra tendencia a guiarnos por estereotipos. En un estudio, diversos participantes, con buen o mal humor,
tenían que disparar a una serie de objetivos: unos portaban armas, otros no, y algunos llevaban, o no, un turbante. La gente que estaba de buen humor disparó
en mayor número a los objetivos que llevaban turbante, pero no armas, un error en el que no cayeron tanto los participantes de mal humor.

5. Somos más perseverantes. Estar de mal humor tiene determinados beneficios motivacionales. La gente triste o malhumorada es capaz de ser más perseverante
alcanzando sus objetivos y obtiene mejores resultados.

6. Tenemos ciertas ventajas en nuestra relación con los demás. Aunque instintivamente podemos pensar que la gente que está de mal humor es más desagradable
con otras personas, lo cierto es que es más cuidadosa, educada y atenta en sus relaciones interpersonales. La gente de buen humor suele ser más directa
en sus respuestas, algo que puede ser positivo en ocasiones pero también puede resultar demasiado atrevido.

7. Somos más justos. Según diversas investigaciones, un estado de ánimo positivo puede aumentar nuestro egoísmo, mientras que los estados de humor negativos
hacen que seamos más justos y, sobre todo, más cuidadosos con las reglas. Los psicólogos han constatado que, por extraño que parezca, las personas con
peor humor son más respetuosas con las normas morales y son más propensos a alcanzar un consenso.

8. Somos más persuasivos. La gente de mal humor es más influyente que la gente feliz. Dado que cuando estamos más tristes prestamos más atención a la información
externa, nuestra capacidad para generar empatía crece y, con ella, nuestra capacidad de convencer a las personas para que acepten nuestro punto de vista.