Texto publicado por Rody Armando Mora

El aburrimiento es beneficioso para los niños.

El aburrimiento es beneficioso para los niños
El tedio estimula la creatividad de los menores y favorece el desarrollo de su
tolerancia a la frustración
Autor: Por JOSÉ A. RODRÍGUEZFecha de publicación: 24 de junio de 2013

- Imagen: arrathoonlaa -Muchos niños están hiperestimulados por culpa de la
televisión, los teléfonos móviles o las videoconsolas, entre otros. Y cuando dan
muestras de que están aburridos, sus padres se afanan por distraerlos de la
manera más rápida posible. Sin embargo, los expertos afirman que aburrirse tiene
múltiples beneficios. En este artículo se citan algunos de los errores que se
cometen en la lucha contra el tedio de los pequeños y cómo fomentar el
aburrimiento saludable en los menores.
El aburrimiento forma parte de la infancia, aunque muchos progenitores se ponen
nerviosos cuando sus hijos están aburridos, así que intentan distraerlos de
cualquier forma. Sin embargo, puede ser una experiencia muy saludable. Estar
aburrido, sin saber qué hacer, invadido por el tedio, es el mejor escenario para
que aflore la creatividad.
En el año 2007, la investigadora Teresa Belton, de la Universidad de Educación y
Aprendizaje Permanente de la Universidad de East Anglia (Reino Unido), publicó
un artículo en el 'Cambridge Journal of Education', en el que defendía que el
aburrimiento es fundamental para el desarrollo del aprendizaje y la creatividad.
Una idea con la que coincide Mònica Dosil, psicóloga del ISEP Clínic
Castelldefels (Barcelona), que asevera que "los menores necesitan momentos de
soledad e introversión para poder generar nuevas ideas y pensamientos".
Cuando el niño se aburre Estar aburrido, sin saber qué hacer, invadido por el
tedio, es el mejor escenario para que aflore la creatividad Cuando un niño
empieza a mostrar signos de fastidio (resopla, se pone de mal humor, protesta,
etc.), muchos padres optan por suministrarle juguetes o distracciones. "¿Por qué
no juegas con la videoconsola?" o "¿quieres que te ponga la televisión?" son
algunas recomendaciones que esgrimen. En muchos casos, como señala Dosil, esta
ansiedad por complacer y entretener a los hijos de forma tan rápida está causada
por "el sentimiento de culpa por no tener tiempo para estar con ellos o por
carecer de recursos personales para jugar con ellos".
Otro fenómeno habitual es que muchos de ellos tienen un número elevado de
juguetes y muy fácil acceso a Internet, televisión, videoconsolas, etc. Viven en
entornos que no les dejan espacio para que tengan que poner en marcha
estrategias nuevas para divertirse. De este modo, se frena su creatividad. Dosil
señala que los momentos en que los niños están aburridos "promueven que los
pequeños construyan sus propios recursos de entretenimiento y puedan desarrollar
la creatividad, generadora de la inteligencia emocional".
Alternar diversión y tedio Es importante que los menores alternen momentos de
actividad y de no actividad, de estimulación y de tedio. Carlos G. Torrico,
psicólogo del centro ePsicología, en Leganés (Madrid), asegura que la principal
característica del sistema nervioso de los niños es "la falta de inhibición
cortical, lo que explica que no puedan parar quietos". Desarrollan esta
inhibición a medida que crecen. Pero, para lograrlo, necesitan experimentar el
aburrimiento, "porque les permite ejercitar este mecanismo de inhibición",
añade.
Como bien conocen los progenitores, los pequeños no pueden parar quietos y
toleran mal los momentos en los que están aburridos, ya que necesitan acción.
Pero ese malestar es momentáneo. Cuando se aburren, muchos protestan o se
sienten mal, pero luego, "en la mayoría de los casos, se adaptan y logran sacar
provecho de esa situación", añade Torrico. Este estado de hastío, tan incómodo y
agobiante al principio para los niños, no solo les ayuda a la generación de
soluciones creativas, sino que "favorece la motivación, la autonomía, la
resistencia a la frustración y el bienestar".
Fomentar un aburrimiento saludable Pero, ¿cómo ayudarles a que se aburran? En
primer lugar, hay que acostumbrarse a que se quejen cuando están aburridos.
Además, como aconseja Torrico, "es necesario simplificar el entorno al máximo".
Si uno tiene a mano la televisión, la videoconsola o un teléfono móvil, es
probable que se enganche a ellos antes que ponerse a pensar un juego nuevo.
Fomentarles el tedio saludable no consiste en dejarlos en su habitación con un
par de lápices y unas hojas blancas, y abandonados a su suerte. Si uno no está
habituado a aburrirse, habrá que acompañarlo durante los primeros días en los
que se le deje aburrirse.
Y, como recomienda Mònica Dosil, "se le pueden hacer preguntas para que él se
haga responsable de la generación de ideas sobre lo que puede hacer". Es mejor
opción "¿a qué te gustaría jugar?" que "¿por qué no juegas con estos
muñequitos?". Si el pequeño no reacciona, los padres pueden enumerarle algunas
alternativas, como: "aquí tienes muñequitos, colores y hojas y una pelota, ¿no
te animas a jugar?".
Una elección que propone el especialista de ePsicología es "tener un tarro del
aburrimiento, que tenga papelitos con multitud de actividades y juegos que se
pueden hacer". El objetivo es que el menor se haga responsable de decidir qué
hacer para jugar.
La importancia de la lectura
Un niño al que le gusta leer es difícil que se aburra. Cuando llegue el
aburrimiento, siempre podrá coger un libro y sumergirse en el placer de la
lectura. Como explica Carlos G. Torrico, "el fomento de la lectura es un factor
muy importante para proveerlo de una herramienta infalible para combatir el
tedio".
Para ello, es necesario que haya muchos libros en casa (novelas, cuentos...) y
de diferentes temáticas. Y la mejor manera de despertar la pasión por la lectura
es que pueda elegir los libros que más le interesen, leer un poco cada día y que
"los padres lean con él".