Texto publicado por Rody Armando Mora

No hay parte de la mente que no esté condicionada.

Nuestra mente se halla condicionada en su totalidad; no hay parte de uno que no esté condicionada. Eso es un hecho, le guste o no. Podrá decir que hay una parte de usted el observador, la superalma, el atma- que no está condicionada; pero dado que piensa al respecto, eso está en el campo del pensamiento; por lo tanto, se halla condicionado. Usted podrá inventar montones de teorías sobre el particular, pero el hecho es que su mente se halla condicionada en su totalidad, tanto la consciente como la inconsciente, y cualquier esfuerzo que hace para liberarse también está condicionado. Entonces, ¿qué ha de hacer la mente? O mejor dicho, ¿cuál es el estado de la mente cuando sabe que está condicionada y se da cuenta de que cualquier esfuerzo que haga para librarse de su condicionamiento estará igualmente condicionado?
Ahora bien, cuando usted dice: «Sé que estoy condicionado», ¿lo sabe realmente, o es tan sólo una afirmación verbal? ¿Lo sabe con la misma fuerza con que ve a una cobra? Cuando ve a una serpiente y sabe que es una cobra, hay una acción inmediata, no premeditada. Cuando dice: «Sé que estoy condicionado», ¿tiene eso el mismo significado vital que su percepción de la cobra? ¿O es meramente un reconocimiento superficial del hecho, y no un claro darse cuenta del hecho? Cuando me doy cuenta del hecho de que estoy condicionado, hay una acción inmediata. No tengo que hacer un esfuerzo para desprenderme del condicionamiento. El hecho mismo de que estoy condicionado, y el darme cuenta de ese hecho, traen consigo un esclarecimiento inmediato. La dificultad radica en no darse cuenta, en el sentido de no comprender todas las implicaciones del hecho, en no ver que todo pensamiento, por sutil, ingenioso, refinado o filosófico que sea, está condicionado.

KRISHNAMURTI.